Bloomberg — La soja subía por quinto día consecutivo este jueves, marcando la serie de aumentos más larga en más de dos meses debido a la preocupación por que el calor y la resequedad en agosto perjudiquen los cultivos de la oleaginosa en América del Norte, al tiempo que un clima similar marchita los girasoles en Europa.
Los precios de la soja alcanzaron el nivel intradiario más alto en más de dos semanas. El maíz, también vulnerable al calor y a la falta de lluvias, subió por cuarto día consecutivo.
Los futuros del maíz subieron a su nivel más alto en más de una semana, ya que el clima caluroso en los EE.UU. y la Unión Europea corre el riesgo de reducir los rendimientos. El trigo ganó un 2,1% después de haber bajado el miércoles.
“Las perspectivas meteorológicas de Estados Unidos y la Unión Europea siguen estando en el centro de atención”, dijo Tobin Gorey, estratega agrícola del Commonwealth Bank of Australia.
“Ambos lugares tienen importantes regiones en las que las condiciones de calor y sequía, pasadas y futuras, van camino a estresar los cultivos y quizás reducir los rendimientos”.
La sequedad y el estrés de los cultivos persistirán en las zonas del noroeste del Medio Oeste de EE.UU., y la humedad disminuirá en las regiones del centro-norte, dijo al respecto el pronosticador Maxar.
En la UE, las estimaciones de rendimiento del maíz y el girasol se han recortado un 8% con respecto a junio debido al clima cálido y seco, según la unidad de control de los recursos agrícolas del bloque. Si a ello se añade la incertidumbre sobre el calendario y la cantidad de los envíos de grano y aceite de girasol de Ucrania tras el acuerdo de exportación, las perspectivas de la oferta mundial siguen siendo ajustadas.
La comunidad de granos “sigue siendo escéptica en cuanto a las perspectivas de los envíos”, afirman los analistas de Ukragroconsult. Aun así, esta semana “se está formando la primera caravana de barcos, bloqueada en los puertos ucranianos desde hace 5 meses”, dijeron.
