Bloomberg — Los mercados globales se dispararon cuando China cambió de curso y pasó a implementar políticas favorables al crecimiento a finales de 2022, y hay actores del mercado que dicen que todavía no es tarde para unirse a la fiesta.
Estrategas y gestores de dinero prevén que las acciones chinas ganen hasta 20%, que el petróleo vuelva a ubicarse por encima de US$100 y que el cobre supere los US$10.000 por tonelada a medida que revive el consumo en la segunda economía mundial. Esperan que algunas divisas asiáticas también se beneficien de ello.
La reapertura de China puede liberar más de US$836.000 millones en exceso de ahorros y podría mitigar temores de una recesión mundial mientras otros bancos centrales continúan endureciendo sus políticas.
Pero aun así, los escépticos advierten que una Reserva Federal de línea dura seguirá siendo el tema dominante para los mercados financieros y la economía mundial.
“Estamos en la primera fase de recuperación de los precios de los activos”, afirma Paras Anand, director de inversiones de Artemis Investment Management LLP, con sede en Londres. “Una recuperación o normalización de la economía china será positiva para el crecimiento mundial en el margen”.
Selectivos con las acciones
Las acciones chinas podrían batir a sus homólogas mundiales en 2023, ya que Morgan Stanley (MS) y Goldman Sachs Group Inc. (GS) prevén que el índice MSCI China gane aproximadamente un 10% más, mientras que Citi Global Wealth Investments ve un alza de alrededor del 20%.
“Esta vez la recuperación va a estar impulsada por los servicios y el consumo”, más que por la inversión, lo que ayuda a la renta variable local más que a otras economías, afirmó George Efstathopoulos, de Fidelity International.
Sin embargo, otros consideran que la renta variable asiática ampliará sus ganancias, incluso después de que el índice de referencia haya entrado en un mercado alcista. Exportadores como Corea del Sur y Taiwán se beneficiarán, así como las economías del sudeste asiático que dependen de los turistas chinos, especialmente Tailandia. BNP Paribas SA predice que el índice MSCI Emerging Markets subirá a 1.110 hasta finales de año.
Materias primas
Según los analistas de ING Groep NV, el crudo Brent podría superar los US$100 por barril este año, a medida que China, el mayor importador de petróleo del mundo, vaya desmantelando las restricciones de Covid. Del mismo modo, el voraz apetito del país por el cobre es un buen augurio para la materia prima, que Goldman Sachs prevé que supere los US$10.000 la tonelada antes de finales de diciembre. El petróleo cotizaba el martes en torno a los US$85, y el cobre por debajo de los US$9.100.
La reapertura hará que los inversores “se lo piensen dos veces” a la hora de tomar posiciones cortas en el petróleo, a pesar del contexto de demanda en Occidente, afirmó Louis Luo, director de inversiones del equipo de multiactivos de abrdn plc.
El mineral de hierro también está listo para beneficiarse, aunque las ganancias pueden verse atenuadas por las medidas enérgicas de China contra la subida de los precios.
El acero y el hierro han repuntado desde los mínimos alcanzados en octubre y han “descontado el probable repunte de la construcción”, afirma David Chao, estratega de mercados globales para Asia-Pacífico sin Japón de Invesco Hong Kong Ltd.
Los envíos de materias primas desde Indonesia, Tailandia y Vietnam también están en el radar después de que el Sudeste Asiático sustituyera a la Unión Europea como principal socio comercial de China en 2020, según HSBC Holdings Plc (HSBC).
Impulso de las divisas
El yuan se ha apreciado en torno a un 6% desde que China empezó a reducir las restricciones a la circulación de virus en noviembre. Según UBS Global Wealth Management, el yuan podría subir hasta los 6,50 por dólar este año, frente a los 6,78 actuales, a medida que el crecimiento económico aumente por encima de la tendencia en la segunda mitad del año.
El indicador de correlación a 60 días entre el yuan y las divisas de mercados emergentes ha subido a 0,70, el nivel más alto en cinco meses. La reapertura podría ser especialmente lucrativa para el baht tailandés y el won surcoreano, ambos beneficiarios del turismo chino. El peso chileno también subirá en medio de la creciente demanda china de cobre.
“Creemos que se trata de un verdadero punto de inflexión para la economía china, sus activos subyacentes y el universo de los mercados emergentes en general”, escribió Alan Wilson, gestor monetario de Eurizon SLJ Capital, en una nota fechada el 6 de enero.
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