Bloomberg — El petróleo repuntó por tercer día consecutivo hasta alcanzar su nivel más alto en más de una semana, impertérrito ante la determinación de la Reserva Federal de combatir la inflación con una política sostenida de subidas de tipos.
La subida del miércoles se produjo después de que la Agencia Internacional de la Energía dijera que los precios del petróleo en 2023 podrían subir, ya que las sanciones reducen la oferta rusa y la demanda supera las previsiones anteriores.
Los precios cedieron parte de sus ganancias después de que la Reserva Federal estadounidense subiera los tipos 50 puntos básicos. Los mercados más amplios se alejaron de los activos de riesgo después de que el banco central reiterara que la inflación en EE.UU. sigue siendo elevada y que no se descartan subidas de tipos en el futuro.
Aun así, el crudo va camino de su primera caída trimestral consecutiva desde 2019, ya que persiste la preocupación por una desaceleración económica mundial. Goldman Sachs Group Inc. (GS) fue uno de los que recortó sus perspectivas para el próximo año.
Precios:
El WTI para entrega en enero subió 1,89 dólares para establecerse en 77,28 dólares Nueva York.
El Brent para febrero subió 2,02 dólares, hasta 82,66 dólares el barril.
La subida del miércoles desafió algunos titulares bajistas. Entre ellos: Las reservas de crudo de EE.UU. aumentaron en más de 10 millones de barriles la semana pasada, la mayor cifra desde marzo de 2021, según la Administración de Información de Energía. La acumulación de inventarios se produjo después de que TC Energy cerrara su enorme oleoducto Keystone debido a una fuga. Las noticias de que la compañía planeaba un reinicio parcial de la línea el miércoles, seguido de la reanudación completa el 20 de diciembre, han pesado en los precios por momentos.
