Bloomberg Línea — En 2025, los retornos bursátiles estuvieron marcados por una secuencia de shocks y narrativas que dieron forma a un nuevo orden corporativo. La tecnología dejó de ser un sector para convertirse en el eje estructural del mercado. La capitalización bursátil global se concentró en un conjunto de compañías, con un denominador común: la inteligencia artificial como catalizador de transformación operativa, narrativa de inversión y estrategia de largo plazo.
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El auge de la IA concentró flujos de capital, propulsó el gasto en cómputo y reorganizó cadenas de suministro. Sus avances han sido un impulso que blindaron al mercado de aristas macro, pero, al mismo tiempo, se han convertido en una fuente de volatilidad.
Ese escenario también derivó en una concentración. Los retornos de los índices estuvieron dominados por un grupo muy estrecho de compañías tecnológicas. En ese contexto, Nvidia lideró el ranking global de capitalización de mercado, superando los US$4,2 billones. Según Barclays, “todas las grandes firmas de IA e hiperescaladores ya usan” los chips de una compañía que se ha convertido en el símbolo del desempeño bursátil en 2025.
Nvidia, epicentro del boom
Nvidia (NVDA) consolidó su liderazgo como proveedor estructural de la infraestructura que permite la adopción masiva de modelos generativos. El ciclo Blackwell confirmó una nueva fase de demanda secular. Según los analistas de Deutsche Bank, la empresa ha expresado “una confianza significativa en el crecimiento futuro de su segmento de centros de datos, con visibilidad de aproximadamente US$500.000 millones en ingresos acumulados entre comienzos de 2025 y fines de 2026”.
La compañía opera con márgenes cercanos a 75% y concentra más del 80% de sus ingresos en soluciones para inteligencia artificial. La demanda viene tanto de grandes plataformas tecnológicas como de gobiernos, y la dependencia de China ha dejado de ser una variable determinante. Según los analistas del banco alemán, “la ventaja competitiva de Nvidia se amplía, pero no se reduce”.
El ritmo de innovación también se traslada a productos de red como InfiniBand y NVLink. La concentración de ingresos en pocos clientes no ha sido una vulnerabilidad, sino una señal de relevancia sistémica.
Para los analistas de Wall Street, la compañía lidera no sólo en unidades gráficas, sino en cómputo general, entrenamiento y despliegue de modelos que la impulsaron durante el año a ser la primera empresa en romper los US$5 billones de valor de mercado.
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Apple, Microsoft y Alphabet reconfiguran su núcleo estratégico
Apple (AAPL), la segunda empresa más grande por valor de mercado en el mundo, transita una transformación en la que el diferencial ya no reside en el hardware, sino en su integración con funcionalidades de inteligencia artificial. No obstante, se ha visto beneficiada por la generación iPhone 17, que superó ampliamente las proyecciones iniciales. Según JPMorgan (JPM), “el ciclo de producto parece benigno, pero se está materializando en motores de ingresos solo superados por el ciclo del 5G y la pandemia”.
El reposicionamiento estratégico no es sólo narrativo. Apple ha incrementado su inversión en I+D con foco en modelos de lenguaje, procesamiento en dispositivo y una nueva arquitectura de Siri. La expansión de servicios digitales actúa como amortiguador macroeconómico y soporte de márgenes.
Los analistas de JPMorgan destacaron que “el crecimiento de Servicios del 15% interanual en el cuarto trimestre y la guía del 14% para el primer trimestre aliviarán las preocupaciones en torno a riesgos regulatorios”. La empresa también tiene un valor de mercado que supera los US$4 billones.
Microsoft (MSFT) reforzó su posición como núcleo operativo de la empresa digital. A través de Agent 365, introdujo una plataforma que permite desplegar y coordinar agentes de inteligencia artificial en distintas áreas de una organización. Estos agentes pueden trabajar con distintos tipos de datos y ejecutar tareas complejas en múltiples herramientas como Outlook, Excel o Teams. Según JPMorgan, “ninguna otra compañía está pensando de esta manera y esto hará que la vida sea mucho mejor”.
El posicionamiento de Azure se consolidó frente a AWS, con alianzas como la de Anthropic que reforzaron su capacidad de cómputo. La combinación de servicios recurrentes, plataformas abiertas y eficiencia operativa sostuvo su liderazgo en el espacio empresarial, que hoy también la tienen con un valor de mercado superior a los US$3,6 billones.
Alphabet (GOOGL) reorganizó sus productos en torno a su propio modelo de inteligencia artificial, Gemini, y comenzó a usar procesadores diseñados por la propia empresa para ejecutar sus herramientas. Según Needham, “la pila tecnológica integrada de Google permite una mayor captura de valor, una iteración más rápida y menores costos unitarios”.
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La compañía, con un valor de mercado que ronda los US$3,6 billones, ha reorientado su inversión de capital hacia centros de datos, hardware y herramientas de inferencia, en un entorno de competencia intensa y alto retorno marginal. La monetización proviene tanto de sus propios productos como de su oferta en Google Cloud.
Amazon, Meta y Tesla y las nuevas plataformas
Amazon (AMZN) se consolidó dentro del top cinco de las empresas más valiosas del mundo, luego de reafirmar la tracción de AWS como núcleo de rentabilidad. La incorporación de chips Trainium2 bajo el Proyecto Rainier, así como el crecimiento de su backlog, posicionaron a la compañía como proveedor central de cómputo para inteligencia artificial. Los analistas de Wells Fargo ven “una aceleración en los ingresos de AWS hacia 2026 dada la robustez de las reservas de octubre y las ampliaciones de capacidad previstas hacia fin de año”.
El mercado también valoró la racionalización de costos y la resiliencia del negocio minorista, con mejoras en márgenes a pesar del avance de tarifas y presiones logísticas. La publicidad continúa siendo un vector de expansión en la división comercial para una firma de US$2,4 billones en valor de mercado.
Meta (META) reorganizó su gasto para priorizar inteligencia artificial sobre el metaverso. Según JPMorgan, la empresa “está escuchando el mensaje del mercado” luego de que se conocieran planes para reducir el gasto en el metaverso hasta en un 30% el próximo año. Esto implicaría un ahorro de hasta US$5.000 millones y una reasignación hacia unidades como Super Intelligence Labs.
La compañía, con un valor de mercado de US$1,67 billones, destacó una mejora sostenida en conversión publicitaria gracias a nuevos modelos como Lattice y Andromeda, sistemas de inteligencia artificial desarrollados por Meta para mejorar el rendimiento de los anuncios. Además, según Citi, “los Reels superan los US$50.000 millones en ingresos anuales recurrentes, frente a los US$10.000 millones en el tercer trimestre de 2023”.
Tesla (TSLA), con una capitalización de US$1,60 billones, emergió como jugador en el despliegue de vehículos autónomos, más allá de su tradicional visión de empresa de autos elétricos. La expectativa de una red de robotaxis en más de 30 ciudades estadounidenses marcó el inicio de una nueva fase y, según Wedbush, “esperamos que la producción en volumen de Cybercabs comience en abril o mayo” del próximo año. La empresa proyecta una penetración creciente de FSD, en un entorno regulatorio más favorable bajo la actual administración.
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Los analistas afirman que “la oportunidad en IA y autonomía tiene un valor de al menos US$1 billón para Tesla”. Para Wedbush, el vínculo con xAI, el nuevo paquete de compensación de Elon Musk y el avance del software refuerzan la tesis de Tesla como plataforma tecnológica más que automotriz.
Broadcom, TSMC y Aramco completan el mapa de poder
Para cerrar el top 10, Broadcom (AVGO) se posicionó como proveedor esencial de chips diseñados a medida para los grandes desarrolladores de inteligencia artificial. La relación con Anthropic y la incorporación de un quinto cliente XPU consolidaron pedidos confirmados por US$73.000 millones. Según Deutsche Bank, “el crecimiento de los ingresos de IA es elevado, pero implica un costo en márgenes”.
El avance de las ventas por sistemas completos, que incluyen memoria y componentes de rack, comprimirá temporalmente la rentabilidad de una firma que tiene un valor de mercado de US$1,55 billones. No obstante, la compañía sostiene una estructura financiera sólida y una estrategia de inversión que prioriza entregas garantizadas en ciclos largos de producción.
TSMC (TSM) mantuvo su posición como fabricante líder de los chips más sofisticados utilizados en inteligencia artificial, en un momento en el que, según Citi, “la demanda de semiconductores para IA se mantendrá fuerte en medio de un auge en el crecimiento, la adopción empresarial y las iniciativas de soberanía”. La compañía trabaja con planes de capacidad a dos o tres años vista.
El nodo N2, que permitirá fabricar chips más rápidos y eficientes, iniciará producción en volumen y se expandirá en 2026, lo que se suma a inversiones en Arizona, Japón y Europa que han fortalecido la presencia global de una empresa de US$1,47 billones. TSMC anticipa que “la tasa de crecimiento anual compuesta de las ventas de IA será del 40% a cinco años, con potencial al alza”.
Saudi Aramco cierra la lista como única no tecnológica. Sin embargo, su papel energético es clave en un mundo donde los centros de datos requieren cada vez más suministro constante. La compañía elevó su meta de producción de gas para 2030 por encima del 80% sobre niveles de 2021. Según Citi, “esto sugiere optimismo sobre la demanda interna, aunque creemos que aumenta la probabilidad de exportaciones”.
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El entorno para el petróleo es más incierto. Las proyecciones de precios hacia 2026 apuntan a un equilibrio difícil entre oferta y demanda. La política de CapEx se mantuvo disciplinada y los dividendos dejaron de exceder el flujo de caja libre, lo que mejoró el perfil financiero de una empresa con un valor de mercado de US$1,52 billones.