Maduro viaja a los circuitos internacionales en busca de legitimidad

Bloomberg — Durante años, Nicolás Maduro se mantuvo dentro de los confines de la sede presidencial en Caracas mientras EE.UU. encabezaba su aislamiento en el extranjero.

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Esta semana, sin embargo, paseó por los pasillos de la cumbre climática COP27 en Egipto, buscando alegremente a presidentes para tomarse fotos.

Intercambio saludos con el presidente francés Emmanuel Macron, estrechó la mano del enviado climático John Kerry y participó de la foto grupal.

Si bien el departamento de Estado de EE.UU. dijo que la reunión con Kerry no había sido planeada y que Maduro había interrumpido a otros líderes en el evento, los medios de comunicación estatales de Venezuela se apresuraron a transmitir los encuentros.

Otrora una persona no grata en los círculos internacionales y tratado de desbancar por EE.UU. y decenas de otras naciones al cortar los lazos con su gobierno y apoyando a sus opositores, Maduro está utilizando las imágenes para proyectar una sensación de legitimidad en el escenario diplomático y normalidad en casa.

“La foto es algo fundamental para Miraflores”, dijo Félix Arellano, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Central de Venezuela, refiriéndose al palacio presidencial. “Pueden manipularla”.

Caracas puede utilizar las fotos, dijo Arellano, para retratar un mensaje de aceptación mundial para Maduro, incluso si Venezuela no tiene intención de renunciar a su agenda política e ideológica para jugar con las reglas de las organizaciones internacionales.

En estos días, Maduro, de 59 años, está más dispuesto a aventurarse fuera de Caracas y enviar a sus principales ayudantes a eventos internacionales.

El viaje a Egipto fue la primera vez que asistió a un evento patrocinado por la ONU desde 2018. A principios de este año, visitó un puñado de países en el Medio Oriente y Europa para apuntalar los lazos con los aliados. El mes pasado, recorrió las calles de un pequeño pueblo de Venezuela que había sido devastado por días de inundaciones, abrazando a los residentes y prometiendo reconstruir su ciudad.

Ha enviado a uno de sus principales lugartenientes, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, a Francia para participar en el Foro de Paz de París que comienza el viernes. El gobierno de Macron, que organiza el foro, había calificado previamente a Maduro de dictador y apoyado al líder opositor venezolano Juan Guaidó como líder interino del país.

Rodríguez tuiteó varias fotos de la reunión el viernes y dijo que el camino a seguir para Venezuela se basaba en el diálogo, la suspensión de las sanciones y el respeto a la Constitución.

Reconocer a Maduro

Como muchos países, Francia se ha distanciado de Guaidó. EE.UU. ha perdido a la mayoría de sus aliados en la campaña que lanzó en 2019 para echar a Maduro reconociendo a Guaido. En la actualidad, solo un puñado de gobiernos sigue respaldando a Guaido y los partidos de la oposición venezolana están divididos sobre si seguir apoyándolo a nivel doméstico.

“Muchos de los países que antes criticaban la elección ahora se están desplazando hacia la izquierda”, dijo Daniel Varnagy, profesor de ciencias políticas en la Universidad Simón Bolívar. “Y reconocen a Maduro, lo validan”.

Mientras tanto, Maduro ha mantenido negociaciones directas con funcionarios de la administración del presidente Joe Biden. También se espera que su gobierno y miembros de la oposición reanuden pronto las negociaciones políticas en México con el objetivo de establecer las condiciones para una elección presidencial en 2024, lo que podría hacer que Washington comience a aliviar algunas sanciones a su industria petrolera.

A su regreso a Caracas desde Egipto, Maduro dijo que el mundo está reconociendo y respetando su gestión.

“La geopolítica se mueve en los pasillos, algo que se ve y algo que no se ve”, dijo. “Lo que se ve dice mucho de cómo se mueve el mundo y el papel que está llamado a jugar Venezuela”.

-- Con la ayuda de Andreina Itriago Acosta.

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