Bloomberg — La actividad de las fábricas estadounidenses se contrajo por sexto mes consecutivo en abril, la racha más larga desde 2009 y una señal del persistente malestar en el sector manufacturero.
Según los datos publicados el lunes, el índice de actividad fabril del Instituto de Gestión de Suministros subió hasta 47,1 desde el mínimo de casi tres años de 46,3 registrado el mes anterior. Una lectura por debajo de 50 indica una contracción de la actividad.
Un indicador de los precios pagados por los materiales repuntó hasta el nivel más alto desde julio. El aumento coincidió con un repunte de los precios del crudo a principios de mes, aunque recientemente se han enfriado por la preocupación que suscita la demanda.
La subida de los precios de los insumos se produce después de que la semana pasada los principales indicadores de inflación de la Reserva Federal aumentaran a buen ritmo en marzo. Se espera que los bancos centrales suban los tipos de interés 25 puntos básicos esta semana.
Las medidas de pedidos y producción del grupo de directores de compras mejoraron ligeramente, pero se mantuvieron en territorio de contracción. La buena noticia es que las cifras sugieren que el sector manufacturero se contrae a un ritmo más lento.
“Las tasas de nuevos pedidos siguen siendo lentas, ya que los panelistas siguen preocupados por cuándo se reanudará el crecimiento del sector manufacturero”, declaró en un comunicado Timothy Fiore, presidente del Comité de Encuestas a Empresas Manufactureras del ISM. “Los comentarios de los panelistas registraron una proporción de 1 a 1 en cuanto al optimismo por el crecimiento futuro y el continuo descenso de la demanda a corto plazo”.
La tasa de empleo se situó por encima de 50 por primera vez en tres meses. El informe mensual sobre el empleo se publicará el viernes y ofrecerá una imagen más completa del mercado laboral en abril.
Al mismo tiempo, los fabricantes se enfrentan a una serie de retos, como el aumento de los costes de los préstamos, el endurecimiento de las condiciones crediticias, la menor demanda de mercancías y unos precios aún elevados.
Once industrias registraron una contracción en abril, encabezadas por los muebles, los productos de madera y los productos minerales no metálicos. Cinco industrias crecieron.
Algunos comentarios del ISM
“La actividad sigue contrayéndose, aunque lentamente en términos interanuales. Estamos quemando el inventario existente cuando es posible y poniéndonos al día con los pedidos”. - Productos químicos
“Las presiones sobre los precios siguen afectando a las operaciones diarias. Tras años consecutivos de inflación y precios agresivos para nuestros minoristas, estamos empezando a ver resistencia en la voluntad de trasladar los precios a los consumidores finales. Los descuentos han entrado en las conversaciones”. - Alimentación, bebidas y tabaco
“El negocio se mantiene estable. Seguimos de cerca la demanda para detectar una tendencia negativa”. - Equipos de transporte
“Parece que los clientes están muy cargados de existencias (al igual que mi empresa). Esto ha provocado una importante ralentización de los pedidos de venta en los últimos meses”. - Maquinaria
“Los clientes empiezan a hablar de reducciones de las tasas de construcción para el segundo semestre de 2023″. - Productos metálicos
“Las ventas siguen siendo suaves, similares a 2019 pre-COVID. Se espera que la suavidad dure hasta dos años más”. - Equipos eléctricos y electrodomésticos
“El negocio se está recuperando un poco en las industrias automotriz y de la construcción, no a la par con 2022, pero comienza a verse mejor.” - Plásticos y caucho
“Parece que estamos en una temporada de contradicciones. El negocio se está ralentizando, pero en cierto modo no es así. Los precios de algunas materias primas se están estabilizando, pero no los de otras. Algunos productos han dejado de escasear, otros no”. - Metales primarios
Las cifras de inventarios del ISM fueron dispares. Una medida de las existencias en las fábricas cayó al nivel más bajo desde agosto de 2020, lo que sugiere una disminución del riesgo de un exceso. Sin embargo, un indicador de los inventarios de los clientes subió al nivel más alto desde 2016 e indicó que el crecimiento de los pedidos podría seguir siendo tibio. Las carteras de pedidos se contrajeron a un ritmo más rápido en abril.
Los últimos datos de las fábricas regionales fueron en su mayoría negativos. Los índices manufactureros de los bancos de la Fed de Filadelfia y Kansas City cayeron al nivel más bajo desde mayo de 2020. Los indicadores de los bancos de la Fed de Richmond y Dallas también descendieron, mientras que el índice de actividad fabril del estado de Nueva York se expandió por primera vez en cinco meses.
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