Bogotá — Moody’s Investor Services afirmó la calificación de la deuda de Grupo Aval y de Grupo Aval Limited en Ba2 y mejoró la perspectiva de calificación de negativa a estable.
La calificación de Grupo Aval por parte de Moody’s tiene en cuenta la subordinación estructural de las obligaciones de la holding a las de Banco de Bogotá y sus subsidiarias al representar el 68% de la cartera consolidada del Grupo y que Grupo Aval garantiza irrevocable e incondicionalmente los bonos de Grupo Aval Limited.
En su comunicado, Moody’s reconoce el comportamiento estable del indicador de doble apalancamiento del Grupo Aval (119% en marzo de 2021) y su alto nivel de cobertura de intereses respaldado por un fuerte flujo de dividendos de sus subsidiarias en Colombia.
El cambio de perspectiva de la calificación de negativa a estable la atribuye a los sólidos y consistentes resultados financieros del Banco de Bogotá, su manejo adecuado del riesgo y de las presiones de capital.
En su comunicado, la calificadora dice que la afirmación del BCA del Banco de Bogotá reconoce la sólida y resistente generación de utilidades del banco, que se mantuvo durante 2020, y su acceso constante a depósitos minoristas de bajo costo que benefician la liquidez y los márgenes.
Agrega que estas fortalezas están contrarrestadas por los colchones de capital relativamente bajos del banco, con una relación de capital común tangible (TCE) / activos ponderados por riesgo (RWA) de 8.4% a marzo de 2021, y sus exposiciones a entornos operativos más riesgosos en Centroamérica.
Las métricas de calidad de activos del Banco de Bogotá permanecen relativamente contenidas desde 2020 con los préstamos de la Etapa 3 que representaron el 5,9% de los préstamos brutos en marzo de 2021, 70 puntos básicos por encima del nivel a fines de 2019.
Igualmente, sostiene que los préstamos que aún se benefician de las medidas de alivio representaron casi el 15% del total de préstamos en marzo de 2021, una cartera que podría seguir afectando los riesgos de los activos en la segunda mitad de 2021, aunque la mitad de esos préstamos ya incluyen un calendario de pagos activo y están sujetos a clasificación de deudores.
De otra parte, dice que las reservas para insolvencias se ubicaron en 5.2% de los préstamos brutos a marzo de 2021, lo que ayudará a mitigar el impacto de futuros deterioros que pudieran surgir de sus operaciones en países centroamericanos que tienen entornos operativos más débiles. La afirmación captura la opinión de Moody’s de que, incluso si se ejerce más presión sobre el banco.
La rentabilidad del banco es un factor clave y se mantuvo más alta que sus pares en 2020 y el primer trimestre de 2021, a pesar de que aún se encuentra por debajo de los niveles prepandémicos.