Bloomberg Línea — El comienzo de diciembre es un momento muy esperado en el mercado global de espumosos. Para Chandon, una de las marcas más icónicas y líder del mercado, no es diferente: la combinación de Navidad, Año Nuevo y otras festividades representa el momento de mayor concentración de ventas en el mundo.
“Es el momento más importante del año para la categoría de espumosos en el mundo”, resumió Arnaud de Saignes, presidente global de Chandon, en una entrevista con Bloomberg Línea durante una reciente visita a Brasil.
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Según el directivo francés, con sede en su país natal, la empresa sigue esta tendencia en todos sus dominios, incluido Brasil.
La temporada consolida al país como un destino relevante para la marca. “Son periodos en los que las personas se reúnen, celebran y pasan tiempo en familia”, afirmó.
En este contexto, Chandon evalúa el rendimiento de 2025 como “correcto”, con avances en algunos frentes y retrocesos en otros, pero manteniendo una trayectoria de crecimiento, según de Saignes, sin revelar el volumen de ventas y la facturación.
Casi cinco décadas después de establecer su dominio en el país, en Garibaldi, estado de Rio Grande do Sul, la división internacional de vinos y espumosos de LVMH refuerza a Brasil como uno de los pilares de su negocio global.
El país destaca por su potencial de crecimiento y la evolución del consumidor local, según el directivo.
“Brasil es un mercado histórico para Chandon. Es nuestro segundo dominio, creado en 1973”, afirmó. “Hoy en día, el país se encuentra entre el tercer y cuarto mercado mundial para nosotros, variando cada año”.
La evaluación forma parte de una estrategia que combina la expansión del consumo, la diversificación de la cartera, las prácticas agrícolas sostenibles y la valorización del enoturismo como palancas para fortalecer la operación en el país.
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Más allá del espumoso brut
La empresa observa un avance constante de categorías que van más allá del espumoso brut más tradicional, en un movimiento que acompaña los cambios en el comportamiento del consumidor brasileño.
El aumento de la presencia de rosados, bebidas preparadas con espumosos y productos con sabores distintos ha guiado las decisiones recientes de la marca.
“Observamos un desarrollo del gusto por los sabores y colores en Brasil”, afirmó el directivo. Citó el crecimiento de la mixología y la apertura a espumosos con perfiles aromáticos marcados.
“Creemos que hay una oportunidad para diversificar la gama y seducir a los consumidores que quizás estén menos interesados en el brut y más en el rosado, el Passion o el Spritz”.
Según él, el mercado brasileño vive ciclos naturales de expansión y contracción en el consumo, pero el momento actual es positivo para la categoría.
Para de Saignes, factores como una gran población, una cultura de celebración y una diversidad de consumo son suficientes para que Brasil siga avanzando como un destino prioritario para la marca.
“El potencial de crecimiento es importante. El país tiene una fuerte cultura de convivencia y una gran diversidad entre ciudades”, afirmó.
La sostenibilidad como eje
Más allá del mercado, Chandon ha ampliado sus inversiones en sostenibilidad, un tema que el directivo describió como fundamental para la supervivencia de la actividad vitivinícola.
El cambio climático afecta a las seis áreas de la marca, con frecuentes episodios de heladas, lluvias excesivas o sequías en diferentes regiones.
“Si queremos que Chandon siga produciendo dentro de 50 años, tenemos que transformar nuestras prácticas”, afirmó. “El cambio climático tiene repercusiones todos los años: heladas, lluvias torrenciales, sequías”.
Brasil aparece como uno de los terrenos en los que la empresa ya mide resultados específicos.
Según datos de Chandon, el 36% de la superficie total del dominio se dedica a la preservación de la vegetación autóctona, con corredores biológicos y refugios naturales para la fauna local.
La bodega mantiene 90 colmenas de abejas nativas sin aguijón y, en colaboración con Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária (Embrapa), lleva a cabo un proyecto de replantación de 7,5 hectáreas de butiazeiros, una especie típica de la región sur.
La operación también crece en eficiencia ambiental.
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La empresa afirma que hoy en día opera con energía eléctrica 100% procedente de fuentes renovables, trata y reutiliza toda el agua consumida y utiliza botellas fabricadas con un 80% de vidrio reciclado, cuya reducción de peso busca disminuir las emisiones desde 2001.
También se ha reducido el uso de pesticidas químicos. Desde 2023, se ha producido una caída del 70% en el uso de insecticidas, sustituidos por biocompostos y bioinsumos.
El grupo mantiene su apuesta por el sur del país como base de la producción local. “La región de Garibaldi está muy especializada en vinos espumosos”, afirmó.
“Para los vinos tranquilos es más difícil, por lo que estamos muy satisfechos con la región en la que nos encontramos”.
No hay planes inmediatos de expansión a otras zonas de Brasil, a pesar del reciente crecimiento de los centros vitivinícolas en la región sudeste.
Sistema global de producción
Mientras que las marcas de champaña de Moët & Chandon solo pueden producir en la región francesa del mismo nombre, Chandon se creó como marca global con viñedos y operaciones en Argentina, Brasil, Estados Unidos (en California), Australia, China e India.
Con seis dominios en continentes distintos, Chandon opera con intercambio técnico entre equipos y circulación de etiquetas creadas en diferentes países.
Las cosechas se realizan en dos estaciones del año, gracias a la presencia en el hemisferio norte y en el hemisferio sur, lo que acelera el aprendizaje y el desarrollo de nuevos productos.
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“Al estar presentes en seis lugares diferentes, vivimos dos ciclos de cosecha y aprendemos mucho unos de otros”, afirmó.
Según el directivo, algunas creaciones realizadas en Brasil ya circulan en otros mercados, y lo mismo ocurre con los productos de Argentina.
El refuerzo de la presencia en Brasil también incluye la ampliación de la oferta de experiencias en el dominio de Garibaldi. La empresa ha buscado acercar a los visitantes a los bastidores de la producción, un concepto que forma parte de la estrategia global de valorizar el savoir-faire que hay detrás de los espumosos.
“Es importante que vengan a visitarnos. En Garibaldi, el equipo ha creado experiencias formidables”, afirmó. “Queremos mostrar al público la sofisticación y el trabajo que hay detrás de los productos”.
