:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/QXDFUOKO6RBUZMW367CT5CF4HQ.jpg "Un cartel del centro de vacunación contra el Covid-19, en el hospital St Thomas' frente a Westminster, en Londres, Reino Unido.")
Bloomberg — El gobierno de Boris Johnson dijo que no tiene planes de reducir el periodo de aislamiento para las personas con Covid-19, incluso cuando las ausencias de personal ponen una presión creciente sobre el servicio de salud del Reino Unido y las cadenas de suministro.
El gobierno redujo el requisito de cuarentena en Inglaterra - las otras administraciones descentralizadas del Reino Unido elaboran su propia política sanitaria - a siete días desde los 10 de la semana pasada, pero se enfrenta a peticiones para ir más allá después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos acortaran su recomendación a cinco días.
El gobierno británico quiere asegurarse de que el reciente cambio “funciona como creemos que debe hacerlo”, declaró el miércoles a la BBC la ministra británica Chloe Smith. No hay planes actuales para modificarlo, afirmó.
Este es el último ejemplo de los equilibrios a los que se enfrenta Johnson con respecto a Covid-19. Bajo la intensa presión de los miembros de su gobernante Partido Conservador, su gobierno anunció que no habría nuevos controles antes de Año Nuevo para hacer frente a la nueva variante ómicron, incluso cuando los casos baten récords casi a diario.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/OXQUILR4FCAJHP7XSG6RXGIGXY.png "Casos de infecciones por el coronavirus se ubican en niveles récord")
El miércoles se le preguntó a Johnson por qué se había abstenido de imponer nuevas restricciones a pesar de que Gales, Escocia e Irlanda del Norte son más estrictas. El primer ministro dijo que el gobierno “examinó el equilibrio de los riesgos”, y citó el impacto de las vacunas de refuerzo en la prevención de enfermedades graves por la variante ómicron.
Ahora el campo de batalla se ha trasladado a las normas de aislamiento, y algunos periódicos utilizan sus portadas para destacar el impacto de la cuarentena del personal en toda la economía del Reino Unido. Algunos grupos de presión empresariales también apoyan una reducción.
Se trata de un debate que depende de los nuevos datos sobre la gravedad del ómicron. Las pruebas de que el agente causante de la enfermedad es más leve están alimentando las demandas de que se suavicen las restricciones y normas restantes.
Un total de 9.546 personas estaban hospitalizadas en Inglaterra con Covid-19 hasta el 28 de diciembre, según las últimas cifras oficiales, las más altas desde marzo, pero muy inferiores al pico invernal de 34.336 en enero.
“Tenemos que optar por un periodo de aislamiento tan bajo como sea seguro, porque el trastorno que se está causando en este momento es enorme”, declaró el miércoles a Sky News el presidente de la Confederación de la Industria Británica, Karan Bilimoria.
Sin embargo, aunque las ausencias del personal también son un “gran problema” para el servicio sanitario, Matthew Taylor, director ejecutivo de la Confederación del Servicio Nacional de Salud (NHS), dijo que cualquier medida para reducir los tiempos de aislamiento necesitaría “pruebas claras” de que no provocaría un aumento de las infecciones.
“Los hospitales están llenos de personas muy vulnerables y, para ellas, incluso una forma relativamente leve del virus puede tener graves consecuencias”, declaró Taylor el miércoles a la radio de la BBC. “Así que, aunque cualquiera en el NHS estaría encantado de que la gente pudiera volver a trabajar antes -si están seguros -, tenemos que estar absolutamente seguros de que ese es el caso”.
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