Las acciones suben este miércoles en EE.UU., aún pese a que el presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, reforzara la postura hawkish del banco central ya repetida por otros funcionarios durante la semana.
En paralelo, los bonos del Tesoro de EE.UU. y los gilts británicos se dispararon luego de que el Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) anunciara un programa de compras ilimitadas de bonos a largo plazo para llevar calma a los mercados.
Los rendimientos de ambos bonos cayeron. Los del Tesoro de EE.UU. lo hicieron a un 3,78% después de superar el 4%, mientras que los de los gilts se desplomaron más de 100 puntos básicos. El S&P 500 subió más de 1% tras una caída de seis días consecutivos.
Los mercados mundiales aún se tambalean tras el tumulto provocado la semana pasada por la tercera subida de la Fed y la presentación por parte del nuevo primer ministro del Reino Unido de unos amplios recortes fiscales que amenazan con aumentar las presiones inflacionarias.
“Es de esperar un repunte de alivio, dado que los mercados se acercan a las condiciones de sobreventa, mientras que el posicionamiento y el sentimiento se han vuelto claramente cortos y bajistas”, dijo Cameron Dawson, director de inversiones de Newedge Wealth. “Pero cualquier repunte será probablemente recibido con escepticismo dado el doble viento en contra de la rápida desaceleración del crecimiento mundial, que presiona los beneficios, y la liquidez cada vez más ajustada, que presiona las valoraciones”.
Según Adrian Helfert, director de inversiones de estrategias multiactivas de Westwood Holdings Group, es posible que las acciones estén subiendo porque los mercados han descontado la actitud agresiva de la Reserva Federal.
“Es difícil que el banco central y los oradores digan mucho más, salvo que digan que van a empezar a subir las tasas en cien puntos básicos en las próximas reuniones”, dijo. “Puede que el mercado se crea al menos ahora lo que dice la Fed”.
Las tensiones geopolíticas también siguen pesando en el sentimiento. Los precios del gas natural en Europa se dispararon después de que Rusia dijera que podría cortar el suministro a través de Ucrania y de que la Marina alemana se desplegara para investigar el presunto sabotaje a los gasoductos Nord Stream. Mientras la Unión Europea proponía una nueva ronda de sanciones a Rusia, el creciente éxodo de rusos que huyen de la orden de movilización del presidente Vladimir Putin está creando agitación en las fronteras con los estados vecinos y despertando el temor a una posible inestabilidad.
En otras noticias, el huracán Ian ganó fuerza rápidamente, con vientos a sólo 2 millas por hora de alcanzar la fuerza de la categoría 5, la categoría más poderosa para una tormenta en la escala Saffir-Simpson, según el Centro Nacional de Huracanes. Los futuros del jugo de naranja se dispararon como consecuencia de ello.
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