Bloomberg — Las acciones de Tesla Inc. (TSLA) prolongaron este lunes una subida de hasta el 4,9% y van camino de cerrar en máximos históricos por primera vez desde diciembre de 2024, desafiando las crecientes preocupaciones sobre la disparada valoración de la compañía.
Ha sido un regreso rocoso para el fabricante de vehículos eléctricos, cuyas acciones se han más que duplicado desde que tocaron un mínimo a principios de abril en medio de un desplome más amplio del mercado provocado por la ofensiva arancelaria del presidente Donald Trump. Las acciones llegaron a cotizar a US$481,37 en las primeras operaciones en Nueva York. Si las ganancias se mantienen hasta el final de la sesión regular, la acción cerrará en un nuevo máximo histórico. Su último récord de cierre fue de US$479,86 el 17 de diciembre del año pasado.
“Los inversores harían bien en recordar que, aunque tener un negocio subyacente robusto sigue teniendo un papel que desempeñar, ese no es el motor principal”, dijo Matt Britzman, analista sénior de renta variable de Hargreaves Lansdown. “Las acciones de Tesla están cotizando tanto por sentimiento como por fundamentos, y el negocio principal está jugando un papel secundario frente a la historia de la IA que sustenta la valoración de un billón de dólares”.
Los resultados del tercer trimestre de Tesla, publicados en octubre, decepcionaron a los inversores, ya que el aumento de los costes minó un trimestre récord de ventas de vehículos. Ese aumento de las ventas fue impulsado por los consumidores que se apresuraron a comprar coches eléctricos antes de que expirara el crédito fiscal federal de US$7.500 para vehículos eléctricos a finales de septiembre.
Esas ventas récord enmascararon un panorama más difícil para el fabricante de VE. Los fundamentos de Tesla se han debilitado rápidamente este año, con las ventas luchando a nivel mundial, las estimaciones de beneficios hundiéndose y el escrutinio regulatorio aumentando.
Ver más: La alta valoración de Tesla lleva a Morgan Stanley a recortar su calificación
Los analistas esperan ahora que las ventas se ralenticen significativamente en periodos posteriores. Los líderes del sector se han hecho eco de esta predicción: El consejero delegado de Ford, Jim Farley, dijo que los VE se desplomarán de alrededor del 10% a cerca del 5% del mercado estadounidense, ya que las políticas de Trump favorecen a los coches de gasolina. El famoso inversor Michael Burry, por su parte, criticó las acciones por estar “sobrevaloradas” en un post de Substack a principios de este mes.
Las payasadas políticas de Elon Musk a principios de este año habían desatado temores de que su interés por dirigir el fabricante de automóviles pudiera estar menguando, y el intento de la empresa de avivar las ventas ofreciendo modelos más baratos de sus populares vehículos fue recibido con escepticismo. Estas preocupaciones, unidas a los aranceles de Trump y a la ruptura pública de Musk con el presidente, lastraron las acciones, que en abril habían bajado hasta un 50% desde el máximo alcanzado en diciembre.
Desde entonces, las acciones de Tesla han protagonizado un vuelco espectacular, lo que supone un ejemplo más de la capacidad de Musk para impulsar el sentimiento de los inversores. En un movimiento que algunos ven como visionario y otros consideran una distracción del negocio principal, Musk aspira a reorientar su fabricante de vehículos eléctricos como una potencia de la robótica y la IA.
Ver más: Tesla asciende en la clasificación de marcas más fiables de Consumer Reports
El giro se ha producido justo cuando el fervor por la IA se ha apoderado del mercado, impulsando a nuevos máximos valores que abarcan al gigante tecnológico Alphabet Inc. y al caballo negro Oracle Corp. Los que creen en las promesas de Musk de cambiar el mundo tendrán otra oportunidad de apostar por su genio, ya que SpaceX pretende salir a bolsa el año que viene.
Por ahora, los operadores están comprando lo que Musk está vendiendo y cada vez son más alcistas en los esfuerzos de Tesla por la IA. En noviembre, los inversores de Tesla dieron muestras de su fe en la visión de Musk, deseando que siguiera al frente de la empresa cuando aprobaron un paquete salarial de un billón de dólares para el consejero delegado.
La empresa también ha recibido varias actualizaciones y subidas de precio objetivo basadas en su potencial para dominar el espacio de la automatización. El objetivo de precio máximo de Tesla en la calle se sitúa en US$600, después de que Dan Ives, de Wedbush, lo aumentara desde US$500 el 26 de septiembre, afirmando que la empresa puede ser un “cambio de juego” en la IA.
“Tesla sigue siendo la niña mimada de los inversores minoristas y, en mi opinión, un ejemplo de exuberancia irracional en un mercado de renta variable ya sobrecalentado”, afirmó Irene Tunkel, estratega jefe de renta variable estadounidense de BCA Research. “En mi opinión, Tesla se encuentra en territorio de burbuja”.
Lea más en Bloomberg.com
