Bloomberg Línea — La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) denunció este lunes haber sido víctima de un ataque cibernético que presuntamente tenía como objetivo detener sus operaciones.
La red de PDVSA, que gestiona los datos de exportación e importación en el principal terminal de crudo del país, seguía fuera de servicio el lunes luego de la intrusión registrada el sábado por la madrugada. La interrupción ha demorado cargas programadas y obligado a aplicar medidas de contingencia en toda la compañía, dijeron tres personas con conocimiento del asunto a Bloomberg.
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En un comunicado el lunes, la compañía dijo que la producción de petróleo no se vio afectada.
“Gracias a la pericia del talento humano de PDVSA, las áreas operativas no sufrieron afectación alguna, siendo reducido a un ataque a su sistema administrativo”, dice un comunicado de PDVSA. “Este intento de agresión se suma a la estrategia pública del gobierno de los Estados Unidos de hacerse con el petróleo venezolano por vía de la fuerza y la piratería”.
Estados Unidos incautó un buque petrolero sancionado cerca de las costas venezolanas el pasado 10 de diciembre, fecha en que la opositora venezolana María Corina Machado se dirigía a Oslo, Noruega.
El operativo, diseñado para impedir que Nicolás Maduro perciba ingresos del petróleo y presionar su salida del poder, como dijeron fuentes familiarizadas con el asunto a Bloomberg, fue cuestionado ese día por el Gobierno de Venezuela, calificándolo como un “robo descarado”.
En ese contexto, la estatal petrolera venezolana agregó en su comunicado de este 15 de diciembre: “El ataque habría sido adelantado días después de que PDVSA rechazara categóricamente esta acción deleznable, orquestada por intereses extranjeros en complicidad con factores apátridas que buscan quebrantar el derecho del país a su desarrollo energético soberano”.
Las recientes medidas de EE.UU. para presionar a Maduro
En la última semana la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento de Tesoro de Estados Unidos sancionó este jueves a tres sobrinos de Cilia Flores, la esposa de Nicolás Maduro, y a seis empresas navieras que operan en el sector petrolero venezolano.
Las sanciones implican el bloqueo de sus activos y bienes en Estados Unidos, así como la prohibición a los ciudadanos estadounidenses de realizar cualquier tipo de transacción comercial que los involucre.
Entre los tres sobrinos de la esposa de Maduro sobresalen: Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, arrestados en Puerto Príncipe, Haití, en noviembre de 2015, “mientras ultimaban un acuerdo para transportar cientos de kilogramos de cocaína a Estados Unidos”.
Ambos fueron condenados por la justicia norteamericana en 2016 por delitos relacionados con el narcotráfico. Sin embargo, la administración de Joe Biden los indultó en 2022, como parte de un intercambio de prisioneros de siete ciudadanos estadounidenses retenidos en Venezuela.
“Campo y Flores de Freitas regresaron a Venezuela y, a partir de 2025, han continuado con sus actividades de narcotráfico”, agrega el Departamento de Tesoro.
Carlos Erik Malpica Flores, el tercero de los sobrinos de Cilia Flores designados hoy, es el expresunto tesorero nacional de Venezuela y presunto vicepresidente de la estatal petrolera venezolana PDVSA.
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Con información de Bloomberg News
Esta nota fue actualizada a las 13:57 (hora del este) con el segundo y tercer párrafo.









