Bloomberg — Estados Unidos desplegó equipos de búsqueda y rescate para ayudar a encontrar sobrevivientes entre los escombros de los edificios derrumbados en Haití, a medida que el número de víctimas mortales continuó ascendiendo tras el fuerte terremoto del sábado.
Al menos 1.297 personas murieron tras el terremoto de 7,2 grados de magnitud que sacudió la costa de Haití, según la agencia de protección civil del país. El terremoto fue seguido por una serie de réplicas, mientras que se prevé que la tormenta tropical Grace golpee el país el lunes.
El sismo se produjo a 12 kilómetros al noreste de la ciudad de Saint-Luis du Sud, en la península de Tiburón, al suroeste del país.
El Primer Ministro Ariel Henry declaró el estado de emergencia y prometió “movilizar todos los recursos de mi administración para ayudar a las víctimas.”
El terremoto y las réplicas dañaron iglesias, hoteles, hospitales y viviendas. También provocó un gran corrimiento de tierras que bloqueó la carretera principal de Les Cayes a Jeremie, en el extremo suroccidental de la isla.
El hecho tuvo lugar mientras nación seguía conmocionada por el asesinato del Presidente Jovenel Moïse el 7 de julio.
El temblor ocurrió en la misma falla que causó el devastador terremoto de 2010 que mató a más de 200.000 personas en Haití, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
“El terremoto de hoy es un nuevo revés para Haití, que se suma a la inestabilidad política y al empeoramiento de la violencia, Covid-19 y el aumento de la inseguridad alimentaria”, dijo Cara Buck, directora en funciones de Haití de la agencia de ayuda Mercy Corps, en un comunicado desde Puerto Príncipe.
-- Con la ayuda de Cyntia Barrera Díaz, Ezra Fieser y Andrea Navarro.
