Bloomberg — El gasoducto Nord Stream-2 de Gazprom hacia Alemania ofrece a los aliados occidentales una ventaja sobre Rusia porque el presidente Vladimir Putin tiene interés en que el gas fluya, dijo el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken.
“Es muy improbable o difícil que eso ocurra si Rusia ha renovado su agresión a Ucrania”, dijo Blinken en una entrevista con el programa “Meet the Press” de la NBC el domingo.
Estados Unidos está presionando al gobierno de Berlín para que detenga el Nord Stream 2, que está a la espera de ser certificado por Alemania, en caso de que Rusia invada Ucrania, dijeron la semana pasada personas familiarizadas con el asunto.
Blinken, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, y sus cinco colegas del Grupo de los Siete respaldaron el domingo una declaración conjunta en la que advertían a Rusia de que se alejara de Ucrania o “se enfrentaría a consecuencias masivas”.
El partido de los Verdes de Baerbock, que forma parte del nuevo gobierno del canciller alemán Olaf Scholz, se opone al gasoducto. El gas natural no ha comenzado a fluir a través de Nord Stream 2, que conecta la producción rusa directamente con Alemania en contraste con los flujos existentes a través de Ucrania.
“Y, de hecho, es una fuente de influencia sobre Rusia, porque en la medida en que el presidente Putin quiere que el gas fluya a través de ese gasoducto”, dijo Blinken.
A la pregunta de si Alemania detendría el enlace de gas, Scholz dijo el miércoles que un ataque a Ucrania sería una “violación muy dramática de las normas que tendría consecuencias muy diferentes”.
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