Bloomberg — Norfolk Southern Corp. puede reanudar esta semana los envíos de desechos peligrosos desde el sitio del descarrilamiento de su tren de carga en Ohio, dijo el domingo 26 de febrero un funcionario estadounidense.
Los funcionarios federales ordenaron a la empresa ferroviaria la semana pasada que detuviera la eliminación de desechos en el sitio, diciendo que querían asegurarse de que la eliminación de los materiales derramados cumpliera con la aprobación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés).
Los materiales que ya se enviaron a las instalaciones en Michigan y Texas fueron examinados, pero esos lugares ya no aceptan envíos de desechos, dijo el domingo la administradora regional de la Agencia de Protección Ambiental, Debra Shore.
Algunos desechos líquidos ahora se eliminarán bajo tierra en un pozo de inyección en Vickery, Ohio, dijo Shore a los periodistas en East Palestine, la ciudad donde el tren descarriló el 3 de febrero. Los desechos sólidos irán a un incinerador en East Liverpool, Ohio.
“Significa que la limpieza puede continuar a un ritmo rápido”, dijo Shore.
El descarrilamiento provocó la liberación de productos químicos tóxicos y provocó una breve evacuación de los residentes de la ciudad. El desastre ha ejercido presión sobre Norfolk Southern y la administración del presidente Joe Biden para garantizar un esfuerzo de limpieza adecuado.
Algunos residentes han informado dolores de cabeza, olores persistentes y muertes de animales. El tren tenía alrededor de 20 vagones que contenían productos químicos, incluido el cloruro de vinilo, considerado cancerígeno, así como acrilato de etilhexilo e isobutileno, según la EPA.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte dijo el jueves 23 de febrero en un informe preliminar que una de las ruedas del tren estaba demasiado caliente momentos antes del incidente.
Los miembros de la tripulación intentaron pisar el freno, dijeron los investigadores, pero no fueron alertados a tiempo.
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