Bloomberg — La dimisión de Boris Johnson como primer ministro puede aliviar la sensación de caos político, pero no solucionará los profundos problemas económicos que aquejan a la economía del Reino Unido.
Esa es la opinión de los inversores y los estrategas del mercado, que dijeron que siguen siendo bajistas en los activos británicos luego de que se conociera la noticia de que Johnson dejaría su cargo, algo que anunció poco despué. La reacción inmediata del mercado fue positiva, y la libra volvió a subir por encima de los 1,20 dólares. El índice FTSE 100 subió junto con otros índices bursátiles mundiales.
Sin embargo, los operadores no tienen mucha fe en esta subida. La libra ya se ha depreciado un 11% frente al dólar este año y está cada vez más a merced del sentimiento de riesgo global. Los inversores están más preocupados por la dirección de la política monetaria del Banco de Inglaterra que por quien reside en Downing Street. E incluso así, el gobernador Andrew Bailey y sus compañeros, que fijan las tasas de interés, dicen que pueden hacer poco ante la interrupción del suministro y el aumento de los costos de la energía.
“No creo que esta dimisión tenga un gran impacto en los mercados”, dijo Micheal Keusch, gestor de fondos de Bellevue Asset Management. “Ciertamente aporta una incertidumbre incremental, pero a nivel general, con todas las grandes incertidumbres reales alrededor, no creo que esto mueva mucho la aguja”.
Está muy lejos de los momentos cuando la libra oscilaba con las noticias políticas del Reino Unido durante las negociaciones del Brexit. Incluso en los primeros meses del mandato de Johnson, la libra subió cuando sustituyó a su ministro de Hacienda.
Eso fue antes de que la pandemia y la guerra de Ucrania hundieran los mercados. Con la inflación en su punto más alto en cuatro décadas, quien sustituya a Johnson como líder del Partido Conservador no va a ser suficiente para cambiar el rumbo de la libra por sí solo.
Se espera que el Banco de Inglaterra se mueva más lentamente que la Fed en lo que respecta al endurecimiento de la política monetaria debido a la débil economía del Reino Unido. Para los operadores de divisas, esa diferencia de tasas hace que la libra sea menos atractiva.
“Hay una cacofonía de problemas en el plato del próximo Primer Ministro, sin olvidar la crisis del costo de la vida que está causando tanto dolor financiero a los votantes”, dijo Susannah Streeter, analista senior de inversiones y mercados de Hargreaves Lansdown.
Esto es lo que dijeron otros participantes en el mercado:
Neil Jones, jefe de ventas de divisas a instituciones financieras de Mizuho:
“Parece que una serie de señales de compra tras los titulares compraron la libra”, dijo. “Pero mi sensación es que los participantes a largo plazo seguirán vendiendo. La libra estaba siendo vendida antes de la incertidumbre política y debería seguir con la tendencia a la baja”.
Valentin Marinov, jefe de investigación de divisas del G10 en Credit Agricole:
“Los mercados de divisas esperan que cualquier nuevo líder se esfuerce por restaurar la unidad del partido y permita a los tories gobernar con mayor eficacia en un momento en que la crisis del costo de la vida proyecta una larga sombra sobre la economía”, dijo. “Algunos clientes piensan, además, que cualquier nuevo gobierno se vería presionado por los parlamentarios tories a realizar “recortes de impuestos” en un intento de impulsar el crecimiento”.
Esty Dwek, director de inversiones de Flowbank SA:
“Las acciones del Reino Unido tienden a moverse más con los índices globales que con los desarrollos puramente británicos. El sentimiento es más positivo esta mañana en todos los mercados, por lo que ver un movimiento al alza no es sorprendente. También existe la esperanza de que pueda llegar más apoyo del gobierno, ya que Boris Johnson intenta apuntalar su primer ministro.”
