Ciudad de México — Rogelio Ramírez de la O aceptará tomar oficialmente la tarde de este martes el mando de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a la mitad del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y en medio de un proceso de recuperación económica. Como la tercera mente económica de la administración, su primera tarea será la de elaborar un paquete económico cuyas claves se centrarán en Pemex, la petrolera más endeudada del mundo y una reforma fiscal, esto sin descuidar la deuda, el equilibrio del gasto y las obras estrella de infraestructura.
El economista, sin ser ratificado oficialmente, asumió el cargo el 16 de julio. Será apenas este martes cuando finalmente sea ratificado por la Cámara de Diputados, luego de que el 9 de junio el presidente anunciara en un video de YouTube que el ahora exsecretario, Arturo Herrera, sería propuesto como gobernador de Banco de México en lugar de Alejandro Díaz de León.
Será el principal consejero económico del presidente en el gabinete, aunque tras bambalinas, amigo y colega. Colaboradores cercanos al nuevo titular de Hacienda aseguran que Ramírez de la O no ha dejado de ser la mano derecha y técnica de AMLO en temas de crecimiento y desarrollo económicos desde finales de la década de 1990.
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Economista por la UNAM y doctor en Economía por la Universidad de Cambridge, a la nueva cara de las finanzas públicas en México le sobran calificativos y los primeros emanan de la boca del mismo AMLO, quien lo define como un “economista con dimensión social” que le ayuda a entender por qué no funcionan determinados modelos económicos.
“A la Secretaría de Hacienda llega un maestro de la economía, doctor en economía, y un hombre experimentado y serio”
dijo López Obrador el 9 de junio
En el mundo económico lo definen como un economista sólido, conocedor de la macroeconomía y de las finanzas públicas y con un perfil técnico que ha trabajado para el sector privado, pero con capacidad para conducir la hacienda pública. También es silencioso en su operar, planear tras bambalinas y dar resultados.
En el sector privado ha sido consejero independiente de Consorcio Peña Verde, Reaseguradora Patria, Grupo Modelo y miembro de instituciones internacionales privadas involucradas en políticas económicas globales y regionales en México, Estados Unidos y Canadá.
El hombre de confianza
Ramírez de la O llega a Hacienda, pero no es ningún personaje desconocido para el gabinete presidencial actual, como tampoco para políticos de Morena, el partido del presidente, o funcionarios del ámbito económico.
Formó parte del equipo económico en la primera campaña presidencial de AMLO en 2006; en las reuniones que el político tabasqueño organizaba para delinear su proyecto de nación, Ramírez de la O coincidió con Claudia Sheinbaum, hoy jefa de gobierno de Ciudad de México, y con Gerardo Esquivel, quien hoy es subgobernador de Banco de México (Banxico).
López Obrador volvió a postularse a la presidencia en las elecciones de 2012 y como parte de su campaña anunció al gabinete que lo acompañaría de ganar los comicios. En aquella ocasión anunció a Ramírez de la O como su propuesta para encabezar la Secretaría de Hacienda, en caso de ganar la elección.
Aquel año, en 2012, al secretario le tocó compartir el gabinete con Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente, Adolfo Hellmund, Javier Jiménez Espriú, Miguel Torruco, Claudia Sheinbaum, María Luisa Albores y Bertha Luján, algunos políticos que hoy permanecen cercanos a AMLO en el gabinete actual, hasta 2024.
Mario Di Costanzo, consultor y exfuncionario en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, cuenta que trabajó con Ramírez de la O en los años 2005 y 2006, en la época del desafuero, haciendo “números” para el plan de gobierno de López Obrador. La elección presidencial de 2006 se perdió y se proclamó un gobierno legítimo.
“Rogelio no aceptó ser el secretario de Hacienda del gobierno legítimo. En ese momento, dijo, ‘que sea Mario’, yo no conocía a AMLO, pero por recomendación de Rogelio, es como me propuso a mi como secretario de Hacienda”, refirió.
Di Constanzo conoció a AMLO el día que Ramírez de la O lo propuso. Eso sucedió porque López Obrador le tenía toda la confianza al hoy titular de Hacienda. La ventaja, agrega, es que es una persona a la que AMLO escucha, confía en él, lo que define como algo muy relevante, considerando la verticalidad de las decisiones en Palacio Nacional.
Tiene el 100% de su confianza. Yo te puedo decir que confía más en él que en Carlos Urzúa o Arturo Herrera
Mario Di Costanzo
Luis Foncerrada, economista en Jefe de Amcham México y quien fuera director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) durante 13 años, cuenta que tras sostener diversas pláticas con Ramírez de la O, asegura también que el presidente le tiene confianza y, con un perfil más discreto que público, se concentrará en su nueva encomienda.
Creo que si alguien puede hacer algo, es Ramírez de la O, creo que el presidente le tiene confianza, lo conoce desde hace mucho tiempo, lo estima y lo respeta, esa es mi percepción
afirmó
Como en la equitación
Ramírez de la O es fan de los caballos y practica de forma amateur la equitación. Los expertos de esa disciplina sostienen que los jinetes en este deporte deben conocer a la perfección el caballo, así como saber montar y conducirlo con precisión. En un momento de recuperación económica, el secretario aplicará las técnicas de este arte ecuestre, aunque no solo en la estadística, también en la relación con el gremio empresarial mexicano, cuya relación los últimos tres años ha pasado por un campo minado.
La ventaja de Ramírez de la O, un elemento funcional para el presidente, es su cercanía con el sector privado. El presidente López Obrador ya se ha recargado en otros personajes cercanos a los empresarios, como su otra mano derecha, Alfonso Romo, sin embargo, esto no impidió que se generaran choques entre gobierno y privados por algunas decisiones presidenciales, principalmente en el sector energético y asuntos fiscales.
El nuevo secretario de Hacienda llegará a partir de este martes con el principal objetivo de equilibrar los diversos frentes y con solo tres años para ayudarle al presidente, como su hombre de confianza, a lograr las promesas económicas de campaña que lo coloquen en un mejor lugar hacia las elecciones presidenciales de 2024.
