Bloomberg Línea — Las expectativas para 2026 se mueven sobre un escenario en el que los mercados buscan señales claras. Un informe de Goldman Sachs describe un entorno que exige lectura constante y decisiones oportunas, con un énfasis especial en los catalizadores que pueden modificar la trayectoria de los activos.
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El análisis del equipo liderado por Marc Nachmann, director global de gestión de activos y patrimonio, sugiere que hay que “ver catalizadores como factores, eventos o temas que tienen el potencial de acelerar el crecimiento y desbloquear valor”.
La visión general ubica a la renta variable como un eje de oportunidad para quienes conectan ciclos económicos con transformaciones tecnológicas. El mensaje central de Goldman Sachs resalta que la tarea consiste en identificar dónde se produce valor y qué sectores mantienen impulso propio, mientras la volatilidad política y económica continúa presente.
“El entorno económico y geopolítico global adopta una estructura más multipolar”, explica el banco, que dice que esta lectura abre espacios en distintas regiones sin sugerir una dirección uniforme para los flujos internacionales.

El peso de la IA
El avance del mercado estadounidense se apoya en un fenómeno que todavía concentra capital y atención. El informe de Goldman Sachs sostiene que “el mercado de acciones de Estados Unidos continúa impulsado por los avances y en el sentimiento de los inversionistas hacia la inteligencia artificial”. Ese impulso se ve reforzado por la magnitud de las compañías que lideran el índice y por la relación entre innovación y capacidad de inversión.
El documento recuerda que “las diez mayores empresas de Estados Unidos representan cerca de 40% de la capitalización del S&P 500”. Esa proporción explica por qué los movimientos de un grupo reducido de compañías influyen sobre la valoración total del índice.
En términos globales, ese mismo grupo representa cerca de 25% del mercado accionario mundial y tiene una valoración conjunta cercana a los US$25 billones.
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Esa dinámica también refleja el peso del sector tecnológico, que según Goldman Sachs, se encuentra en un proceso de expansión. El texto indica que “las valoraciones de las acciones tecnológicas de Estados Unidos han aumentado por el entusiasmo de los inversionistas por la inteligencia artificial”.
Más adelante, aclara que la trayectoria de precios se sustenta en fundamentos. El análisis afirma que “la apreciación de precios proviene de crecimiento fundamental y balances sólidos, no de exuberancia irracional”.
No obstante, los analistas de Goldman Sachs aseguran que “el riesgo principal es la decepción en utilidades”, lo que refuerza la importancia de los resultados corporativos en un índice dominado por empresas de gran tamaño.

La presión sobre las expectativas también se observa en la infraestructura que sostiene el avance de la inteligencia artificial. El informe afirma que “el mercado ha subestimado el gasto de capital de los hyperscalers en inteligencia artificial”.
De hecho, los analistas han subestimado ese gasto en cada trimestre de los últimos dos años, lo que sugiere un riesgo alcista continuo para este segmento. Solo cinco empresas, Amazon (AMZN), Google (GOOGL), Meta (META), Microsoft (MSFT) y Oracle (ORCL), concentran cerca del 27% del gasto de capital del S&P 500.
Dólar y política monetaria
La trayectoria del dólar en 2026 dependerá del comportamiento de la Reserva Federal. El informe de Goldman Sachs resalta que la variable más determinante es el desempeño del empleo en Estados Unidos.
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“El mercado laboral tiene la clave del ritmo y la escala de la relajación de la Reserva Federal hacia 2026”, consideran los analistas del banco. El ajuste monetario también puede ampliarse si ciertos factores se moderan con rapidez.
El documento indica que “podrían seguir recortes adicionales de la Reserva Federal, especialmente si la inflación inducida por tarifas es de corta duración”. El banco estima un recorte inicial en diciembre y anticipa hasta dos recortes adicionales en 2026.
La relación entre este ciclo y los mercados emergentes tiene un componente directo. El informe afirma que “la desinflación, los recortes de la Reserva Federal y señales de mayor debilidad del dólar podrían llevar a más relajación en los mercados emergentes”.

La lectura incluye la dimensión política, que podría actuar sobre la percepción de riesgo. Goldman advierte que “las elecciones de medio término de Estados Unidos en noviembre de 2026 pueden influir en el sentimiento del mercado, con posibles impactos en las acciones, las tasas y el dólar estadounidense”.
Además, registra que “la presión continua desde la Casa Blanca sobre la Reserva Federal para reducir tasas podría inquietar a los mercados y pesar sobre el dólar”.
El efecto del crédito privado
El informe de Goldman Sachs analiza cómo los mercados han reaccionado a un entorno con tensiones geopolíticas y choques sectoriales. El documento observa que “las respuestas del mercado a los eventos geopolíticos fueron moderadas en 2025”, aunque advierte que las condiciones del sector de energía continúan expuestas a cambios bruscos. El texto afirma que “los suministros de energía, la demanda y los precios permanecen vulnerables a la volatilidad”.
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Goldman Sachs estima que el mercado de activos privados alcanzará los US$23 billones en 2026, lo que implicaría casi duplicar su tamaño respecto a una década atrás. Con esas cifras, el documento incorpora una referencia a eventos recientes en el sistema financiero.
El informe señala que “las quiebras recientes han intensificado el escrutinio sobre la exposición de los bancos de Estados Unidos a las instituciones financieras no depositarias”.
No obstante, la lectura descarta una falla de carácter sistémico y los analistas sostienen que ven “los problemas recientes como idiosincrásicos y no indicativos de un aumento del riesgo sistémico”. Los datos apoyan esa conclusión, ya que el documento muestra que “los indicadores de crédito corporativo de Estados Unidos sugieren que el mercado está en mitad de ciclo, no en fin de ciclo”.

Más allá de la IA
Aunque la inteligencia artificial sigue siendo el catalizador más visible del mercado, el informe de Goldman Sachs subraya que existen otras áreas temáticas con potencial estructural para el mediano plazo. Entre ellas destacan tres frentes con capacidad de generar flujos relevantes de inversión: la innovación en salud, la transición hacia energías limpias y la expansión de la infraestructura digital.
El análisis identifica a estos sectores como campos donde se cruzan los avances tecnológicos con necesidades económicas profundas. En particular, la firma menciona que “las oportunidades estructurales no se limitan a la IA; también vemos impulsores de largo plazo en salud, infraestructura digital y energía verde”. Estas tendencias permiten diversificación, más allá del ciclo económico inmediato.
El documento también señala que “las empresas que lideran en estas temáticas combinan ventajas competitivas, apoyo regulatorio y demanda creciente”.
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El informe concluye con una advertencia hacia 2026. El análisis describe presiones fiscales en distintas economías y un escenario internacional sin un eje dominante, lo que mantiene la importancia de evaluar riesgos país por país. Los analistas de Goldman Sachs señalan que la combinación entre política, inteligencia artificial y crédito definirá la resistencia de los mercados durante el próximo año.









