Bloomberg Línea — El futuro político de Honduras sigue en el aire, mientras el Consejo Nacional Electoral (CNE) avanza este miércoles con el escrutinio especial de actas, que podría cambiar el resultado preliminar de unas elecciones muy ajustadas.
Más de 2.700 actas presentan inconsistencias y mantienen en suspenso la decisión final en unos comicios marcados por el estrecho margen entre los principales candidatos, en medio de tensiones políticas y sociales en el país.
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El partido gobernante Libertad y Refundación (Libre) convocó a movilizaciones en Tegucigalpa y otras ciudades. Cientos de simpatizantes vestidos de rojo bloquearon este miércoles varios accesos de la capital para exigir la nulidad de los comicios. “Queremos justicia. No aceptamos injerencias extranjeras”, afirmó un manifestante en una de las protestas.
La reacción se da luego de que la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, denunciara el martes un “proceso viciado” y respaldó el llamado de su organización política para anular los comicios, alegando irregularidades y “manipulación externa”. En un evento público, la mandataria aseguró que los resultados de las elecciones “están viciados de nulidad”.
Sin embargo, la noche del martes, el expresidente Manuel Zelaya (2006-2009), coordinador general de Libre y esposo de la presidenta Castro, dijo en X que su propio “conteo nacional de actas” muestra como ganador al candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla.
De acuerdo con Zelaya, el indulto del presidente estadounidense Donald Trump al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, que cumplía una condena de 45 años por delitos de narcotráfico, más “su injerencia en nuestro sistema democrático” al respaldar al candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura a 72 horas de las elecciones, “alteró de manera brutal la intención de voto que favorecía claramente a la candidata Rixi Moncada”.
Nasralla, por su parte, afirmó este miércoles que su equipo posee el 100% de las actas originales y que presentará en una conferencia de prensa lo que calificó como “la realidad del proceso electoral”.
Los resultados preliminares mantienen a Asfura con una ventaja de poco más de 42.000 votos sobre Nasralla. Con el 99,40% de las actas escrutadas, el candidato conservador alcanza el 40,52%, mientras que el aspirante liberal obtiene el 39,48%. En tercer lugar figura Moncada, con el 19,29%.
El CNE informó que alrededor del 14,5% de las actas presentan inconsistencias y serán revisadas en el escrutinio especial en presencia de representantes de los partidos y observadores independientes, en un proceso que podría llevar alrededor de tres días, según reportes de medios locales.
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Las actas en disputa podrían contener suficientes votos para modificar la tendencia actual, por lo que la declaración definitiva del ganador podría prolongarse. La legislación nacional concede al organismo electoral hasta el 30 de diciembre para oficializar los resultados.
En tanto, la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidió agilizar el conteo y resguardar los materiales, aunque reiteró que no existen pruebas de un fraude generalizado.
El organismo también rechazó llamados a alterar el orden público y subrayó que el CNE debe realizar su trabajo sin presiones.
En medio de la creciente tensión, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) advirtió que la anulación total de las elecciones sin pruebas concluyentes de un fraude “estructural y determinante” sería jurídicamente improcedente y políticamente riesgosa. La alma mater señaló que la vía es auditar y corregir inconsistencias, manteniendo el principio de conservación del acto electoral.
El ganador asumirá la presidencia en enero para el período 2026-2030.









