Bloomberg — El dólar estadounidense se debilita ante las mayores divisas globales en el inicio de las operaciones asiáticas: el dólar australiano se fortalece luego de que autoridades chinas presentaran un rescate para el sector inmobiliario.
Un indicador de la fortaleza de la divisa estadounidense cayó 3,5% la semana pasada, su mayor declive desde los primeros días de la pandemia.
Los operadores están recortando sus apuestas de fuertes subidas de tasas de interés por parte de la Reserva Federal luego de que la inflación se desacelerara más que lo esperado la semana pasada.
También hay incertidumbre sobre el futuro de la actividad legislativa de EE.UU. mientras el balance de poder en el Congreso sigue sin decidirse tras las elecciones legislativas.
El lunes, los inversores estarán pendientes de los resultados de la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de China, Xi Jinping, mientras los líderes de todo el mundo se reúnen en la cumbre del Grupo de los 20 en Indonesia.
El dólar australiano ganó hasta un 0,3%, hasta los 67,23 centavos de dólar, a las 7:30 de la mañana en Sidney. El yuan también estará presente como posible barómetro de la evolución de la situación, dado el plan de rescate de 16 puntos para el maltrecho sector inmobiliario chino, que incluye una relajación temporal de la restricción de los préstamos bancarios a los desarrolladores. China ha relajado sus políticas de Cero Covid para ayudar a una economía en crisis.
La respuesta de los principales responsables de la política monetaria de la Fed a la lectura del índice de precios al consumo de la semana pasada, más lenta de lo esperado, será fundamental para la dirección del mercado en general. Christopher Waller y Lael Brainard tienen previsto hablar a principios de esta semana.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeron la semana pasada y las acciones subieron después de que la desaceleración de la inflación despertara la esperanza entre los inversores de que la Reserva Federal no necesitará subir las tasas de interés tanto como se había previsto. Cualquier retroceso por parte de los funcionarios podría provocar un replanteamiento de estos movimientos, mientras que un estímulo podría hacer que se prolongaran.
Además, hay dudas sobre cuándo y cómo los legisladores de Washington podrían resolver las cuestiones relacionadas con el inminente techo de la deuda, que va camino de ser superado en algún momento de 2023. La secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, dijo que sería “estupendo” conseguirlo este año, una medida que implicaría la aprobación de una legislación antes de que el nuevo Congreso entre en vigor.
Todo esto tiene lugar en un contexto de incertidumbre constante en el mundo de las criptomonedas, que podría extenderse a otros mercados. Las revelaciones sobre el colapso del imperio FTX de Sam Bankman-Fried, que la semana pasada se declaró en bancarrota, siguen agitando varios criptoactivos e inversores.
Mientras tanto, los activos turcos estarán en el punto de mira después de un presunto atentado con bomba en uno de los populares distritos turísticos de Estambul que mató al menos a seis personas e hirió a 53, poniendo de relieve la amenaza de un resurgimiento del terrorismo en una de las mayores economías de Oriente Medio.
-- Con la ayuda de Michael G. Wilson.
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