YPF subió 9% el precio del combustible: ¿es suficiente para evitar un atraso?

Buenos Aires — La petrolera nacional YPF (YPFD) aumentó sorpresivamente este miércoles un 9% promedio el precio de los combustibles en todo el país, tras más de siete meses de congelamiento. Si bien la suba fue aplicada inicialmente solo por esa empresa, se espera que, como suele ocurrir, sus competidoras repliquen el ajuste.

La compañía atribuyó la decisión de aplicar el incremento a la intención de “sostener su plan de crecimiento para 2022, en un contexto de prudencia financiera y en el marco de la evolución de los últimos meses de ciertas variables macro locales e internacionales”.

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En ese sentido, el incremento, que fue anunciado tras el principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), es del 9% promedio a nivel nacional, aunque para los productos premium el alza llega al 11%.

YPF, que comunicó el ajuste cerca de la medianoche de este miércoles, argumentó también que “para 2022, se prevé continuar con un crecimiento significativo del plan de inversiones superior al 40% respecto del año anterior, apuntalando principalmente las actividades de producción de petróleo y gas natural, afianzando su liderazgo en energías renovables y poniendo en marcha importantes reformas en las refinerías de la compañía”.

El atraso, según los estacioneros

A pesar de la última actualización, desde el sector de los estacioneros consideran que permanece un atraso entre el precio del surtidor y los costos de los empresarios del rubro.

Fuentes del sector indicaron a Bloomberg Línea que el retraso en el precio de los surtidores se ubicaba entre 25% y 30% a diciembre, por lo que ahora la brecha se acortó, pero todavía está lejos del punto de equilibrio.

Es que el Gobierno incluso había postergado la actualización de los impuestos a los combustibles, que debía aplicarse en diciembre.

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Así, la suba del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), cuyo aumento repercute en los precios finales de la nafta y el gasoil, pasó a marzo, siempre y cuando la administración de Alberto Fernández no decida demorarlo nuevamente.

“El atraso del precio de los combustibles con relación al resto de los precios implica que cada estación de servicio tiene que vender mayores volúmenes para evitar pérdidas”, analizó Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA.

El punto de equilibrio de una estación de servicio con dos operarios de playa por turno, un cubrefrancos, un encargado de turno y un empleado administrativo se encuentra actualmente en 313,500 litros, volumen mensual que no alcanza el 47,2% de las estaciones de servicio del país”, remarcó.

¿Y la incidencia del aumento?

Desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) consideran que hay un “mito”. “Abre la puerta a aumentos discrecionales”, señalaron.

En ese sentido, apuntaron a quienes “aumentan por las dudas un 5% cuando la nafta sube 5%, aun cuando el combustible no sea una parte representativa de sus costos”. “Esto genera luego que los combustibles sufran largos congelamientos, que no combaten la inflación y para nosotros son dramáticos”, argumentaron desde CECHA.

En tanto, el jefe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, Nicolás Pertierra, estimó en diálogo con Bloomberg Línea que “el combusitble en la inflación tiene un peso de 4% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), así que tendrá un impacto de 0,5% en la inflación”.

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