Buenos Aires — Banco Macro (BMA) proyecta un retorno sobre el patrimonio (ROE) en torno al 10% para 2026, con un crecimiento de préstamos del 35% en términos reales y de depósitos del 25%, según delinearon sus ejecutivos en la llamada trimestral con analistas e inversores realizada este lunes. El banco también anticipó que podría haber novedades sobre fusiones y adquisiciones (M&A) en un horizonte de 12 a 18 meses.
“Desde ya que stamos alertas y tratando de identificar si hay una oportunidad para hacer uso de este exceso de capital en términos de M&A”, dijo Jorge Scarinci, CFO de la entidad argentina, en durante la llamada trimestral con analistas. “Por supuesto, sabemos que cualquier jugador que esté tratando de salir del juego seguramente va a tocar nuestra puerta, y vamos a analizar el target y los activos, y si es bueno, vamos a ir por él; si no, vamos a esperar por otro”, agregó.
Cabe recordar que el Macro compró al Itaú Argentina por US$50 millones a medidados del 2023.
El banco cerró el tercer trimestre con un ratio de capital del 29,9%, muy por encima de los requerimientos regulatorios, y un exceso de capital de ARS$3,3 billones. Ante consultas por esa demasía, Scarinci indicó que la entidad evaluará cada oportunidad caso por caso, y resaltó que las decisiones de M&A “no dependen solo de nosotros”.
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Morosidad: ¿ya pasó el pico?
Una de las principales preocupaciones de los analistas durante la llamada fue la evolución de la calidad de activos. El ratio de morosidad del banco saltó a 3,02% en el trimestre desde el 2,1% previo, con un deterioro más pronunciado en la cartera de consumo.
Scarinci se mostró optimista respecto al timing del pico. “Creemos que el pico en NPLs debería haber ocurrido entre octubre y noviembre, y eso es lo que estamos viendo en términos del ratio de morosidad”, afirmó. “Lo que estamos viendo en nuestras cosechas es que hay un freno en la tendencia de deterioro, y estamos viendo cierta estabilidad”.
El costo de riesgo alcanzó 6,5% en el tercer trimestre y el management espera que se mantenga en niveles similares en el cuarto trimestre, para luego descender hacia el 5% en 2026. Scarinci explicó que la principal causa del deterioro en la morosidad de todo el sistema fue el aumento de las tasas de interés reales durante el segundo y tercer trimestre.
“Ahora que estamos viendo tasas reales ligeramente positivas y esperamos que esa tendencia se mantenga, creemos que el comportamiento de la cartera se va a normalizar un poco más”, indicó. No obstante, advirtió que con el fuerte crecimiento de la cartera de préstamos —69% real interanual— el sistema debería acostumbrarse a ratios de morosidad “más en el área de 2% a 2,5%” en lugar de los niveles históricamente bajos de años anteriores.
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Guidance 2026 tras un año de transición
El management delineó un panorama de recuperación significativa para el año próximo. Además de un ROE (retorno sobre el patrimonio) en “low 10s” y el crecimiento de préstamos del 35% real, el banco proyecta un margen de intermediación financiera (NIM) en torno al 20%.
“Esperamos que el ingreso neto por intereses crezca ligeramente por encima del 35% de crecimiento real en préstamos”, señaló Scarinci en respuesta a una consulta del analista Pedro Leduc de Itaú BBA. Para el cierre de 2025, el banco mantiene su guidance de ROE en torno al 8%, una meta ambiciosa considerando que el ROE anualizado de los primeros nueve meses fue de apenas 4,5%.
“Si asumen que vamos a reportar en el cuarto trimestre resultados similares a los que reportamos en el segundo trimestre, vamos a estar muy cerca del 8%”, explicó el CFO ante la consulta de Brian Flores de Citi, quien preguntó si la meta era alcanzable. “Esperamos una recuperación en el portfolio de bonos, un aumento en los volúmenes de préstamos y una mejora en los NIMs”, justificó Scarinci.
La composición de la cartera de préstamos no cambiaría sustancialmente. “Hoy estamos aproximadamente 65% consumo, 35% comercial. Eso podría ser 60-40 a fin de 2026”, detalló Scarinci. “No va a haber un gran cambio en la composición de nuestra cartera, porque esperamos que la demanda de crédito venga de todos los sectores en Argentina”.
Rentabilidad de largo plazo y márgenes
Mirando más adelante, Scarinci proyectó que el ROE debería ubicarse en torno al 20% a partir de 2027, a medida que el crecimiento de volúmenes compense la compresión gradual de márgenes. “El 2026 va a continuar siendo otro año de transición hacia el área del 20% de ROE que deberíamos estar entregando de 2027 en adelante”, afirmó.
El ejecutivo anticipó una compresión progresiva de los márgenes en el sistema financiero argentino. “Para 2027 deberían estar en el área de mid-teens, y por supuesto, de 2028 en adelante deberíamos estar acercándonos a low 10s”, proyectó sobre la evolución del NIM. “Esperamos que el crecimiento de volúmenes supere la caída de márgenes”, agregó.
Recompra suspendida y la mirada de Wall Street
El programa de recompra de acciones que el banco ejecutó durante el tercer trimestre no continuará por el momento. Scarinci explicó que el precio de la acción “se disparó” tras las elecciones legislativas y el cambio de humor positivo hacia Argentina.
“Para otro programa de recompra, el directorio tiene que considerar muchas cuestiones. Por el momento, no va a estar vigente”, indicó. En cuanto al bono de US$400 millones que vence en noviembre de 2026, el CFO señaló que tienen “muchas opciones sobre la mesa” —desde cancelarlo hasta rollearlo o emitir deuda senior— y que tomarán una decisión hacia mediados del próximo año.
Tras la llamada con inversores, Goldman Sachs fijó un precio objetivo a 12 meses de US$110 para el ADR de Banco Macro, una suba considerable desde el entorno de los US$84 en que opera actualmente.
El rojo neto del Macro en el tercer trimestre
La llamada se produjo tras la pérdida neta de ARS$33.100 millones que reportó el Macro en el tercer trimestre, un resultado que el propio management consideró peor a lo esperado. El CFO reconoció que algunos factores fueron “más profundos” de lo que la entidad había anticipado inicialmente.
“Hubo una combinación de diferentes factores. Primero, en términos de morosidad, no esperábamos esa cantidad de provisiones que finalmente tuvimos que contabilizar”, explicó Scarinci. “Eso es una consecuencia, como también vieron en los otros bancos que publicaron resultados la semana pasada, de que hubo una especie de incremento o casi un pico en términos de NPLs (préstamos morosos)”.
A los mayores cargos por incobrabilidad se sumaron gastos extraordinarios vinculados a planes de retiro anticipado que “no estaban previstos” y que finalmente se concretaron. Una porción significativa de estos gastos fue de carácter no recurrente, según enfatizó el ejecutivo, aunque no descartó que puedan repetirse parcialmente en el cuarto trimestre.
El desempeño del portafolio de bonos también jugó en contra. “Tengan en cuenta que aproximadamente entre el 23% y el 25% de nuestro portafolio de bonos está atado a precios de mercado”, señaló Scarinci. “Vimos los precios caer mucho en el tercer trimestre”, agregó, aunque anticipó una reversión de esa tendencia en el cuarto trimestre.
Esa caída en los bonos argentinos se produjo en medio de la incertidumbre en torno al eventual resultado del Gobierno de Javier Milei en las elecciones de medio término.
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