El 2022 será recordado, en términos financieros, por el fin de la laxitud monetaria: los bancos centrales endurecieron sus tasas de interés para combatir la inflación y eso generó algunos movimientos negativos para los inversores:
- Caídas fuertes en los mercados de valores
- Derrumbe de las criptomonedas
- Fortalecimiento del dólar, aunque varias monedas latinoamericanas resistieron
A continuación, Bloomberg Línea resume en 10 gráficos los movimientos financieros que más impactaron en las carteras de los inversores latinoamericanos o en los países.
1. El endurecimiento de tasas de la Fed
La Reserva Federal de los Estados Unidos, al igual que los principales banco centrales del mundo, decidió ponerle un freno a la inflación, subiendo la tasa.
Al empezar el año, la tasa de la Fed se encontraba en 0,5% y cierra el 2022 en 4,5%. Este movimiento explica mucho de lo que se verá en los próximos gráficos.
2. El derrumbe de las tecnológicas
Entre los valores de Wall Street, los que más sufrieron fueron los tecnológicos, algo que se refleja en el derrumbe del índice Nasdaq, que retrocedió más de 33% a lo largo del año.
3. El S&P 500 también padeció
El S&P 500, con fuerte ponderación tecnológico, también cerró un año para el olvido, que puso freno a un bull market que parecía interminable. Cierra el año 19% abajo.
4. El indicador industrial, con bajas más moderadas
El indicador más referencial del sector industrial, es decir el Dow Jones, cierra un 2022 con una baja moderada del 8,6%.
5. Rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años
El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años de los Estados Unidos creció con fuerza durante 2022, dato que suele jugarle en contra a los activos de riesgo.
6. La inflación empieza a ceder en Estados Unidos
Tanto en Estados Unidos como en el mundo, la inflación empieza a ceder. Cuando aún faltan los datos de diciembre, en noviembre los precios en el gigante del Norte tuvieron un incremento interanual de 7,1%, bastante por debajo del techo de 9,1% alcanzado en junio.
7. Las energéticas, grandes ganadoras en este contexto
Los que apostaron por el sector energético, fueron los más afortunados en este 2022, dado que la guerra en Ucrania hizo subir fuertemente el precio de estos activos. Dicho movimiento puede observarse al ver la evolución del ETF (fondo cotizado) XLE, que invierte en compañías del sector.
El Energy Select Sector SPDR Fund, tal es el nombre oficial del XLE, ganó un 56,6% en 2022.
8. Los bonos emergentes sucumbieron
En un año difícil para la renta fija internacional, la deuda de los países generó pérdidas a los inversores. El índice de bonos emergentes de JP Morgan tuvo un retroceso de 21,3%.
9. Las monedas de América Latina resistieron frente al dólar
El índice LACI, que recoge el rendimiento de las principales monedas latinoamericanas frente a la divisa estadounidense, mostró una gran resiliencia ante el fortalecimiento del dólar.
A lo largo del año, el LACI retrocedió apenas 2,7%, aunque de no ser por la permanente devaluación argentina (el dólar se apreció 72,1% nominal frente al peso de aquel país) podría haber terminado positivo. Las principales monedas latinoamericanas (el peso mexicano y el real brasileño) también el año más apreciadas frente al dólar que lo que lo habían empezado.
10. El colapso de las criptomonedas
Las criptomonedas estuvieron entre los activos más afectados por la suba de las tasas de interés, además de problemas al interior del ecosistema.
Como prueba de ello, el Bitcoin, la cripto más popular, empezó el 2022 costando US$ 46.333 y lo cierra por debajo de los US$ 17.000.
Bonus track: el ETF de América Latina resistió
Pese a las enormes caídas internacionales en el mercado accionario, el ETF iShares Latin America 40 (ILF), que contiene a las principales acciones latinoamericanas, resistió bastante bien a los avatares del 2022 y cierra el año con un retroceso inferior al 2%.
Estas son las principales tenencias de este fondo administrado por Black Rock:
El 59,97% de la cartera del ILF corresponde a empresas brasileñas; el 24,56% a empresas de México; el 7,05% a empresas de Chile; el 3,58% a empresas de Perú y el 1,87% a empresas de Colombia.
