Bloomberg — Los agricultores protagonizaron protestas en toda Francia, instando al gobierno a bloquear un acuerdo de libre comercio de la Unión Europea con naciones sudamericanas y protegerlos de lo que dicen será una competencia desleal.
Cientos de tractores rodaron por decenas de ciudades y pueblos del mayor productor agrícola de Europa, atendiendo a los llamamientos de los sindicatos agrícolas para una jornada de manifestaciones contra el acuerdo con el bloque Mercosur. Un grupo de unos 20 vehículos aparcó ante las puertas del Palacio de Versalles, bajo la estatua de Luis XIV, según informó France Info en su página web.
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Las protestas de los poderosos sindicatos agrícolas, que bloquearon ciudades el año pasado por las importaciones baratas, se suman a la creciente agitación política de Francia tras tres colapsos gubernamentales en el último año. El nuevo Primer Ministro, Sébastien Lecornu, lleva varias semanas intentando elaborar un presupuesto de austeridad.
Arnaud Rousseau, presidente del sindicato FNSEA, declaró en una entrevista a Le Journal du Dimanche el 14 de septiembre que la jornada de protesta se había declarado principalmente para denunciar el acuerdo de Mercosur, pero también contra los aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump y las importaciones que no respetan las normas francesas, como los huevos ucranianos.
La Comisión Europea publicó este mes el texto final de su largamente buscado pacto de libre comercio con Mercosur. Necesita la aprobación del Parlamento Europeo y una mayoría cualificada de sus 27 Estados miembros. La UE se ha apresurado a cerrar acuerdos comerciales con países de todo el mundo para diversificarse y alejarse de un EE.UU. cada vez más proteccionista bajo el mandato de Trump.
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Las asociaciones que representan a los productores franceses de carne, aves de corral, remolacha, azúcar, bioetanol y cereales afirmaron en una declaración conjunta que París debería negarse a firmar el acuerdo y reunir a otros países de la UE en una coalición para bloquear su ratificación. Temen importaciones más baratas y quieren garantías de que sus rivales latinoamericanos cumplen las normas sanitarias y medioambientales de la UE, incluidas las relativas a antibióticos y pesticidas.
Los grupos agrícolas dijeron que las cláusulas de salvaguardia del texto final eran “sólo una cortina de humo” porque son demasiado lentas y complejas de activar, y en realidad no les protegerán de las importaciones del Mercosur. Aunque la ministra de Agricultura, Annie Genevard, ha acogido con satisfacción las cláusulas de salvaguardia añadidas, afirmó que es necesario hacer más para proteger plenamente a los agricultores franceses y europeos.
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