Zvonko Matkovic Ribera, de 43 años, es uno de los políticos más controvertidos de Bolivia, reconocido por ser uno de los líderes de oposición al gobierno de Luis Arce. El mes pasado fue reelegido como presidente de la Asamblea Legislativa de Santa Cruz por segunda vez consecutiva para el periodo 2022-2023.
Desde allí, Matkovic ha aprobado 43 normas, entre ellas la Ley Santa Cruz 4.0 creada para “modernizar el modelo productivo cruceño para que además del agro y la construcción se ingrese a competir en mercados internacionales de servicios digitales que den nuevas fuentes de trabajo a los jóvenes bolivianos”. Además, como proyecto a futuro plantea enviar cable de fibra óptica al océano para fortalecer la conectividad de Santa Cruz.
De otro lado, cabe recordar que el político ha sido cuestionado en el pasado por la justicia boliviana. Estuvo preso entre el 2010 y el 2018 al ser vinculado al denominado caso Terrorismo, en el que murieron cinco personas, presuntamente relacionadas con grupos irregulares, en una operación de élite en el hotel de Las Américas en Santa Cruz en el 2009. Un caso polémico que políticos como el excandidato a la presidencia Óscar Ortiz, quien ha calificado esta situación como “un caso armado para la persecución de los líderes políticos cruceños considerados opositores a Evo Morales”.
El economista Matkovic, formado en la universidad Estatal de Kansas, en Estados Unidos, se lanzó a ocupar cargos públicos solo hasta hace dos años luego de ser liberado por la justicia. Matkovic fue senador y ahora lidera la Asamblea de Santa Cruz, que es el enclave económico boliviano y que produce el 30% del PIB de país.
En entrevista con Bloomberg Línea, Matkovic cuestionó el bajo retorno que tiene el departamento de Santa Cruz en regalías del gobierno central, teniendo en cuenta el aporte que hace este territorio a las finanzas nacionales. De igual manera, señaló que espera que la reactivación económica se dé para el segundo semestre del año y cree que la bonanza del gas en Bolivia se acabó.
¿Cómo están las finanzas de Santa Cruz?
Santa Cruz es un departamento que pasó de tener 50.000 habitantes en 1950 a tener un millón en el año 2000. Hoy estamos tranquilamente arriba de los tres millones y medio, el 30% de la población boliviana. Aportamos el 30% al PIB nacional, el 70% de los alimentos de Bolivia, consumimos el 30% del cemento de Bolivia y el 32% de la energía de Bolivia.
Por eso peleamos tanto para que nos devuelvan lo que nosotros aportamos. Es un absurdo que la Gobernación más grande de Bolivia solo reciba el 1% del PIB nacional, cuando genera el 30%. Todo el dinero está manejado a nivel central y a disposición de sus decisiones; las gobernaciones se han vuelto simplemente repartidores de regalías y son menos porque tenemos cada vez menos gas. Se acabó la bonanza del gas, el Estado ha invertido mal ese dinero. El gobierno nacional apenas tiene un 65% de ejecución presupuestaria y aún así se cansa de señalar a la gobernación de Santa Cruz que en esta gestión alcanzó más del 90 % de ejecución. En el discurso oficialista no aparece otra gobernación nunca, solo hablan de Santa Cruz y eso indica también la importancia de la región en lo nacional.
¿Cómo analiza la recuperación económica en Santa Cruz luego de los años de pandemia?
No se puede llamar recuperación. Además, es muy difícil conseguir datos reales y que no estén cocinados. El gobierno habla de un 6,1% de crecimiento, un rebote que no llega a cubrir el 9% de la caída que la economía tuvo durante la época de pandemia. En el segundo semestre de este año yo creo que nos recuperamos a donde estábamos.
¿Qué sectores han sido los más golpeados y cuáles se están recuperando más rápido?
El que va tironeando el carro es el sector agropecuario, que es la base de lo que es el desarrollo cruceño. Y eso a pesar de todas las trabas y restricciones, el no uso de biotecnología, la falta de acceso a la exportación, la falta de proyectos para poder vincularnos con el mundo. Si miramos el sector minero se ha ido para abajo, los establecimientos financieros también. Los sectores de manufactura, construcción, logística, servicio doméstico, restaurantes y hotelería ni se diga. La caída ha sido criminal, pero el modelo económico cruceño sigue yendo adelante invirtiendo y arriesgando.
Ha habido críticas a su modelo por ser poco amigable con el medio ambiente…
Es un modelo económico exitoso, pero debe tener menos impacto ambiental. Se ha centrado en la agroindustria y en la construcción y queremos verlo crecer cuando nos permitan el uso de biotecnología y la idea es exportarlo al resto de Bolivia, pero entendemos que hay que mirar hacia el futuro, pensando en tener un menor impacto ambiental. Sabemos que la biotecnología lo que va a permitir es que podamos producir más en menos espacio, y así paremos con la depredación de los bosques, paremos de estar sembrando en áreas protegidas que no son aptas para ese uso que es algo que se ha hecho por la mala gestión del gobierno departamental pasado.
¿Qué medidas de recuperación económica se han tomado desde la Asamblea Departamental Legislativa?
Se aprobó, por primera, vez una ley de alianzas públicos privadas (Ley de Promoción de Inversiones a través de las Alianzas Público Privadas). Estamos tratando de darle un marco legal con el máximo de seguridad jurídica para el empresario. Aquí las posibilidades son infinitas. Por ejemplo, el Estadio Tahuichi Aguilera lo podría administrar un privado que te garantice que va a estar siempre impecable. Que como negocio lo use para los eventos que quiera pero que esté obligado a tenerlo disponible para los partidos, eventos estudiantiles, etcétera. Otro sueño es poder hacer una carretera que sea financiada por un empresario y que él cobre por 30 años el peaje. Pero no a su libre albedrío, se le daría establecida una tasa y que así se animen a financiar la vinculación caminera de calidad. Estamos buscando gente que se anime a invertir. El problema es que todos le tienen miedo a la justicia nacional y a la inseguridad jurídica. Por encima de estas legislaciones departamentales, viene el gobierno nacional, cambia la ley y atropella la autonomía de cada región.
Además, hicimos una ley para erradicar la peste porcina y un convenio con los privados para lograr la exportación. Tenemos una grandísima producción porcina en Bolivia, productos de primer nivel, pero no podemos exportar porque tenemos este problema. En dos años, deberíamos estar listos para exportar y abrirnos las puertas al mundo.
¿Cuál es el plan hacia futuro para diversificar el modelo económico cruceño?
Se aprobó la Ley de transformación de la economía Santa Cruz 4.0 entendemos que la economía cruceña tiene que dar el siguiente paso y queremos ir hacia la prestación de servicios digitales. Cochabamba es un ejemplo de ello. Allá tienen empresas que exportan software, producen aplicaciones para para Estados Unidos, para Europa y todo eso con cero impacto ambiental. Para eso trabajaremos en convenidos para reformular los currículos de las universidades porque estamos muy atrasados en lo que es la materia informática.
Uno de los proyectos más ambiciosos de la Gobernación es tirar nuestra propia fibra óptica que llegue hasta el océano y nos conecte de manera directa para darle una velocidad de internet a este departamento para que se puedan llevar adelante proyectos grandísimos. Sabemos que hay intereses de empresas internacionales y las invitamos a venir a invertir. Para un sueño pero no lo es, sabemos que los más grandes como Google, como Amazon, que entienden la importancia de Bolivia y de Santa Cruz por su ubicación en el mapa de Sudamérica, somos el corazón de este continente y tenemos que aprovechar eso.
