Brasil podría obtener US$9.000 millones al año con impuestos al juego

La idea es controvertida y probablemente desagradaría a un sector que apoya al actual presidente.

Ruleta de juego
Por Daniel Carvalho - Martha Viotti Beck
24 de septiembre, 2021 | 07:08 AM

Bloomberg — La reforma del impuesto sobre la renta de Brasil podría ajustarse para incluir la legalización de los juegos de azar, lo que generaría hasta 50.000 millones de reales (US$9.500 millones) al año para las arcas públicas, según el relator del proyecto de ley en el Senado.

La idea es controvertida, ya que probablemente desagradaría a la base evangélica del presidente Jair Bolsonaro de cara a las elecciones de 2022, pero el senador Angelo Coronel dice que es una forma eficaz de recaudar fondos para ayudar al gobierno a compensar recortes más audaces en los impuestos corporativos.

Paulo Guedesdfd

Si hay pérdida de ingresos con la reforma, tenemos que encontrar alternativas”, dijo Coronel, que también es el ponente de otro proyecto de ley que busca legalizar el juego, en una entrevista el miércoles a Bloomberg News. “Una de ellas podría ser los impuestos al juego”.

La reforma del impuesto sobre la renta patrocinada por el ministro de Economía, Paulo Guedes, necesita ser aprobada antes de fin de año para financiar un nuevo programa social que Bolsonaro pretende lanzar el próximo año. La iniciativa ha enfrentado a la oposición de los sectores financiero e industrial que se oponen a la propuesta de un impuesto del 15% sobre los dividendos. El proyecto de ley fue aprobado por la Cámara Baja por un amplio margen de votos, pero el apoyo en el Senado es menor.

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Los senadores solo respaldarán un impuesto sobre los dividendos si no equivale a una doble imposición para las empresas, dijo Coronel. “Si hacemos una reforma tributaria en la que no vamos a bajar impuestos, no es una reforma”, dijo.

El Senado realizará al menos cuatro audiencias públicas con grupos empresariales para debatir la propuesta. El 27 de septiembre, el relator se reunirá con Guedes para discutir el proyecto de ley.

Coronel espera que el Senado vote sobre el proyecto de ley en noviembre. Si hay cambios, tendrá que pasar a una segunda votación en la cámara baja.