La próxima semana se conocerán datos claves para la economía y los mercados bursátiles de la región. En Brasil se esperan el PIB y los datos de empleo de diciembre, que probablemente mostrarán que la economía perdió un impulso en el cuarto trimestre. A nivel político, la atención estará puesta en un posible anuncio oficial sobre los recortes de impuestos federales a los carburantes, que expiran el 28 de febrero.
Por otro lado, en Argentina se espera la encuesta mensual del Banco Central de Argentina sobre las expectativas de los economistas, que mostraría el impacto de la inflación de enero, más alta de lo previsto, y del desplome de la actividad en diciembre.
En tanto, en México, Banxico publicará su informe trimestral sobre la inflación con proyecciones económicas actualizadas. “Esperamos que (los funcionarios) expresen su preocupación por las perspectivas de inflación y apoyen nuestra previsión de que Banxico volverá a subir los tipos en marzo y mantendrá la puerta abierta a más subidas si los datos lo justifican”, escribieron en sus previsiones los economistas Adriana Dupita y Felipe Hernández, de Bloomberg Economics.
En Chile, los datos de enero podrían añadir pruebas de que el endurecimiento de las condiciones monetarias y la disminución de las medidas de estímulo están impulsando la actividad económica hacia niveles sostenibles tras el repunte pospandemia.
Finalmente, en Perú, se conocerá la inflación de febrero, que podría prolongar su tendencia al alza. Según Dupita y Hernández, los precios de los alimentos han aumentado debido a la escasez provocada por las protestas.
Brasil
El martes 28 de febrero se espera el dato de tasa de desempleo de diciembre. Dupita y Hernández esperan que la estacionalidad favorable de fin de año reduzca la tasa de desempleo, aunque el informe laboral podría “estar salpicado de mensajes sombríos en otros lugares”. La previsión indica que tras un fuerte descenso desde finales de 2020, la tasa desestacionalizada se mantendrá estable en el 8,4% por tercer mes consecutivo.
El miércoles 1 de marzo se conocerá la balanza comercial de febrero. “Proyectamos que el superávit comercial cayó con respecto al mes anterior y al año anterior, reflejando una debilidad generalizada en las exportaciones”, escribieron Dupita y Hernández en sus pronósticos. Los promedios diarios de ventas externas probablemente habrían caído alrededor del 8% desde febrero de 2022, impulsados principalmente por los productos básicos. Las importaciones deberían aumentar en torno al 3,5%. De confirmarse, el superávit comercial de 12 meses se reduciría a US$62.500 millones.
El jueves 2 de marzo saldrá el PIB del cuarto trimestre, que se prevé registre un ligero descenso a finales de 2022, tras cinco trimestres consecutivos de expansión. La previsión ascendente apunta a un descenso menor que la caída del 1,5% en los datos mensuales de la actividad económica del trimestre, una aproximación al PIB general.
Chile
El martes 28 de febrero se publicarán las ventas minoristas de enero. Según las estimaciones de los economistas de Bloomberg Economics habrían caído un 11,6% interanual en enero, tras subir un 1,2% en diciembre. “Nuestra previsión apunta a un menor consumo de los hogares y es consistente con los vientos en contra de las estrictas condiciones monetarias, la alta inflación, las menores transferencias del gobierno y la disminución del apoyo de los retiros de ahorros de pensiones”, señalaron Dupita y Hernández,
Ese mismo martes se conocerá la producción industrial de enero, que se espera haya aumentado un 0,4% con respecto al año anterior. Las estimaciones señalan que la producción fue ligeramente superior a la del mes anterior, tras subir un 2,3% en diciembre. Excluyendo la minería, la producción industrial debería descender, añadiendo pruebas de que la actividad se está ralentizando tras la fuerte recuperación posterior a la pandemia.
El miércoles 1 de marzo se espera el índice de actividad económica de enero. La actividad económica probablemente cayó un 0,8% con respecto al año anterior. Excluyendo la minería, debería ser una contracción mayor. El resultado respaldaría las expectativas de que la actividad y la demanda interna continúan desacelerándose hacia niveles sostenibles tras elevarse por encima de su potencial tras la pandemia.
Los altos precios del cobre, la recuperación de la demanda de China, el aumento de la producción de litio y las expectativas de que una nueva mina de oro empiece a funcionar este año apoyan la minería. La incertidumbre política y los planes para aumentar los impuestos son vientos en contra.
México
El lunes 27 de febrero se conocerá la balanza comercial de enero, que probablemente registró un déficit de US$4.240 millones. El resultado se compararía con un superávit de US$984 millones en diciembre y un déficit de US$6.280 millones un año antes. Según Dupita y Hernández, las exportaciones habrían aumentado más que las importaciones para explicar la variación interanual, mientras que una caída de las exportaciones mayor que la de las importaciones explicaría el aumento de la diferencia con respecto al mes anterior.
El miércoles 1 de marzo se espera el informe trimestral sobre la inflación del Banco Central de México (Banxico). El documento incluirá proyecciones económicas actualizadas y un análisis detallado de las perspectivas de política monetario. “Esperamos que el informe mantenga un tono agresivo y enfatice el compromiso de Banxico con la reducción de la inflación y el anclaje de las expectativas de inflación, así como su voluntad de seguir subiendo los tipos de interés para alcanzar esos objetivos”, señalaron Dupita y Hernández.
Las previsiones de inflación deberían estar en línea con las publicadas tras la reunión de febrero. Según estas previsiones, la inflación media disminuirá constantemente durante los dos próximos años, hasta el 4,9% en el cuarto trimestre de 2023 y el 3,1% en el cuarto trimestre de 2024.
Perú
El miércoles 1 de marzo se publicará la inflación de febrero. Dupita y Hernández creen que posiblemente el dato haya subido un 8,82% desde el 8,67% en enero. El resultado sería el más alto desde 1997 y estaría por encima de la previsión del banco central. La escasez de oferta debida a las protestas ha añadido presión al alza sobre los precios. El choque debería ser transitorio, pero una inflación elevada y persistente aumenta el riesgo de que se extienda a los precios de otros bienes y servicios, así como a las expectativas de inflación.
