Bloomberg — El gobierno de Biden está trazando planes para vender derechos de perforación petrolífera en alta mar en el Golfo de México durante los próximos cinco años, a pesar de las objeciones de los ecologistas que sostienen que la medida sería desastrosa para el clima.
El Departamento de Interior descartó adoptar un plan de arrendamiento de petróleo en alta mar que bloqueara completamente las subastas hasta finales de 2028, según personas familiarizadas con las deliberaciones que declinaron ser nombradas porque la medida aún no es pública.
Los defensores de la industria petrolera habían presionado a favor de un sólido calendario de ventas para garantizar un desarrollo y una producción constantes en el Golfo de México, que proporciona aproximadamente el 15% de la producción de crudo estadounidense actual. Pero los ecologistas sostienen que el nuevo arrendamiento no es compatible con la urgente necesidad de descarbonizar el país para mediados de siglo y bloquearía décadas más de actividad petrolera.
La liberación se produce en un momento de disminución de las reservas de crudo y con los futuros del petróleo acercándose a los US$100 el barril. Los nuevos arrendamientos tardarían años en dar lugar a perforaciones exploratorias, y mucho menos a la producción real de crudo.
Un factor importante en la decisión de la administración fue una disposición de la Ley de Reducción de la Inflación que impedía al Departamento del Interior conceder nuevos arrendamientos eólicos marinos a menos que el año anterior hubiera celebrado una venta de arrendamientos petrolíferos que pusiera en juego al menos 60 millones de acres. Se consideró que el requisito, elaborado por el senador Joe Manchin, demócrata de Virginia Occidental, ataba de pies y manos a la agencia y forzaba al menos una subasta petrolera para permitir futuras ventas de derechos eólicos en el Golfo de Maine y frente a la costa de Oregón.
Los portavoces de la Casa Blanca y del Departamento del Interior no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios. Pero el Subsecretario de Interior, Tommy Beaudreau, dijo el jueves a un panel del Senado que el programa quinquenal “está definitivamente informado por la IRA y la conexión que la IRA establece entre el arrendamiento de petróleo y gas en alta mar y el arrendamiento de energías renovables”.
El plan se publicará el viernes, dijo Beaudreau. En ese momento, el Congreso dispondrá de 60 días para revisar el anteproyecto y proponer leyes que introduzcan cambios.
El calendario es un requisito legal previo al arrendamiento de aguas mar adentro para la explotación petrolífera; éste regirá las posibles ventas hasta finales de 2028. Aunque una futura administración diferente podría intentar cambiar el rumbo, el proyecto en sí tarda años en desarrollarse, lo que impide cambios rápidos.
Una propuesta anterior del gobierno de Biden dejaba la puerta abierta a 11 subastas de arrendamientos de petróleo y gas en alta mar: 10 en el Golfo de México y una en la ensenada de Cook, en Alaska. El anterior plan de la era Obama, que expiró el 30 de junio del año pasado, también contenía 11 ventas.
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