¿Cómo evolucionó el crédito en Argentina durante 2021?

Buenos Aires — La Argentina enfrentó el 2021 con diversas turbulencias económicas, en medio de la pandemia y las dilatadas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y con una aceleración de la inflación.

Las principales variables cerraron 2021 con un ritmo dispar y, de hecho, el mismo Gobierno se refirió en reiteradas oportunidades a una economía que va “a dos velocidades”.

En ese escenario, lo ocurrido en materia crediticia no pudo escapar a la heterogeneidad del panorama. Sin embargo, en el global, la cartera de crédito total del país concluyó el año con una contracción del 3,6% en términos reales, de acuerdo a la consultora Analytica.

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Señales de recuperación en diciembre

De acuerdo con datos difundidos por el Banco Central, los préstamos en pesos al sector privado, en términos reales y sin estacionalidad, experimentaron en diciembre una expansión mensual de 1,9%, con lo que acumularon cuatro meses consecutivos de aumento, con un significativo repunte de las líneas comerciales y los créditos prendarios.

“Medido en términos del PIB, el financiamiento bancario en pesos al sector privado ascendió en diciembre a 7,5%, 0,3 puntos por encima del valor registrado el mes previo”, manifestó la autoridad monetaria.

Por su parte, Guillermo Barbero, socio de First Capital Group, analizó que “en el primer semestre fue bastante lento el movimiento de los créditos y en la segunda mitad del año empezó a crecer, como reflejo de mayores aperturas”.

“Algunos alcanzaron a empatar a la inflación. De hecho, los comerciales terminaron con un crecimiento muy modesto, de 4,1% en términos reales, a causa de que en el último trimestre lograron recuperar un 15,6″, puntualizó en diálogo con Bloomberg Línea.

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El recorrido en 2021

“A lo largo del año pasado el crédito real cayó 3,6% respecto de 2020, pareciendo no responder contrariamente a la pasividad de las tasas de interés”, consideró Tomás Álvarez Kuhnle, economista de Analytica.

Sin embargo, aclaró que “el comportamiento dentro de las líneas de crédito fue heterogéneo”. Así, ejemplificó: “En cuanto a los préstamos comerciales, se destacaron los que se destinan a la inversión productiva, sobre todo al financiamiento del capital de trabajo”.

“El crecimiento de este segmento se explica por la recuperación en el nivel de actividad y una tasa negativa promedio del -7%, luego de cuatro años de ser positiva”, analizó en diálogo con Bloomberg Línea.

El balance de los créditos hipotecarios

Con relación a las líneas de créditos hipotecarios, incluidos los UVA que ajustan por inflación, First Capital Group calculó sobre datos informados por el Banco Central, que en diciembre se dio un avance interanual equivalente al 33,3% en términos nominales. Se trata de una caída en términos reales ante una Índice de Precios al Consumidor que cerró el año en 50,9%.

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Sin embargo, los números de diciembre reflejan una mejora de cara a 2022. “Podemos afirmar que seguramente el crecimiento será por sobre la inflación del período. Es decir, tendremos un crecimiento en términos reales”, pronosticó Barbero.

Además, destacó que “los préstamos dirigidos a la ampliación y refacción de inmuebles se mantienen como una buena alternativa que utilizan las familias para capitalizarse”.

Las tarjetas, con un comportamiento “irregular”

Por su parte, las tarjetas de crédito registraron una suba interanual del 58,7% en diciembre, aunque, “con un comportamiento mensual irregular”. “En diciembre disminuyeron un 22,3% respecto del mes anterior. Aquí se aprecia la influencia que ha tenido la disposición que prohibió el uso de cuotas para servicios turísticos en dólares”, puntualizó.

Barbero también apuntó al “recrudecimiento de los contagios”, lo cual “puso un freno inesperado a los viajes entre países”.

¿Qué ocurrió con los créditos personales?

First Capital Group resaltó que por décimo mes consecutivo los créditos personales finalizaron en alza, aunque diciembre presentó el mes con menor variación positiva del último semestre, lo cual se explica por “la menor cantidad de días hábiles bancarios y la incidencia que tiene el cobro del aguinaldo sobre la demanda del público”, argumentó Guillermo Barbero.

Desde Banco Galicia indicaron que “los préstamos personales a individuos en la variación interanual acumulada tuvieron un crecimiento de más del 100% en términos nominales”.

La entidad financiera evaluó que ello responde a “la multiplicidad de productos y flujos nuevos que se lanzaron durante el 2021, empujado por una estrategia de microcréditos que contribuyó de gran manera a incluir más clientes calificados que puedan financiar diariamente compras que hayan realizado con su tarjeta de débito”.

El mundo empresarial

En el ámbito de las empresas, Banco Galicia consideró que “los principales productos activos fueron el descuento de cheques que aportó más de la mitad de la colocación y tuvo un crecimiento superior al 100% respecto del volumen del año anterior”.

Luego se ubicaron “los préstamos financieros con y sin garantía, que mantuvieron un muy buen ritmo a lo largo de todo el año”, señaló el banco que además destacó un crecimiento a nivel general en los créditos.

“Durante 2021, Banco Galicia tuvo un crecimiento interanual acumulado en la colocación de préstamos de aproximadamente un 42% en términos nominales respecto del volumen y de más del 100% con relación a la cantidad de operaciones”, expresó.

La estructura de los préstamos

Desde BBVA, precisaron que el 60% de la estructura de los préstamos privados netos respondió al sector minorista, incluyendo las tarjetas de crédito corporativas. Luego se ubicó el sector MiPyME, con un 30%. Tras ello se posicionó el segmento corporativo con un 9% y el público-financiero con 1%.

Al referirse a los préstamos netos por actividad económica, los datos de la entidad financiera expresan que un 58% respondió al consumo, un 11% a manufacturas, un 13% a “otros”, mientras que un 6% fue para el comercio por mayor y por menor.

En tanto, un 5% correspondió a la minería, un 4% a la agricultura y ganadería, al tiempo que con 1% siguieron construcción, transporte, servicios y sector financiero.

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