Del 60/40 al 60/20/20: BofA propone nuevo portafolio tras rally de los metales

El banco elevó sus estimaciones para oro, plata, cobre y aluminio, y señaló que los fundamentos actuales justifican un cambio en los portafolios.

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Lingotes de oro de un kilogramo y de quinientos gramos junto a lingotes de plata de un kilogramo en los distribuidores de oro de The Vaults Group, ubicados en Barcelona, ​​España.
10 de diciembre, 2025 | 01:53 PM

Bloomberg Línea — La estrategia tradicional de asignación de activos, conocida como 60/40, comienza a mostrar limitaciones ante un entorno macroeconómico y geopolítico marcado por inflación persistente, tensiones comerciales y cambios estructurales en la demanda de materias primas.

Ante ese escenario, Bank of America propone una nueva configuración: 60/20/20, donde las acciones ocupan el 60%, los bonos otro 20% y el oro el 20% restante.

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La propuesta surge en un contexto de fuerte desempeño de los metales industriales y precios históricos en los metales preciosos. En el caso del oro, Bank of America elevó su previsión nominal para 2026 a US$4.538 por onza, con un alza de 2,3% respecto a la estimación previa. Para 2027, la proyección alcanza US$3.875.

Michael Widmer, jefe de investigación de metales en Bank of America, explicó que las correlaciones entre clases de activos han mutado. En particular, se refirió a cómo los vínculos tradicionales entre acciones, bonos y commodities han dejado de funcionar como antes.

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“El portafolio tradicional 60/40 ha sido un poco desafiado [...] Estamos comenzando a hablar más de un portafolio 60/20/20, con el último 20% siendo la porción en oro”, según Widmer.

Un empleado apila lingotes de oro con el sello de Italpreziosi SpA en un carro dentro de la refinería de metales preciosos en Arezzo.

Un nuevo rol en portafolios

En un entorno de déficit fiscal persistente y cambios en el marco monetario de Estados Unidos, el oro ha ganado relevancia como instrumento de cobertura.

Widmer sostuvo que las compras de bancos centrales continuarán debido a la menor disponibilidad de activos alternativos y a la necesidad de diversificación. “Por primera vez, los bancos centrales tienen más oro que bonos del Tesoro”, dijo el analista.

El modelo de asignación sugerido por el banco parte de una evaluación cuantitativa del desempeño relativo del oro frente a otras clases de activos. Widmer precisó que una asignación elevada es justificable desde una perspectiva de riesgo-retorno. “Puedes justificar que el mejor perfil riesgo-retorno se logra con una participación del oro de alrededor del 30%”, dijo.

No obstante, el banco advierte que la subinversión actual en oro por parte de inversores minoristas e institucionales representa un margen de corrección potencial. “En gestión patrimonial, los clientes tienen una asignación de oro de alrededor del 0,5%”, según el banco.

Widmer también enfatizó que el cambio en el comportamiento del dólar y las tasas de interés reales favorece el apetito por metales preciosos. “Nunca has tenido un ciclo monetario con inflación por encima del 2% y caída en el precio del oro”, recordó.

La recomendación de Bank of America parte de una reevaluación del papel del oro como activo estratégico, que incluso no descarta que llegue a niveles de US$5.000 el próximo año.

Lingotes de oro acuñados de un kilogramo se apilan en la Refinería de la Casa de la Moneda de Perth, operada por Gold Corp., en Perth, Australia.

Cambios en la demanda de metales

El análisis resalta que sectores clave como redes eléctricas, defensa, centros de datos y transición energética están impulsando una demanda sostenida de metales como cobre, aluminio y plata, incluso en contextos de crecimiento económico moderado.

“Seguimos añadiendo demanda de metales desde distintos sectores; defensa es el más reciente. Y en la mayoría de los casos, no vemos un crecimiento de la oferta que acompañe”, sostuvo Widmer.

Esa tendencia se ve en metales como el cobre, para el que Bank of America proyecta un precio de US$11.750 por tonelada métrica en 2026, lo que representa un aumento de 1,6% frente a su estimación anterior. Para 2027, el precio ascendería a US$13.688.

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El banco anticipa un déficit de 500.000 toneladas para 2025, incluso en un escenario de contracción del 3% en la demanda china. “Con lo ajustada que está la oferta, podrías entrar al próximo año con una contracción del 3% en la demanda china de cobre y aun así tener un déficit en el mercado”, dijo Widmer.

En el caso del aluminio, los precios estimados para 2026 son de US$3.125 por tonelada métrica, un alza de 8,7% respecto al forecast anterior. Para 2027, la previsión es de US$3.375. El suministro limitado fuera de China y la competencia por la energía eléctrica en países desarrollados explican parte de la presión alcista.

Widmer advirtió sobre los desafíos energéticos para la industria y dijo que “los centros de datos pueden pagar hasta tres veces más por la electricidad de lo que estaría dispuesto a pagar un productor de aluminio”.

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La plata también figura entre los metales con fundamentos sólidos, respaldados en parte por la expansión del sector solar y la acumulación de inventarios en India. Widmer indicó que, incluso con una caída de 10% en la demanda, el mercado seguiría en déficit. “Incluso con esa disminución, tengo un déficit del mercado de plata en 2026”, según el analista.

La plata subiría hasta US$60 en 2026 y caería US$48,44 en 2027. Las nuevas cifras reflejan una revalorización que responde a los fundamentos de oferta y demanda más ajustados, así como a cambios estructurales en las decisiones de inversión institucional y oficial.

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