En 30 años Colombia ha hecho una reforma al mercado laboral cada 4 meses

Tras varios meses de espera, el grupo de expertos que integró la más reciente Misión de Empleo en Colombia entregó, entre otras cosas, sus diagnósticos del mercado laboral y sistema de protección social junto a sugerencias para hacerlos más eficientes y que su cobertura sea más equitativa.

En julio de 2020, en plena crisis del coronavirus que afectó en gran medida a mujeres y jóvenes en términos de empleabilidad, Colombia instaló la Misión en la que contó con varios expertos, entre ellos el líder internacional Santiago Levy, economista mexicano reconocido por ser el arquitecto principal del programa social Progresa-Oportunidades que beneficia a la población vulnerable de México vía transferencias condicionadas.

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“El reporte señala que la compleja problemática del mercado laboral tiene múltiples raíces, y que a situación actual no es producto de ninguna política individual sino el resultado acumulado de reformas aisladas a diversas regulaciones, que no han reconocido las especificidades del mercado laboral colombiano, y han carecido de la coherencia necesaria para ser exitosas”, dice un apartado del informe de la Misión de Empleo.

“El funcionamiento del mercado laboral en Colombia obstaculiza el camino hacia una sociedad más próspera e incluyente. Su mal funcionamiento se refleja en dos dimensiones: en la de bienestar social y en la de crecimiento económico”,

Misión de Empleo.

Según se expone en el documento, “en las últimas tres décadas hasta 2019 se han observado 93 reformas de importancia (al mercado laboral y afines); en promedio una cada cuatro meses”.

De ese total y por grandes segmentos, la mayoría de reformas de los últimos 30 años se han hecho en: salud y riesgos laborales (23), seguido por pensiones y protección a la vejez (16) y regulación de despido y protección al cesante, y capacitación al empleo, cada una de estas con 13 modificaciones. Las restantes han sido en parafiscalidad (12) y bienestar del trabajador (8).

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Pese a las buenas intenciones de las reformas, dice la Misión, estas “no han tenido la coherencia necesaria, y si bien en algunos casos han posibilitado avanzar en ciertas dimensiones, han significado retrocesos en otras”.

“Mirando hacia atrás, las reformas no han tenido en mente, al mismo tiempo, las dos dimensiones claves que se requieren para un mercado laboral funcional, la de bienestar social y la de productividad y crecimiento económico; y en el fondo no han generado un buen resultado en ninguna de las dos",

Misión de Empleo.

Dado lo anterior, una de las principales recomendaciones de la Misión es construir una visión objetivo que amplíe y mejore la protección social en el contexto de un mercado laboral menos segmentado y más favorable a la productividad. Esto, a través de un conjunto de reformas con metas consistentes a conseguir lo expuesto.

¿Cómo hacer para que la Misión no se quede en el papel?

En Colombia se suelen hacer misiones con expertos en diferentes temáticas, lo cual es válido, sin embargo para muchos esas sugerencias terminan quedando en el papel pues su implementación se dificulta o simplemente no se lleva a cabo. ¿Qué hacer para evitar esto con la de empleo?

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“Lo primero es el diálogo social, empezar a difundir esas recomendaciones y trabajarlas con los diferentes sectores”, tal como lo anunció el Gobierno, resaltó Mauricio Olivera, director de Econometría y exviceministro de Trabajo, al agregar que también es clave que el siguiente Gobierno dé prioridad al empleo y tenga en cuenta dichas recomendaciones.

Para Germán Machado, docente de economía de la Universidad de los Andes, aunque el diagnóstico no es nuevo y tampoco lo son las recomendaciones del informe, “para que ésta no sea una recomendación que queda en el cajón, se necesitan tres cosas fundamentales que han hecho falta en tiempos recientes: voluntad del Gobierno para darse peleas duras, habilidad para comunicar por qué las reformas impopulares son necesarias y capacidad para construir consensos y sacar adelante reformas estructurales”.

“Lo que ha quedado en evidencia con el informe revelado es que una reforma laboral que acoja las recomendaciones de la Misión de Empleo va inevitablemente ligada a una reforma tributaria y a una reforma pensional, y ese paquete de reformas es sumamente costoso políticamente”,

Germán Machado.

Desde la visión de Diana Cárdenas, consultora de la firma Inclusión y experta en protección social y salud, convertir las recomendaciones de la Misión en Empleo en una agenda programática dependerá del interés de la actual administración y la próxima en construir esa ruta de manera clara.

“Yo clasificaría las recomendaciones de la Misión de Empleo en términos de reformas de tipo legal y otras operacionales. Los de tipo legal requieren construir consensos, creo que lo más sensato en estos meses es promover el debate de esas ideas al menos desde la perspectiva de las diferentes campañas, de lo contrario quedarán en el anaquel”, agregó Cárdenas.

Por último Maribel Castillo, PhD profesora de la Universidad del Valle, destacó que lo clave es pensar en reformas estructurales y no desligadas, aunque seguramente es un esfuerzo a largo plazo. De otro lado, criticó que no hubo un foco claro en equidad laboral mas allá de lo ampliamente reconocido. “Creo que a la crisis del mercado laboral femenino, asociado entre otras cosas al cuidado, no se le dio la importancia que requiere con una propuesta puntual”.