Bloomberg — El banco central de Brasil elevó sus tasas de interés clave en un punto porcentual completo, su mayor alza desde 2003, y prometió otro aumento similar para septiembre, a medida que la reapertura económica del país y una sequía severa elevan las expectativas del mercado de que la inflación se mantendrá por encima del objetivo hasta el próximo año.
Los encargados de política monetaria elevaron la tasa tasa Selic a 5,25% el miércoles, en consonancia con los pronósticos de todos menos dos de los 41 analistas encuestados por Bloomberg. Los economistas restantes pronostican un cuarto aumento consecutivo de 75 puntos básicos.
“Para la próxima reunión, el comité prevé otro ajuste de la misma magnitud”, escribieron los funcionarios en un comunicado que acompaña a la decisión. “Los pasos futuros de la política podrían ajustarse para alcanzar la meta de inflación”.
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El banco central de Brasil, encabezado por su presidente, Roberto Campos Neto, ha estado entre los más agresivos del mundo, habiendo aumentado las tasas en 325 puntos básicos desde marzo. Pero las presiones sobre los precios aumentan a medida que los funcionarios locales relajan las últimas restricciones del virus vigentes, lo que obliga a los encargados de política a hacer un esfuerzo aún mayor para alcanzar la meta de inflación del próximo año.
“En Brasil, entre los impulsores de la inflación están los alimentos básicos y los efectos de la crisis climática a raíz de la sequía”, dijo Alejandro Cuadrado, estratega para América Latina del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, antes de la decisión sobre las tasas. “Brasil es el único país de la región que ha sido realmente agresivo al respecto”.
A mediados de julio, la inflación anual alcanzó un 8,59%, por encima del objetivo de 3,75% de este año. Analistas encuestados por la autoridad monetaria prevén que los precios al consumidor estarán por encima del objetivo tanto este año como el próximo, aunque esperan que los costos de endeudamiento aumenten a 7% en diciembre.
Si bien el virus todavía está matando a casi 1,000 personas en Brasil por día, la cifra es menor al pico de más de 4,200. Las tasas de ocupación hospitalaria también han caído. Las unidades de cuidados intensivos en todo el país tienen una ocupación de entre un 60% y un 65%, frente a más del 95% a principios de este año.
