Buenos Aires — La inflación en dólares comienza a convertirse en un problema a la hora de armar un portafolio en Argentina. El dólar contado con liquidación cerró el 14 de febrero en $1.174,95, apenas 18,5% por encima del precio que tenía un día antes de que asumiera la Presidencia Javier Milei, mientras que en diciembre y enero el Índice de Precios al Consumidor en pesos subió más del 51%. La dinámica obliga a quienes invierten en bonos soberanos en dólares, o aquellos que pretendan hacerlo, a tener en cuenta este factor que afecta a los papeles en moneda dura.
Un informe del analista financiero Salvador Di Stéfano señala al respecto: “La inflación para el año 2024 la estimamos en 230,7%, mientras que la tasa de devaluación la estimamos en 125,7% anual. Según estos datos la tasa de inflación en dólares se ubicaría en el 46,5% anual. Si medimos la inflación en dólares tomando como base el dólar contado con liqui (CCL) nos daría una inflación del 60,3% anual”.
Tomando en cuenta este punto de partida, Di Stéfano señala que “las inversiones en bonos soberanos en dólares no lucen atractivas con las estimaciones de tasas de inflación en dólares” que tenemos por delante.
En cambio, el analista destaca que “los bonos en pesos ajustados por inflación pasan a ser una opción muy interesante”, a pesar de ostentar tasas negativas.
Los bonos soberanos no son las únicas inversiones en moneda dura golpeadas por la inflación en dólares: esta situación también impacta en obligaciones negociables y Cedears, entre otros instrumentos. Por ejemplo, un Cedear puede correr por detrás al IPC argentino, por ende a los plazos fijos UVA, aún cuando su acción subyacente esté subiendo en Wall Street.
El rasgo positivo que tienen a favor los bonos soberanos es que sus valuaciones están extremadamente golpeadas (están entre los más baratos del mundo). Por ende, que el upside se concrete finalmente en una suba puede subsanar el bajo cupón que pagan y la mencionada inflación en dólares.
También, existe la posibilidad de que el Gobierno se vea obligado a devaluar y que eso empuje a los dólares financieros, lo que le daría un respiro a los inversores que están parados en papeles en moneda dura.
Escenarios para los bonos ‘hard dollar’
Un informe de la sociedad de Bolsa Allaria Ledesma mencionó tres escenarios posibles para el devenir de los bonos en dólares emitidos por Argentina, en términos de sus cotizaciones.
- Escenario positivo: Se logran aprobar en el Congreso un conjunto de reformas macroeconómicas, entre las que se encuentran la reforma laboral, previsional, superávit fiscal financiero el primer año, cero emisión monetaria para financiar al Tesoro y un aumento de reservas netas por comercio el primer año de U$S10.000 millones. Esto le permite al Gobierno nacional acceder a los mercados de capitales internacionales para refinanciar sus vencimientos en 2025.
- Negativo: Durante el primer semestre de 2024 no se aprueban las reformas anteriormente mencionadas, continúa el déficit y el financiamiento monetario, se intenta cerrar la brecha cambiaria de golpe que sin anclas genera mayor inflación y mayores restricciones cambiarias. En este escenario no se logra el acceso a los mercados internacionales, y debido al aumento de vencimientos se realiza un nuevo canje de bonos con recorte del 30% del capital nominal (en línea con los países que reestructuraron teniendo préstamos del FMI), y se amplía el plazo de repago del capital remanente a 10 años.
- Base: Durante el primer semestre de 2024 no es posible realizar todas las reformas macroeconómicas necesarias, pero algunas sí. Y dado el aumento de los vencimientos de capital de la deuda, se realiza un canje de deuda sin recorte de capital y con un aumento de 1% anual del cupón de interés, pero con un alargamiento de plazo de pago del capital de 10 años.









