Bloomberg — Kenia está invitando inversiones para reactivar su otrora glorioso sector turístico, conocido sobre todo por los safaris, las playas de arena blanca y el alpinismo.
A lo largo de los años, el sector ha caído hasta convertirse en la tercera fuente de divisas de Kenia (después de la agricultura y las remesas) tras periodos de turbulencias políticas y atentados terroristas que empañaron la imagen de la nación del este de África. La escasa inversión en instalaciones también ha hecho que muchas propiedades parezcan anticuadas.
Ahora, el Servicio de Fauna y Flora Silvestres de Kenia está ofreciendo a los inversores proyectos en reservas de caza, parques marinos y montañas, restaurantes, un centro de convenciones en la capital, Nairobi, y 71 albergues ecológicos.
Los inversores en campamentos de tiendas y albergues recibirán contratos de arrendamiento de 20 años renovables, mientras que los que se dediquen a restaurantes, tiendas y experiencias diversas podrán firmar contratos de arrendamiento de 10 años renovables, según un prospecto de inversión. Se espera que la inversión privada aumente el número de camas en las propiedades de KWS de 1.841 a 4.872.
“Esta expansión estratégica aumentará significativamente el atractivo de Kenia como destino”, declaró a la prensa el director general de KWS, Erustus Kanga.
El turismo representa el 10,4% del producto internp bruto de Kenia y el 5,5% del empleo formal, según el KWS. Los visitantes internacionales aumentaron un 72% el año pasado, hasta 1,48 millones, mientras que los ingresos crecieron un 83%, hasta 268.100 millones de chelines (US$1.850 millones).
El KWS gestiona 32 parques de caza y marinos, reservas, santuarios y un orfanato de animales salvajes. Alrededor de 2,18 millones de personas visitaron sus atracciones en 2022, según declaró.
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