Como suele suceder cada año, el Gobierno de Chile dispuso un cambio de horario para el verano. Aunque, a diferencia de lo que pasó en 2018, 2019, 2020 y 2021, esta vez la modificación no se realizó el primer sábado de septiembre, debido al plebiscito constitucional.
En esta ocasión el cambio de hora comenzará a las 00.00 horas del sábado 10 de septiembre de 2022 y regirá hasta las 24 horas del sábado 1° de abril de 2023.
¿Qué regiones afecta?
Durante el mencionado período, los relojes ser deberán adelantar una hora en todo el país menos en la Región de Magallanes y Antártica Chilena.
El comunicado oficial del Gobierno señala, además que en estos dos lugares, “el adelanto de la hora oficial de Chile continental se extenderá de manera indefinida”, por lo que mantendrán el horario actual.
En el caso de Isla de Pascua, deberán adelantar sus relojes 60 minutos, al igual que Chile continental.
Aquellas personas que tengan dudas acerca de cuál es el horario oficial en la región en la que viven o necesitan saber qué hora es en algún otro lugar del país, pueden ingresar a la página oficial https://www.horaoficial.cl/, en donde se despejan todas las dudas.
Recomendación para cuidar el organismo ante el cambio de horario
Un comunicado de la Universidad de Chile explicó que el cambio de hora permite días más largos, dado que anochece más tarde, pero advierte que altera los ciclos circadianos, “provocando diversos trastornos y consecuencias cognitivas”.
Para Margarita Bórquez, académica del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales de dicha universidad, la variación horaria de verano tiene diversas implicancias en nuestra salud. “Es el menos favorecedor para nuestro bienestar, a pesar de que es popular porque se perciben más horas de luz en las tardes. Sin embargo, comenzar el día a oscuras tiene un gran impacto en los niveles de somnolencia de las personas, sobre todo en las primeras horas que coinciden con el inicio de las clases, de la jornada laboral”.
Además, la especialista agregó que esta situación “se acompaña con desajustes en los ciclos hormonales y fisiológicos, que nos preparan para el día”.
Como ejemplo, Bórquez detalló: “Por ejemplo, el cortisol tiene un peak máximo temprano en la mañana y esto debería coincidir con la luz del amanecer para propiciar un despertar con más energía, que es lo que nos permite pararnos de la cama y esto no estaría pasando si despertamos en la oscuridad”, explica.
Ante este panorama, Alonso Quijada, neurólogo del sueño y también académico de la Universidad de Chile sostuvo que este desacople de ciclos afecta fundamentalmente a niños y mayores adultos en los primeros tres días y genera una serie de manifestaciones emocionales y somáticas.
“Por lo que se les sugiere mejorar su higiene del sueño y replanificar su día con anterioridad”, agregó el especialista.
¿A qué refiere el concepto de “higiene del sueño”? Los especialistas de la Universidad de Chile lo resumen en una serie de ítems:
- Tener un horario fijo para acostarse y despertarse
- Dormirse antes de las 11 de la noche
- No hacer ejercicios intensos antes de acostarse
- No comer tarde ni de noche
- Usar la cama para dormir
- Establecer una rutina antes de dormir (ponerse pijama, lavarse los dientes, etc)
- Controlar la luz de la habitación para dormir a oscuras
“En Chile, para aprovechar mejor la electricidad, hace decenios que se determinó por ley cambios de horario. Es probable que deba replantearse esta ley, ya que los cambios tecnológicos actuales podrían superarla. La sugerencia es mantener el horario de invierno para aprovechar los horarios matutinos con luz”, aseguró Quijada.
