Bloomberg — Las tropas tailandesas y camboyanas intercambiaron fuego de artillería durante la noche, y Bangkok acusó a su vecino de disparar cohetes contra zonas civiles, mientras la prolongada disputa fronteriza estallaba en su más grave episodio de violencia en meses.
Los enfrentamientos se prolongaron por tercer día a lo largo de los aproximadamente 800 kilómetros (500 millas) de frontera, y el Ministerio de Defensa camboyano afirmó que los proyectiles tailandeses mataron a dos civiles durante la noche, elevando el número de muertos a seis. El ejército tailandés dijo que los cohetes disparados por las tropas camboyanas alcanzaron dos casas cerca de la frontera, después de haber declarado previamente que un soldado había muerto y casi otros 30 habían resultado heridos en los últimos enfrentamientos.
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Los enfrentamientos de la noche a la mañana se produjeron después de que Tailandia recurriera el lunes a los ataques aéreos, los primeros desde julio, lo que hace temer que el conflicto se esté extendiendo justo cuando las dos partes luchan por mantener un marco de paz liderado por Estados Unidos. La escalada también supone un reto para el primer ministro tailandés, Anutin Charnvirakul, ya que su fortuna política y su posición interna dependen de cómo gestione su gobierno la crisis.
Los combates han provocado la evacuación de decenas de miles de civiles a refugios temporales a lo largo de la frontera a ambos lados y el cierre de cientos de escuelas.
Los mercados financieros tailandeses se han mantenido en gran medida estables en medio de los nuevos enfrentamientos. El baht apenas varió el martes tras haber ganado un 0,2% frente al dólar estadounidense un día antes. El índice bursátil de referencia SET, el de peor comportamiento en Asia este año, subió un 0,3%.
El portavoz del ejército tailandés, Winthai Suvaree, condenó a Camboya por disparar cohetes a través de la frontera, calificándolo de “violación de la soberanía y grave amenaza para la seguridad pública”. Afirmó que las acciones militares de Tailandia se ajustan al derecho internacional.
Armada y Fuerza Aérea
“Tailandia continuará sus acciones militares hasta que Camboya cese su agresión y vuelva a la senda de la paz”, declaró el portavoz del Ministerio de Defensa, Surasant Kongsiri, en una sesión informativa celebrada el martes. La fuerza aérea y la marina tailandesas seguirán apoyando al ejército para contrarrestar los ataques camboyanos, añadió.
El último brote de violencia se produjo tras cinco días de enfrentamientos militares en julio, los más mortíferos de la historia reciente que dejaron casi cuatro docenas de muertos y desplazaron a más de 300.000 personas. Días después se alcanzó un acuerdo de alto el fuego durante unas conversaciones en Malasia y en octubre se firmó un acuerdo de paz en una ceremonia presidida por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Aunque Trump utilizó amenazas arancelarias para forzar a los dos países a acordar la tregua, los funcionarios tailandeses han señalado que los costes políticos de parecer débiles en la frontera son mayores que poner en peligro su acuerdo comercial con EE.UU. Anutin, que encabeza un gobierno minoritario, tiene previsto disolver el parlamento a finales de enero para allanar el camino a unas nuevas elecciones que deben celebrarse en un plazo de dos meses.
Antiguo magnate de los negocios y líder del partido conservador Bhumjaithai, Anutin ha prometido continuar la ofensiva para salvaguardar la soberanía de Tailandia y ha descartado las conversaciones hasta que Camboya cese totalmente sus ataques.
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Trump y el Departamento de Estado estadounidense aún no han comentado oficialmente los últimos enfrentamientos entre Tailandia y Camboya. La ministra de Comercio tailandesa, Suphajee Suthumpun, dijo que no esperaba que Washington presionara a Bangkok y que no ha habido ningún cambio en la postura de EE.UU. sobre el acuerdo comercial.
No obstante, un acuerdo comercial favorable con EE.UU. se considera clave para apuntalar la economía tailandesa, impulsada por las exportaciones, que se ha quedado rezagada respecto a sus homólogas del sudeste asiático durante la última década. La administración Trump ha rebajado los aranceles a la importación de productos tailandeses al 19% desde el 36% anterior, y la nación del sudeste asiático ha acordado eliminar las barreras arancelarias sobre el 99% de los productos estadounidenses, especialmente los industriales, alimentarios y agrícolas.
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