Guatemala — Principalmente, las variaciones más fuertes se han registrado desde que empezó la guerra entre Rusia y Ucrania.
A la fecha se han aprobado tres subsidios como medida paliativa ante el alza internacional a los precios de los combustibles y los efectos de la pandemia del Covid-19.
El 30 de septiembre pasado venció el tercer subsidio y los precios siguieron al alza, especialmente en el galón del diésel que ya supera los Q38.
Este 23 de noviembre, se registró una disminución en el precio de los combustibles en las gasolineras del área metropolitana.
Sin embargo, el costo por galón de diésel aún se mantiene como el más alto, comparado con otros hidrocarburos.
Precio de la gasolina en Guatemala
Los precios que se reportan algunas gasolineras de la capital son:
- Superior: Q36.49
- Regular: Q34.89
- Diésel: Q38.49
De acuerdo con el portal del Ministerio de Energía y Minas (MEM), para la semana del 22 al 28 de noviembre los precios de referencia se establecieron de la siguiente manera:
Ciudad de Guatemala
- Superior: Q33.56
- Regular: Q31.96
- Diésel: Q35.69
Según el MEM, puede haber una diferencia de hasta Q1.10 por galón en cada producto, entre autoservicio y servicio completo.
Además, aclaró que las razones para establecer los precios de los combustibles deben reflejar “las condiciones del mercado nacional e internacional”.
Lograr estabilidad en los precios
El mercado de combustibles guatemalteco depende actualmente en un 100% de las condiciones que establecen los países petroleros, por lo que el alza en el precio local de los combustibles responde directamente a factores del mercado internacional.
El precio mundial del petróleo depende de diversas variables, como la cotización en el mercado de referencia, el tipo de cambio y los impuestos que se le apliquen en cada país.
De ahí que, según expertos que participaron en el conversatorio, es poco lo que Guatemala puede hacer bajo el actual modelo de mercado para lograr una mayor estabilidad en los precios de los combustibles.
Uso del etanol
Recientemente, se llevó a cabo el conversatorio “Impacto de la movilidad sostenible en Guatemala”, donde se planteó alternativas que permitan empezar a disminuir el consumo de combustibles importados y buscar soluciones locales para el país.
Entre las opciones, se mencionó la implementación de una mezcla de 10% de etanol en la gasolina, lo cual, indicó Gamaliel Zambrano, director de las carreras de Ingeniería Química, Química Industrial y Biotecnología Industrial de la UVG, podría favorecer la estabilidad en las tarifas y evitar la emisión anual de aproximadamente 250.000 toneladas de CO2. De esta forma, Guatemala gana mayor independencia energética.
El etanol es un alcohol producido de la fermentación de azúcares y que puede ser utilizado en la industria química, bebidas y en los vehículos. El etanol carburante es un combustible que se produce a partir de cultivos renovables, el cual en la actualidad se mezcla con gasolina en más de 60 países en el mundo.
En Brasil, desde hace 45 años, toda la gasolina contiene el 27% de etanol, comentó el consejero de la Embajada de Brasil en Guatemala, Davino Ribeiro, quien refirió que lo anterior ha evitado la emisión de 600 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
Guatemala produce etanol desde hace más de tres décadas y tiene una capacidad instalada de producción de 65 millones de galones al año, capacidad que alcanzaría para una mezcla de 10% de este producto en la gasolina. Actualmente, este biocombustible se exporta a Europa y Estados Unidos con certificaciones de sostenibilidad.
Alberto Pimentel Mata, ministro de Energía y Minas, comentó: “En Guatemala, con una política efectiva que implemente la mezcla de 10% de etanol en la gasolina, se podría evitar la emisión de aproximadamente 250.000 toneladas de CO2 anuales. Esta medida ayudaría al país a cumplir los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París que destaca el objetivo de los guatemaltecos de reducir el 11% de sus emisiones globales de CO2 para 2030 y mejorar la seguridad e independencia energética de Guatemala”.
Adicionalmente, destacó que la movilidad sostenible es un modelo que muchos países en el mundo están visualizando para reducir las emisiones en el sector transporte y analizar a largo plazo cómo convertir el transporte en una manera más verde y sustentable.
Entre los objetivos de esta movilidad, destacan mitigar el cambio climático provocado por la quema de combustibles fósiles, reducir la contaminación atmosférica, mejorar la calidad de aire, coordinar las políticas de movilidad sostenible con las políticas energéticas, ambientales, urbanísticas y de ordenación territorial, entre otros.
Por su parte, Aida Lorenzo, gerente general de ACR, mencionó que el siguiente paso para lograr una movilidad sostenible en Guatemala es realizar una hoja de ruta que permita la implementación de biocombustibles en el país, es decir, la mezcla del etanol en la gasolina.
Esta estrategia involucraría al MEM, MARN, los productores de etanol en el país, importadores de combustibles, transportistas, expendedores de combustibles e importadores de vehículos y motocicletas, entre otros.
