Bloomberg Opinión — La burbuja tecnológica por fin ha estallado. La expansión de las grandes tecnológicas durante la pandemia desencadenó una avalancha de sobrecontrataciones y valoraciones absurdas entre las nuevas empresas tecnológicas, lo que llevó a una fuerte corrección a finales de 2022. A medida que la realidad se imponga a lo largo de este próximo año, cabe esperar que las empresas tecnológicas recorten sus infames y generosas gratificaciones y vuelvan a enfocarse - te estoy mirando a ti, Meta Platforms Inc. - en modelos de negocio tradicionalmente fiables como la publicidad y la computación en nube.
Los inversores de capital riesgo que ayudan a fomentar las últimas tendencias del sector también volverán a dar prioridad a los negocios puramente tecnológicos: piensen en software empresarial y ciberseguridad en lugar de reparto de comida a domicilio y telemedicina. O, en términos más prácticos, mayores márgenes sobre negocios que requieren mucho capital y son competitivos.
La radical reorganización de Twitter por parte de Elon Musk puede inspirar a otros jefes de redes sociales a retomar su viejo argumento de ser ante todo “empresas tecnológicas”, y tentarles a hacer hincapié en el desarrollo y la ingeniería de inteligencia artificial por encima de la labor política. Eso sería un error, ya que se avecinan dos nuevas leyes importantes de la Unión Europea que dictarán cómo estas empresas deben supervisar el contenido y los datos en sus sitios, y cómo interactúan con sus competidores. Sin embargo, hay un campo de la alta tecnología que probablemente no tendrá mucha tracción: el metaverso.
Las empresas de software también se esforzarán por encontrar formas de ganar dinero con la Inteligencia Artificial (IA) generativa, sistemas de aprendizaje automático que pueden escribir ensayos y crear imágenes y vídeos. Los modelos en los que se basan estos sistemas hicieron grandes avances en 2022.
Este año, empresas como OpenAI, uno de los principales productores de IA generativa, tendrán que responder a preguntas difíciles sobre cómo evitarán que sus sistemas manipulen a los humanos o difundan información errónea a gran escala. Apple Inc. se ha quedado rezagada en su propio desarrollo de IA, y es probable que tenga que comprar una empresa de IA generativa.
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