Bloomberg — La primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, dijo que el balance primario del país volverá a ser superávit por primera vez en 28 años, en un aparente intento de aliviar las preocupaciones del mercado sobre su postura proactiva en materia de gasto.
“Se prevé que el presupuesto inicial del gobierno nacional registre un superávit en el balance primario por primera vez desde 1998”, declaró Takaichi a la prensa el viernes, después de que el gabinete aprobara ese mismo día un presupuesto anual récord de 122,3 billones de yenes (US$782.000 millones) para el año fiscal 2026.
“Creo que hemos elaborado un presupuesto que logra un equilibrio entre lograr una economía sólida y garantizar la sostenibilidad fiscal”, señaló.
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Lograr un superávit en el balance primario ha sido un objetivo del gobierno durante más de dos décadas. El parámetro fiscal clave es la diferencia entre los ingresos y gastos del gobierno, excluyendo los costos del servicio de la deuda. Finalmente, lograr este objetivo respalda la opinión de que el gobierno japonés está abordando las preocupaciones sobre las finanzas del país.
Si bien Takaichi ha dicho que quiere centrarse en otros criterios para medir el progreso en la mejora de la salud fiscal, un superávit primario respalda su caracterización de la política fiscal expansiva del gobierno como “responsable”.
Se proyecta un superávit de 1,34 billones de yenes para el balance primario nacional en el presupuesto del año fiscal que comienza en abril, según el Ministerio de Finanzas. La cifra oficial de la Oficina del Gabinete sobre este balance probablemente se dará a conocer el próximo mes, tras considerar otros datos, como las cifras de los gobiernos locales.
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Dado que los gobiernos locales han registrado superávits primarios en los últimos años, es probable que Japón alcance el objetivo de saldo primario según la medida de la Oficina del Gabinete. La situación podría cambiar si el gobierno de Takaichi emite un presupuesto adicional durante el próximo año fiscal.
Takaichi ha estado intentando tranquilizar a los mercados sobre su compromiso con la disciplina fiscal, en un momento en que los rendimientos de los bonos del gobierno siguen subiendo, en parte debido a la preocupación de que el gasto en el país, agobiado por la deuda, pueda descontrolarse.
El rendimiento de referencia a 10 años subió al 2,1% la semana pasada, su nivel más alto en 27 años.
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El último presupuesto subraya la disposición de Takaichi a invertir para impulsar el crecimiento económico. A pesar del aumento del gasto, Takaichi logró reducir la emisión de bonos gubernamentales con respecto al año fiscal en curso, ya que los ingresos fiscales récord ayudaron a limitar la necesidad de endeudamiento adicional.
La administración de Takaichi ha dejado de utilizar el balance primario como medida clave de la salud fiscal y ha preferido centrarse más en reducir la relación deuda/producto interno bruto, un objetivo más fácil de alcanzar en épocas de inflación.
Si bien el gobierno no ha abandonado el saldo primario como criterio de disciplina fiscal, el ministro de Finanzas, Satsuki Katayama, dijo que la administración lo está analizando a lo largo de varios años en lugar de centrarse en los resultados de un solo año.
El gobierno de Japón se propuso inicialmente lograr un superávit de balanza primaria en el año fiscal 2011, pero siguió postergando el plazo durante más de una década.
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