Bloomberg — Según los estrategas de Bank of America Corp (BAC), el repunte de las acciones a finales de año corre peligro debido a las perspectivas demasiado cautelosas de la Reserva Federal sobre la economía.
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Con el índice S&P 500 a escasa distancia de un máximo histórico, los inversores confían en un escenario, en el mejor de los casos, en el que la Reserva Federal recorte las tasas de interés junto con una inflación a la baja y el crecimiento económico siga siendo resistente.
Pero ese optimismo se pondrá a prueba si el banco central envía señales pesimistas en la reunión de la próxima semana, según Michael Hartnett, estratega de BofA, ya que podrían sugerir una desaceleración económica mayor de lo esperado.
“Lo único que puede frenar el rally de Santa Claus es un recorte dovish de la Fed que provoque una venta en el long-end”, escribió Hartnett en una nota, refiriéndose a los bonos del Tesoro con una fecha de vencimiento más larga.

Las acciones estadounidenses han subido porque los inversores apuestan a que el banco central reducirá aún más las tasas para apuntalar un mercado laboral que se está reblandeciendo. Las apuestas a un recorte de un cuarto de punto en la reunión del 10 de diciembre se han disparado a más del 90% desde el 60% de apenas un mes antes, según los mercados de swaps. Los operadores también han descontado totalmente tres recortes hasta septiembre de 2026.
El S&P 500 se encuentra ahora a un 0,5% de su máximo de octubre, y las tendencias estacionales suelen augurar un repunte a finales de año. Sin embargo, esta vez el mercado se enfrenta a dos acontecimientos de riesgo en forma de informes clave sobre empleo e inflación que se publicarán a finales de diciembre tras haber sido retrasados por el cierre del gobierno.
Hartnett y su equipo también señalan que es probable que la administración estadounidense intervenga para impedir que la inflación se dispare y la tasa de desempleo suba al 5%. Recomiendan posicionarse ante esa posibilidad comprando valores de mediana capitalización “baratos” hasta 2026. También ven el mejor recorrido alcista relativo en los sectores vinculados al ciclo económico, como los constructores de viviendas, los minoristas, los REIT y los valores de transporte.
Los estrategas habían reiterado su preferencia por la renta variable internacional hasta 2025, un llamamiento que resultó acertado ya que el avance del S&P 500 fue a remolque del repunte del índice MSCI All-Country World ex-US.
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