Electrificación en Panamá se acerca al 94%

Se contempla una inversión de más de $4 mil millones en iniciativas de transición energética al año 2024.

La Secretaría de Energía de Panamá registra que en el país el índice de electrificación se acerca al 94%.
06 de junio, 2022 | 06:36 AM

Ciudad de Panamá — Mientras que en Panamá unas 90 mil familias no cuentan con energía eléctrica, a nivel mundial 733 millones de personas carecen de este servicio y 2 mil 400 millones aún cocinan con combustibles perjudiciales para la salud y el medio ambiente, revela la edición 2022 del Tracking SDG 7:The Energy Progress Report del Banco Mundial.

La Secretaría de Energía de Panamá registra que en el país el índice de electrificación se acerca al 94%, aunque en las comarcas indígenas el porcentaje baja, teniéndose que en la comarca Emberá Wounaan ronda el 30%, en la Guna Yala 20% y en la Ngäbe Buglé es de apenas 4%.

Para el Banco Mundial, los efectos de la pandemia, como los confinamientos, las interrupciones en las cadenas de suministro internacionales y la desviación de recursos fiscales para lograr que los precios de los alimentos y el combustible se mantuvieran asequibles, han afectado la velocidad a la que se ha avanzado hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 (ODS 7) de garantizar el acceso a energía asequible, confiable, sostenible y moderna para 2030.

Los avances se han visto obstaculizados especialmente en los países más vulnerables y en aquellos que ya estaban rezagados en cuanto al acceso a la energía.

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Al ritmo del progreso actual, 670 millones de personas seguirán sin tener electricidad para 2030, o sea, 10 millones más que lo proyectado el año pasado, afirma el organismo internacional.

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África continúa siendo el país menos electrificado del mundo, con 568 millones de personas sin acceso a la electricidad. El porcentaje de la población global de África subsahariana que no tiene electricidad pasó del 71 % en 2018 al 77 % en 2020, mientras que en muchas otras regiones el déficit de acceso a ese servicio se redujo.

De igual manera, si bien 70 millones de personas de todo el mundo han conseguido acceder a combustibles y tecnologías no contaminantes para cocinar, estos avances no son suficientes en relación con el crecimiento demográfico, en especial, en África subsahariana.

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Los impactos en la energía causados por la crisis de la COVID-19, afirma el Banco Mundial, se han intensificado en los últimos meses por la invasión rusa a Ucrania, lo que ha generado incertidumbre en los mercados mundiales de petróleo y gas y ha disparado los precios de la energía.

En el informe se concluye que, a pesar de las continuas interrupciones en la actividad económica y las cadenas de suministro, la energía renovable fue la única fuente de energía que creció durante la pandemia.

No obstante, se indica que estas tendencias mundiales y regionales positivas en materia de energía renovable han dejado fuera a muchos países, la mayoría de los cuales necesitan electricidad.

Esta situación se agravó debido a que los flujos financieros internacionales se redujeron por segundo año consecutivo y cayeron a $10,900 millones en 2019, sostiene el Banco Mundial.

Respecto a Panamá, Jorge Rivera Staff, secretario nacional de Energía, señaló que de acuerdo a la planificación que tiene y al desarrollo del mercado, se prevé que las últimas plantas de búnker y diésel salgan del sistema en el 2023, para lo cual las energías renovables y el gas natural serán un respaldo mientras se trabaja en otras tecnologías de almacenamiento.

Durante un foro reciente, Rivera Staff adelantó que se contempla una inversión de más de 4 mil millones de dólares en iniciativas de transición energética al año 2024, vinculadas a techos solares para el estado, movilidad eléctrica, eficiencia energética, calentadores solares, redes inteligentes, el Hub de Hidrógeno y la cuarta línea de transmisión entre otros.

A su vez, agregó que en promedio, el 20% de la energía generada en el país durante la época seca proviene de la energía solar y eólica, cercano a un 35% del consumo energético, lo que en su opinión representa una ventaja para el consumidor, dado que dichas tecnologías están siendo más económicas.

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Juan Octavio Díaz, presidente del grupo empresarial La Casa de las Baterías, indicó durante el conversatorio “Energía Renovable: factor determinante para el cambio de la matriz energética de Panamá y su desarrollo sostenible”, que la generación de energía distribuida mediante el autoconsumo o a través de granjas solares con almacenamiento mediante el uso de baterías, permitiría descarbonizar la matriz energética de Panamá de forma acelerada.

Se explicó que el poder llevar energía solar fotovoltaica o energía eólica a distintos sectores poblados o de consumo, permite no solo mejoras a la red eléctrica, sino también trae beneficios en materia ecológica que ayudan a la conservación del ambiente.