Bloomberg Línea — En diciembre no todo es alegría; también gastos. Comprar un regalo que supere el alcance del bolsillo para hacer feliz a un ser querido tal vez implique comenzar 2026 con un dolor de cabeza innecesario. No lo dice el Grinch, el famoso personaje de cine que odia la Navidad, sino expertos en finanzas personales.
Ricardo Ibáñez, abogado de DefensaDeudores.cl, un estudio jurídico que defiende a deudores en Chile y Ecuador, dice que en esta época del año es clave “enfatizar el espíritu familiar antes que el consumo”.
Endeudarse por “culpas emocionales” solo trasladará el problema a los primeros meses de 2026, según el experto, y nadie quiere comenzar el año viviendo para pagar las deudas.
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Ibáñez recomienda organizar un presupuesto “desde ya”, es decir, en los primeros días de diciembre, visualizando cuánto dinero hay disponible y cuáles son los gastos inevitables.
“Las vacaciones deben estar incluidas dentro de la planificación para que no aparezcan como ‘gasto sorpresa’”, sugiere.
Algo similar plantea el consultor independiente y experto en finanzas personales Juan Camilo Quintana, quien invita a “blindar la plata de enero” para evitar gastar de más en diciembre.
“Un consejo es crear un presupuesto separando el dinero para pagar arriendo, servicios y deudas fijas que llegan al próximo año, y con lo que quede, crear un presupuesto estricto para regalos y fiestas”, dice Quintana.
El analista financiero Gregorio Gandini, director de la firma Gandini Análisis, agrega que una alternativa es calcular el dinero que gastará por regalo de Navidad y, por supuesto, tener claro a quiénes se les va a dar regalos.
“Lo primero que suelo hacer, y se lo aconsejo a todo el mundo, es hacer una lista y asignar un presupuesto por regalo”, dice Gandini. “Esta época está diseñada para hacer compras de manera emocional y eso golpea muy duro el bolsillo cuando llega el momento de pagar”.
Endeudarse, pero de manera inteligente
Si no hay más alternativa que endeudarse para cumplir con los regalos y los gastos de diciembre, los analistas sugieren hacerlo de “manera inteligente”.
Ricardo Ibáñez brinda una regla de oro: “Mientras más fácil te entregan el crédito, más caro se paga”, por lo que pide no aceptar impulsivamente un préstamo o una tarjeta en esta época del año.
También advierte que los avances en efectivo son rápidos, “pero más caros”, y explica que los créditos preaprobados generalmente tienen “tasas de interés mayores” que los evaluados tradicionalmente.
Un consejo más del abogado es evitar repactaciones —modificar las condiciones de un préstamo existente— y el pago mínimo de tarjetas de crédito, puesto que generará altos intereses.

Gregorio Gandini dice que si la intención es usar tarjeta de crédito para las compras navideñas, “es necesario estandarizar las cuotas y no diferir los pagos a un largo plazo”; de lo contrario, los intereses podrían absorber los ingresos el próximo año.
Juan Camilo Quintana ahonda en este tema, planteando que lo mejor es comprar a una sola cuota —aunque los analistas coinciden en que, si no hay más opción, puede ser entre tres y seis—. Además, invita a la reflexión antes de comprar.
“Si sabes que no puedes pagar el saldo a final de mes, lo mejor es reducir el presupuesto y dar un regalo más económico, que endeudarse o recibir el nuevo año con dolores de cabeza por exceso del uso de las tarjetas de crédito”, comenta.
¿Cómo proteger la prima o el aguinaldo?
Ricardo Ibáñez recomienda una pauta de gasto en diciembre, que podría ayudar a proteger el dinero recibido por concepto de prima de servicios o aguinaldo, dependiendo del país en la región: “Destinar máximo 10% del ingreso mensual líquido en el gasto navideño”.
Para un ingreso de US$2.000 —que puede ser solamente producto del salario o incluir la prima/aguinaldo—, la sugerencia es gastar máximo US$200 en regalos.
El experto recuerda que enero y febrero traen consigo gastos importantes, como los útiles escolares y el pago de impuestos.
Juan Camilo Quintana aconseja tomar una parte de la prima/aguinaldo, el 70%, por ejemplo, y enviarla a un fondo o fiducia que genere rentas, para evitar que se esfume.
“No pienses en gastarlo todo de una vez y, más bien, ver ese 70% como un respaldo para el siguiente año y contar con el 30% para los gastos navideños”, dice.
Bonus track
Ricardo Ibáñez invita a seguir estas estrategias para reducir costos en la temporada de fin de año:
- Implementar dinámicas de “amigo secreto” en grupos grandes (familia, amistades, compañeros).
- Coordinar vacaciones compartidas para dividir costos de arriendo y traslados.
- Usar aplicaciones para arrendar propiedades entre varias personas.
- Distribuir gastos familiares: no debe recaer todo en el dueño de casa.
- Entender que la economía funciona bajo un principio básico: “Yo te presto, tú me pagas”.
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