Las desalentadoras estadísticas de la pandemia son un recordatorio de lo que está en juego en la lucha contra el virus.
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Blooomberg — La aplicación de la vacuna contra el Covid-19 ha cobrado impulso en muchas partes del mundo, aumentando la esperanza (pese a la compleja situación en India y otros lugares) de tener las herramientas para controlar el virus y la pandemia. Pero incluso en lugares como Estados Unidos, donde la vacunación masiva ha ayudado a reducir las cifras de contagio, hospitalizaciones y muertes, grandes grupos de la población aún dicen que no tienen intención de vacunarse.

El problema con la elección de no vacunarse va mucho más allá de la protección personal; también se trata de proteger a nuestras comunidades para que no tengamos que volver a pasar por los efectos secundarios, pero muy graves, de la pandemia, mucho más allá de los inconvenientes de los confinamientos. Estoy hablando específicamente sobre el costo que ha tenido en personas que retrasaron visitas al médico, chequeos y tratamientos y que podrían haber pasado por alto diagnósticos tempranos de enfermedades como un nuevo cáncer o uno recurrente, permitiendo que las afecciones empeoren.

Esto quedó claramente en evidencia en la última ronda de informes de resultados de algunas de las compañías farmacéuticas más grandes, que tienen una perspectiva básica sobre los cambios en el cuidado de la salud debido a los tratamientos que ofrecen para el cáncer y otras enfermedades. Estos son solo algunos ejemplos:

GlaxoSmithKline Plc: La farmacéutica británica reveló que, desde el verano pasado (tercer trimestre), las cirugías de extirpación (procedimientos utilizados para reducir masa tumoral en pacientes con cáncer de ovario) habían disminuido 20%, lo que afectó el número de pacientes que iniciaron tratamientos de quimioterapia, según Luke Miels, presidente de productos farmacéuticos mundiales. Eso, a su vez, tuvo un efecto indirecto en la reducción del uso de su medicamento Zejula, que se usa en pacientes tras haberse sometido a cirugía y quimioterapia con un beneficio de supervivencia significativo.

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Merck & Co.: “En oncología, desde el inicio de la pandemia, ha habido una desafortunada reducción en el nivel de exámenes de detección de cáncer, lo que ha resultado en menos diagnósticos de pacientes y una menor cantidad de pacientes nuevos que inicien tratamientos con agentes oncológicos, particularmente en áreas como cáncer de pulmón”, señaló Frank Clyburn, vicepresidente ejecutivo de salud humana. Esto afectó el uso del medicamento más importante de Merck, Keytruda, que ha dado nueva vida a la terapia de muchos cánceres al liberar el propio sistema inmunológico de los pacientes para atacar tumores.

AbbVie Inc.: El gigante de los medicamentos citó “una menor cantidad de pacientes nuevos” que iniciaron tratamiento de leucemia linfocítica crónica (LLC), por lo que el mercado se mantiene “por debajo de los niveles anteriores al Covid”. La CLL es un cáncer de sangre lento a largo plazo que tiene una alta tasa de respuesta a medicamentos como Imbruvica, de AbbVie y J&J, y Calquence, de AstraZeneca Plc.

Además, un estudio realizado en el Reino Unido por Cancer Research U.K. y la Universidad de Cardiff reveló que 45% de las personas con síntomas potenciales de cáncer no buscó asesoría médica entre marzo y agosto de 2020. Combinado con la interrupción a los chequeos de cáncer de rutina causada por la pandemia y retrasos como los descritos por las gigantes farmacéuticas, estos hallazgos sugieren que podría haber un impacto en la salud a largo plazo, con una posible mayor incidencia de cáncer, incluido cáncer en etapa tardía en los años venideros, todo derivado de esos meses de crisis de 2020.

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La buena noticia, para los fabricantes de medicamentos, pero también para la salud pública, es que las farmacéuticas dijeron que esperan que las tasas de diagnóstico y tratamiento regresen a los niveles previos al Covid luego de que las vacunas ayuden a reducir la amenaza para la salud, permitiendo un retorno a rutinas más normales, como chequeos. Pero las desalentadoras estadísticas de la pandemia son un recordatorio de lo que está en juego en la lucha contra el virus y los riesgos más amplios para la salud que plantearía un nuevo brote de Covid.

En conclusión: por el amor de su familia y amigos que corren el riesgo de cáncer y otras enfermedades graves, si no es su propia protección, vacúnese y vacune a su familia lo antes posible. Esta es la mejor arma que tenemos contra la pandemia y su gran cantidad de efectos secundarios.