Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase & Co., habla virtualmente durante un evento transmitido por Internet en un teléfono móvil en Tiskilwa, Illinois, Estados Unidos, el miércoles 21 de abril de 2021.
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Bloomberg Opinión — Chase U.K. tiene a muchos actores del sistema financiero rascándose la cabeza. El Reino Unido no necesita otro banco exclusivamente en línea. Ya cuenta con una serie de advenedizos que apenas avanzan frente a un puñado de prestamistas tradicionales dominantes.

Entonces, ¿por qué JPMorgan Chase & Co. (JPM) dedica tiempo y dinero a buscar clientes en Reino Unido? Si gana un par de puntos porcentuales de cuota de mercado, el beneficio no sería más que un error de redondeo para el mayor banco de Estados Unidos.

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El CEO, Jamie Dimon, ha recibido algunas críticas inusuales de analistas e inversionistas por dar pocos detalles sobre un aumento de los costes tecnológicos. Las acciones del banco cayeron bruscamente después de sus resultados de todo el año en enero, cuando dijo que los gastos en 2022 serían más altos y los rendimientos más bajos de lo esperado, debido en parte a US$3.500 millones de inversión extra.

Con dos décadas de éxito a sus espaldas, Dimon se ha ganado el derecho a esperar la confianza y la paciencia de los accionistas, dicen los analistas, aunque a algunos les preocupa que pueda estar construyendo un imperio en sus últimos años. Chase U.K., lanzado el pasado septiembre, es un pequeño elemento. JPMorgan también ha gastado en cosas como una participación del 40% en el banco digital brasileño C6 y la adquisición del sitio de reseñas de restaurantes The Infatuation.

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Reconociendo el malestar, el banco ha prometido más detalles en un día de inversores el próximo mes tras sus resultados del primer trimestre.

Dimon ve competencia en todas partes, desde Citadel Securities en los mercados financieros hasta la empresa de pagos Stripe, e incluso Apple Inc. (AAPL) quiere gastar lo que haga falta para ganar. Muchos de estos competidores van a por JPMorgan en su propio patio trasero, por lo que luchar por una franja de la banca británica contra gente como Monzo o Starling Bank parece una distracción de la defensa de sus negocios principales.

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Pero Chase U.K. no es principalmente sobre Reino Unido. Su importancia será como un laboratorio, un campo de pruebas para la infraestructura, la tecnología, los productos y las ideas. Lo que JPMorgan aprenda allí puede servir para modernizar su banco minorista principal, Chase U.S., y ser la base de una serie de ofertas exclusivamente digitales en otros lugares. Chase U.K. es la base de un negocio de consumo internacional.

Para ganar dinero sólo en Reino Unido, un banco tradicional necesita una cuota de mercado del 20% o más, como Barclays Plc (BCSN) o Lloyds Banking Group (LLOY). Pero la escala que necesita un banco exclusivamente digital como Chase para obtener beneficios significativos en varios países es tal vez sólo unos pocos puntos porcentuales de cuota en cada uno de ellos.

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Reino Unido es un buen lugar para construir y probar nuevas formas de hacer las cosas: Es un mercado dinámico en el que la gente se siente cómoda manejando sus finanzas en sus teléfonos y el regulador conoce bien las ventajas y los riesgos del uso de la computación en la nube.

La nube está en el centro de lo que intentan hacer bancos como JPMorgan. Los analistas se han centrado en el ahorro disponible una vez que se ha llevado a cabo la difícil y arriesgada tarea de trasladar las operaciones desde los anticuados estadíos anteriores. Mike Mayo, analista de Wells Fargo & Co. (WFC), por ejemplo, ha calculado que los bancos podrían reducir entre un 20% y un 40% los costos de TI.

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Pero esto es la mitad de la historia. Los bancos modernos tienen que estar en los computadores portátiles y teléfonos integlientes de los clientes, al igual que las compras, los medios de comunicación y su vida social. Es relativamente fácil crear aplicaciones bancarias; el verdadero problema es conseguir que interactúen con los antiguos sistemas de contabilidad y libros mayores. Para ello, los bancos tienen que conseguir que los ingenieros de software creen middleware, un término que engloba todo lo que se necesita para comunicarse entre el nuevo mundo y el antiguo. Para lanzar nuevos productos o cambiar lo que ve el cliente, también hay que reescribir el middleware.

Esto hace que las actualizaciones sean lentas y que se realicen en grandes despliegues irregulares, siempre con el riesgo de que algún error de codificación perjudique la estabilidad. Los clientes de los bancos /y, lo que es más importante, los reguladores) tienen una tolerancia mínima a los fallos.

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Chase U.K. está construido completamente en la nube. Esto es posible ahora porque, en parte, empresas como Thought Machine, fundada por un antiguo ingeniero de software de Google (GOOG), y 10x Banking, creada por el antiguo CEO de Barclays, Anthony Jenkins, han desarrollado herramientas basadas en la nube para problemas específicos de los bancos, como la actualización instantánea de los saldos de los depósitos.

Experimentar así en un mercado dinámico pero (para JPMorgan) relativamente intrascendente es mucho más seguro que hacerlo donde millones de clientes estadounidenses confían en que Chase funcione sin problemas cada minuto de cada día. La infraestructura que funciona en Reino Unido puede industrializarse más rápidamente en Estados Unidos a continuación. Y lo que no funciona puede desecharse rápida y fácilmente.

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Lo mismo ocurre con los productos: ¿Qué tipo de cuenta de ahorro, qué tarjeta de recompensas, qué diseño de aplicación bancaria con qué botón de qué color y tamaño en la pantalla...? En un banco totalmente basado en la nube, estas cuestiones pueden probarse rápidamente con diferentes usuarios al mismo tiempo, todos en cuentas reales. Como probar diferentes memes para ver cuáles se hacen virales y cuáles desaparecen en el vacío infinito. Esto es imposible en los sistemas antiguos. Una vez más, los conocimientos adquiridos sobre qué probar y cómo serán útiles en casa.

Por último, Chase U.K. está diseñado para adaptarse a los distintos requisitos normativos y de información y a los diferentes sistemas de pago de los distintos países. Para un banco tradicional, sólo entre el 20% y el 30% de sus productos y sistemas existentes podrían ser utilizables al abrir en un país diferente. Para un banco basado en la nube, es más bien el 70%. En su reciente carta a los accionistas, Dimon dijo que una vez que los bancos se pasen a la nube, podrán añadir productos y servicios sin coste adicional.

Entonces, ¿qué aspecto tiene el premio? Pasará un tiempo antes de que lo sepamos. En cinco años, Marcus, el nuevo banco digital de Goldman Sachs Group Inc. (GS), ha conseguido 10 millones de clientes y US$110.000 millones en depósitos. Sin embargo, sus ingresos de banca de consumo sólo representaron el 2,5% del total del grupo en 2021, y la división de gestión de consumo y patrimonio en su conjunto obtuvo un rendimiento de los fondos propios de sólo el 4%.

Tras años observando cómo las startups de fintech prueban diferentes productos y enfoques, muchos grandes bancos saben ahora qué quieren hacer y cómo quieren hacerlo. Chase U.K. es sólo uno de los muchos laboratorios que JPMorgan y sus rivales están poniendo en marcha silenciosamente en estos momentos. Los resultados no son seguros en absoluto, pero la necesidad de experimentar y mejorar la tecnología es ahora un costo para seguir en el juego.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.

Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.