:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/STIDXBEAAVG6RKNMNVO5C24X2Q.jpg "Cerdas hembras en los corrales de un establo de gestación en una granja de Strawn, Illinois, en 2012. Fotógrafo: Daniel Acker/Bloomberg")
Bloomberg — Durante el invierno, John McGlone, catedrático de la Texas Tech University, se trasladó a Manitoba (Canadá) para alertar a centenares de porcinocultores locales de que su manera de hacer negocio cambiaría.
El profesor McGlone era consciente de que la mayor cadena de restaurantes, McDonald’s Corp. (MCD), se disponía a decir que solo adquiriría carne de cerdo de aquellos productores que no encerraran a sus cerdas gestantes en jaulas, es decir, en compartimentos de 2 X 7 pies que impiden que el animal gire y le obligan a defecar donde está. Las jaulas eran algo habitual en esta industria que vende tocino y chuletas de porcino a consumidores globalmente, aunque cada vez más detractores y clientes las consideran cruentas e inútiles.
“Las señales de que algo iba a suceder”, explicó McGlone al auditorio de aquella noche.
Eso ocurrió hace veintidós años. Los porcinocultores continúan empleando estas jaulas de gestación, y la empresa McDonald’s todavía les compra la carne de cerdo.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/KKYQHCBCSBGLJJSUS3NO2WSICQ.jpg "Cerdos")
Uno de los mayores motivos que han llevado al sector a conservar las jaulas es el coste. Los porcinocultores sostienen que modificar los métodos de producción que se han ido desarrollando durante décadas se reflejará en un incremento de los precios del producto. Otra de sus razones es que el encierro de las hembras gestantes las protege de las agresiones de otros cerdos.
“Esas cosas protegen a las cerdas en sus momentos más vulnerables”, dijo Steve Meyer, economista consultor del National Pork Board (Consejo Nacional de Cerdo) y el National Pork Producers Council (Conesejo Nacional de Productores de Cerdo).
Eso ha dificultado el cambio para empresas como McDonald’s. Después del discurso de McGlone, en enero de 2001, pasaría más de una década antes de que el gigante de la comida rápida se comprometiera en 2012 a “terminar con el uso de puestos de gestación” para fines de 2022. La empresa no cumplió con ese plazo autoimpuesto. Otros restaurantes y productores de carne también han prometido evitar las cajas, pero aun así siguen siendo omnipresentes.
La lucha muestra cómo la economía y la inercia corporativa pueden obstaculizar el cambio, incluso cuando es popular entre los consumidores. El conflicto ahora llegó a la Corte Suprema de EE.UU., donde la industria porcina está desafiando la Proposición 12, una iniciativa electoral de California aprobada en 2018 que prohibió la venta de carne de cerdo cruda de cerdos criados en jaulas que no cumplieron con los requisitos mínimos de tamaño, eliminando efectivamente su uso para cualquier productor que busque vender carne de cerdo en California. La medida debía entrar en vigor el año pasado, hasta que una orden judicial detuvo su aplicación.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/KCVDO4SV2VBY5H7F6VQTWL4YNQ.jpg "Bachoco compra a productora de cerdo Norson y llegará hasta Asia")
California representa aproximadamente el 13% del consumo de carne de cerdo de EE.UU., y casi todo proviene de otros lugares, lo que permite que la ley del estado afecte las granjas más allá de sus fronteras. En combinación con los otros 10 estados que aprobaron leyes similares, para 2026, más del 17% de todos los productores de cerdos estarían sujetos a una prohibición si se mantiene la medida de California, según un informe de diciembre del Departamento de Agricultura de EE.UU.
Se espera un fallo este término.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/bloomberglinea/7N7NYCNOGBEPDOWB5CTFZ5H76M.png "Cerdos")
El impulso contra las jaulas de gestación se ha estado acumulando durante años. En 2002, los votantes de Florida adoptaron una prohibición. En 2007, Smithfield Foods se comprometió a deshacerse de ellos. Burger King (QSR), Wendy’s Co. (WEN) y otros restaurantes siguieron el ejemplo de McDonald’s con sus propios planes para dejar de comprar carne de cerdo criada en cajas.
Aun así, el final de las jaulas parece una perspectiva lejana, especialmente en las primeras semanas del término de una cerda madre. McDonald’s dijo en febrero pasado que retrasaría su fecha límite de 2022 a 2024, y que las cajas solo estaban prohibidas después de que se confirmara el embarazo, lo que puede demorar hasta seis semanas después de la inseminación. Incluso el inversionista multimillonario Carl Icahn, que perdió una pelea de poder sobre el asunto el año pasado, no pudo obligar a la empresa a volver a su promesa original de “acabar” con el uso de cajas.
Un portavoz de McDonald’s dijo que la compañía está progresando hacia su meta para 2024.
El propietario de Burger King, Restaurant Brands International Inc., dijo que en EE.UU. está en camino de retirar de las jaulas a las cerdas preñadas confirmadas para fines de 2024, y espera eliminar las jaulas para las cerdas no preñadas “a largo plazo”. Wendy’s, que había prometido en 2012 “eliminar el uso de establos de gestación de cerdas”, dice que cumplió con su compromiso, pero que era y siempre había sido solo para “cerdas preñadas confirmadas”. No respondió a las preguntas sobre la discrepancia entre la promesa original y su política actual.
Smithfield dijo que mantiene a las cerdas en jaulas durante 35 a 42 días después de la inseminación.
Las cajas de gestación no se convirtieron en un lugar común hasta que se agregaron a los nuevos edificios en la década de 1980. Pero en febrero de 2000, cuando aparecieron en la portada de la publicación especializada National Hog Farmer con el título “Eficiencia del rebaño de cría”, eran conocidos por ahorrar espacio, mano de obra y, en última instancia, dinero.
Esos ahorros y la complejidad de la cría de cerdos han hecho que la industria se niegue a cambiar. Los productores de carne de cerdo han tardado más en cambiar que otros productores, como los productores de huevos, que han aumentado sus alojamientos sin jaulas en respuesta a los crecientes compromisos corporativos y la demanda de los consumidores.
“Un cerdo nace en un lugar, se traslada a otro lugar y luego, cuando se sacrifica, hay muchas piezas de las que hacer un seguimiento, por lo que es diferente de una gallina que pone huevos”, dijo Maisie Ganzler, quien supervisa las compras en Bon Appétit Management Company como directora de estrategia y de marca y pasó más de 10 años tratando de obtener carne de cerdo libre de jaulas. Recientemente lo logró. (Icahn había pedido a Ganzler que se convirtiera en miembro de la junta directiva de McDonald’s).
Otra fuerza poderosa que impide alejarse de las cajas podría ser el hábito.
“Básicamente, son criadores de cerdos testarudos”, según McGlone de Texas Tech, quien dice que enfrentó un rechazo significativo de los productores después de su charla en Manitoba.
Con el caso de California, aun por decidir, hay indicios de que están surgiendo los problemas de costos sobre los que advirtieron los productores de carne de cerdo. La manada de cerdos de EE.UU. se ha reducido en parte debido a la incertidumbre sobre la ley de California, así como a los precios elevados de los alimentos y niveles más altos de oferta de carne de cerdo que de demanda. Una vez que una granja ya no tiene jaulas, puede criar menos cerdos, dijo Russell Barton, director y gerente de producto de Urner Barry, una editorial de comercio de alimentos e investigadora de materias primas.
“Necesitas construir más espacio para que tengan la misma cantidad de producción”, dijo Barton.
Pero también hay indicios de que el enfoque de la industria hacia las cajas está evolucionando.
Una vez que el debate fue si las jaulas de gestación eran una necesidad; ahora la pregunta se ha convertido en cuánto tiempo usarlos. En 2012, cuando McDonald’s dijo que eliminaría sus jaulas, les dijo a los productores que las cerdas podían permanecer en las jaulas hasta que “se confirmara que estaban preñadas”, según una presentación de la compañía de abril de 2022. La verificación de un embarazo puede llevar entre 35 y 40 días. Otros productores los usan por períodos mucho más cortos, alrededor de 7 a 10 días después de la inseminación.
Shana Beattie, una porcinocultora de quinta generación que cría cerdos para Smithfield, dijo que ahora usa las jaulas durante siete días como máximo.
“Históricamente, aprendimos que brindarles atención individual a los cerdos y mantenerlos alejados del comportamiento agresivo era beneficioso para ellos”, dijo. Ahora, los mantiene confinados justo después de la inseminación. Luego, cuando están en un grupo, Beattie confía en la tecnología, como los chips para los oídos, para asegurarse de que cada cerda reciba suficiente alimento, una causa común de agresión. “Hemos aprendido que la gestación en corrales abiertos funcionará”.
La necesidad de cajas es “exagerada”, según Jim Wallace, director sénior de carne de cerdo fresca en Niman Ranch de Perdue Farms. Wallace dice que dar a los animales más espacio, y a los granjeros más discreción sobre cómo manejar a los animales, puede evitar que los cerdos se vuelvan agresivos y asegurar que los embarazos sean exitosos. Niman Ranch, uno de los pocos productores de carne de cerdo verdaderamente libres de jaulas en los EE.UU., abastece a importantes empresas como Chipotle Mexican Grill Inc. (CMG) y Whole Foods Market Inc. (WFM), así como a chefs de alto nivel.
Se considera “poco probable” que la Corte Suprema falle a favor de California, según Bloomberg Intelligence, pero existe cierta expectativa de que los agricultores no coloquen cajas en los nuevos edificios, independientemente de lo que se decida.
“Si están construyendo nuevas instalaciones, intentarán incorporar esa flexibilidad”, dijo Christine McCracken, analista senior de proteína animal en Rabobank. “Ya sea que estos cambios estén legislados o no, intentarán incorporar la flexibilidad en caso de que las expectativas de los clientes cambien con el tiempo”.
Josh Balk, CEO de Accountability Board (Junta de rendición de cuentas), una organización sin fines de lucro que intenta que las empresas cumplan con sus compromisos de ESG, es optimista sobre el fallo y la dirección que toman las empresas. Dijo que incluso la posición de McDonald’s es un gran avance desde donde estaba hace 20 años.
“Todavía hay mucho camino por recorrer”, dijo Balk. “Pero aún debemos reconocer esta mejora”.
En 2012, el National Pork Board estimó que abandonar las jaulas costaría entre US$1200 millones y US$6100 millones, o tanto como el 27% de las ventas de la industria ese año. “Cuanto más largo sea el horizonte de tiempo, menor será el costo para los productores y consumidores”, dijo. (La industria fija el costo para los agricultores por el cumplimiento de la Proposición 12 como significativamente más bajo: alrededor de US$300- US$350 millones).
McGlone dijo que la industria podría haber gastado el dinero que usó para resistir el cambio para implementarlo. En cambio, dijo, “están luchando hasta el final”.
Con la asistencia de Dominic Carey.
Lea más en Bloomberg.com
