Bloomberg Línea — Álex Saab ha ocupado cientos de titulares en los medios de comunicación en los últimos dos años, tras su detención en Cabo Verde (África) durante una ‘parada técnica’ en medio de un viaje en el que fungía como diplomático de Nicolás Maduro.
Pero fue desde octubre de 2021 que se volvió mucho más relevante su caso, pues tras años de denuncias sobre la corrupción que lo rodeaba, fue extraditado a Estados Unidos y desde allí ha tenido en vilo al Gobierno venezolano.
Son varias las audiencias a las que ha asistido Saab desde entonces. En una de ella se le retiraron siete de los ocho cargos por lo que era inicialmente juzgado. Y entre diligencia y diligencia se conoció este miércoles 16 de febrero que el empresario cooperó con la agencia antidrogas estadounidense (DEA) entre 2018 y 2019, según documentos revelados por la agencia AP. En los documentos se da cuenta de los sobornos que pagó Saab a funcionarios venezolanos.
Desde que comenzó la relación de Saab con el chavismo, fueron diversas las posiciones en las que el empresario colombiano jugó, pasando por el sector de la construcción, los negocios petroleros y de alimentos, así como diplomático de Nicolás Maduro.
Construcción, la llegada a Venezuela
El empresario de origen libanés pasó una gran parte de su vida realizando negocios en Barranquilla (Colombia), e intentando expandir los negocios de su padre hacia Miami, aunque con poco éxito, según relata Gerardo Reyes en su libro Álex Saab, la verdad.
Tras diferentes fracasos financieros, fue en 2011 cuando el empresario apareció como la figura clave para ejecutar un contrato de viviendas sociales, un acuerdo bilateral entre Colombia y Venezuela, lo que le permitió recibir los primeros US$530 millones en su primer acercamiento con el chavismo.
Este paso lo dio junto al también empresario Álvaro Pulido, quien se ha señalado por varias autoridades como el socio clave en los negocios de Saab. A través de la empresa Fondo Global de Construcción se abrieron paso en Venezuela para construir no solo viviendas, sino también gimnasios verticales y hasta involucrarse en el negocio petrolero.
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Negocios petroleros
Ha sido el medio Armando.info, cuyos periodistas están exiliados de Venezuela, el que ha mantenido la investigación más profunda sobre los movimientos de Saab y la cercanía a Nicolás Maduro desde que tomó las riendas de Venezuela. Este medio fue el primero en revelar la corrupción del empresario en contratos de alimentos subsidiados que se adquirían a altos costos y después entregó más informaciones sobre las movidas de Saab.
En 2015, a través de la empresa Trenaco, Saab firmó contratos por US$4.500 millones con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Esta posición dominante la mantuvo por varios años, cuando ya entrada la crisis en Venezuela, Saab se encargada de gestionar combustibles y alimentos en el exterior a cambio de petróleo.
Alimentos y medicamentos
En medio de sus movidas, Armando.info reveló que en 2017, a través de Group Grand Limited, una empresa registrada en Hong Kong, el empresario colombiano controlaba los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), el modelo a través del cual el gobierno vendía alimento subsidiado y con el que buscaba disminuir la situación de hambruna que atravesaba su país.
Entre 2016 y 2018, según información del portal de investigación, Saab recibió contratos por US$1.500 millones para las empresas Group Grand Limited y Asasi Food Fze, con las que no solo participaba en los CLAP sino también en contratos para suministrar medicamentos y repuestos en el país.
En medio de este entramado, Saab y sus socios registraron casi doce empresas en el exterior y en países con dificultades de fiscalización, para poder controlar multimillonarios contratos en Venezuela con los que también comercializaron oro y petróleo.
De empresario a diplomático
Fue en 2019 que Estados Unidos señaló al empresario colombiano y a sus socios de blanquear por lo menos US$350 millones fuera de Venezuela y a través de Estados Unidos, en medio de una “trama de sobornos ilegales”.
Saab fue capturado en Cabo Verde el 12 de junio de 2020 y desde entonces el gobierno de Nicolás Maduro comenzó a mover todas sus fichas para argumentar las razones por las que el empresario no podía ser capturado y mucho menos extraditado a Estados Unidos.
Según el gobierno venezolano, Saab se encontraba en labores diplomáticas cuando fue capturado, pues iba rumbo a Irán para adquirir medicamentos y alimentos para el país. En ese momento el colombiano fue calificado de ‘agente venezolano’ y luego su rango fue subiendo hasta diplomático.
Incluso, una vez aprobada la extradición desde África a Estados Unidos, el gobierno de Maduro nombró a Saab como miembro de la mesa de negociación que se realizaba con la oposición en México, una última carta que se jugó para que su detención no fuera válida. El movimiento, que no tuvo éxito, terminó por disolver esa mesa de negociación que sigue sin ser reactivada.
Si Álex Saab es hallado culpable por blanqueo de dinero podría enfrentar una condena de 20 años en Estados Unidos. La fecha de su juicio se fijó para el 11 de octubre de 2022, luego de una audiencia cerrada en el Distrito Federal de Miami, donde precisamente se confirmó la colaboración que tuvo con la DEA.
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