Bloomberg — Los líderes de la Unión Europea incumplieron esta semana el plazo que se habían impuesto para completar un acuerdo de libre comercio con un bloque de países sudamericanos.
En su lugar, intentarán completar el acuerdo con los países del Mercosur -Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay- en enero, según Paula Pinho, portavoz de la Comisión Europea, que se ocupa de los asuntos comerciales de la UE.
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Algunos líderes de la UE han advertido que no completar el acuerdo esta semana lo pondría en peligro por completo. El canciller alemán, Friedrich Merz, declaró el jueves en Bruselas: “Si la UE quiere mantener su credibilidad en la política comercial global, debe tomar decisiones ahora”.
La decisión del jueves se produjo después de que Italia y Francia lideraran una campaña de última hora para retrasar el acuerdo, argumentando que aún carecía de las protecciones adecuadas para los agricultores europeos.
Pero el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo el jueves que había hablado con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien indicó que podría respaldar el acuerdo en enero.
“Me explicó que no está en contra del acuerdo. Simplemente enfrenta cierta vergüenza política debido a los agricultores italianos”, declaró Lula a la prensa el jueves en Brasilia. “Pero confía en poder convencerlos de que acepten el acuerdo”.
Y añadió: “Ella me dijo entonces que, si podemos ser pacientes durante una semana, 10 días, o a lo sumo un mes, Italia apoyará el acuerdo”.
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El acuerdo propuesto es el mayor jamás negociado por las economías europeas, y se ha estado trabajando en él durante 25 años. Durante ese lapso, las conversaciones se han detenido y reiniciado perpetuamente mientras los funcionarios trataban de apaciguar las preocupaciones tanto sobre las protecciones medioambientales como sobre las normas agroalimentarias para el bloque del Mercosur.
El pacto comercial UE-Mercosur crearía un mercado integrado de 780 millones de consumidores, eliminando gradualmente los aranceles sobre bienes como los automóviles y facilitando a Europa el acceso a la vasta industria agrícola del Mercosur. El acuerdo daría a ambas regiones alternativas a EE.UU. después de que el presidente Donald Trump impusiera aranceles en todo el mundo.
En un intento por aprobar el acuerdo esta semana, el Parlamento Europeo y las capitales de la UE acordaron añadir nuevas protecciones para los agricultores europeos que les protegerían de las repentinas oscilaciones de los precios o de las importaciones.
El gobierno brasileño también presionó hasta el último minuto para que el acuerdo cruzara la línea de meta, y Lula advirtió a los líderes europeos de que el acuerdo no se produciría bajo su mandato si no se firmaba este fin de semana.
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Bloomberg Economics ha estimado que el acuerdo impulsaría la economía del bloque Mercosur hasta un 0,7% y la de Europa un 0,1%. Geopolíticamente, también reforzaría la huella de la UE en una región en la que China se ha erigido en un importante proveedor industrial y comprador de materias primas.
“Sería muy frustrante que Europa no lograra un acuerdo con Mercosur cuando ya hemos conseguido aprobar en el Parlamento Europeo esas cláusulas de salvaguardia para el sector primario europeo y lo tenemos todo preparado”, declaró en Bruselas el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, antes del inicio de la cumbre.
Politico informó anteriormente sobre el retraso.
Con la colaboración de Andrea Palasciano y Ewa Krukowska.
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