Bloomberg — La ciudad de Nueva York está gastando unos US$ 8 millones al día para alojar a los 37.500 solicitantes de asilo que se encuentran actualmente en centros de acogida, una carga que está poniendo presión sobre el presupuesto y desbordando a los organismos municipales, según declararon el lunes autoridades locales.
La crisis ha alcanzado una magnitud tal, que el alcalde Eric Adams dijo el viernes que tenía previsto trasladar en autobús a varios centenares de inmigrantes varones adultos a dos hoteles de Orange Lake y Orangeburg, en el norte del condado de Rockland. Muchos de los solicitantes de asilo que se encuentran en Nueva York fueron trasladados en autobús desde Texas y otros estados.
“Nos enfrentamos a una emergencia humanitaria sin precedentes”, dijo al Ayuntamiento la comisaria en funciones del Departamento de Servicios Sociales, Molly Wasow Park. Estimó que estaba costando US$ 256 diarios alojar y atender a cada familia migrante en los refugios del Departamento de Servicios a los Sin Techo.
Adams, demócrata y partidario del presidente Joe Biden, ha empezado a criticar recientemente a la Casa Blanca por no ayudar a la ciudad a gestionar una crisis que probablemente se agravará esta semana. El 11 de mayo expira una normativa federal de la época de la pandemia, conocida como Título 42, que elimina una herramienta que el gobierno federal ha utilizado para disuadir o expulsar a los inmigrantes que entraban ilegalmente en el país.
A principios de este mes, Adams afirmó que “el gobierno nacional ha dado la espalda a la ciudad de Nueva York”, argumentando que la solución a la crisis está “en el regazo del presidente de Estados Unidos”.
Las autoridades municipales solicitaron en abril a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias una ayuda de US$ 350 millones para sufragar los gastos de la crisis migratoria, pero a finales de la semana pasada se enteraron de que solo recibirían una fracción de esa cantidad, unos US$30,5 millones. Esa cifra “no es ni de lejos suficiente para cubrir el costo de la asistencia a los solicitantes de asilo”, declaró en un comunicado la portavoz del Ayuntamiento, Adrienne Adams.
El extraordinario costo del alojamiento de los solicitantes de asilo se debe en parte a la singular ley neoyorquina sobre el “derecho al alojamiento”, resultado de un acuerdo legal de 1981 que obliga a la ciudad a proporcionar alojamiento a toda persona que no lo tenga. Ese mandato ha obligado a la ciudad a recurrir al uso de costosos hoteles comerciales como refugios de emergencia para alojar a los inmigrantes, dijo Park. Esos costos son entre un 35% y un 88% superiores a los gastos diarios de la ciudad para albergar a otras personas sin hogar.
Reacción de Rockland
En el último año, los funcionarios municipales han tenido que esforzarse por cumplir la ley sobre el derecho a la vivienda. El lunes, abogados de la Sociedad de Ayuda Jurídica afirmaron que la ciudad estaba utilizando indebidamente un antiguo edificio de la Academia de Policía de Manhattan para alojar a varias familias inmigrantes con niños, según informó el Daily News.
Más de 60.800 solicitantes de asilo han entrado en la ciudad, y al menos 37.500 están siendo alojados actualmente por la ciudad, además de otras más de 40.000 personas sin hogar que están siendo atendidas en albergues. La ciudad ha abierto 126 refugios de emergencia en el último año, dijo Park el lunes.
Adams ha advertido en repetidas ocasiones que prevé que la crisis migratoria costará a la ciudad US$ 4.300 millones de para julio de 2024, lo que supondrá un agujero considerable en el presupuesto anual de la ciudad, que asciende a US$ 106.700 millones, aunque algunos analistas presupuestarios externos han dicho que es probable que la ciudad esté sobrestimando los costos totales.
El plan de empezar a enviar emigrantes al norte del estado suscitó la inmediata condena del ejecutivo del condado de Rockland, el republicano Ed Day, que declaró el sábado el estado de emergencia para impedir que Adams enviara emigrantes al norte del estado. Day dijo que el condado de Rockland establecería “un requisito de licencia para todos los hoteles” que impondría una “multa de US$ 2.000 por día y por inmigrante” a los hoteles que los aceptaran sin permiso de la oficina del ejecutivo del condado.
“No se trata de inmigrantes ni de niños ni de ser amable o bueno”, dijo Day. “Hay un proceso legítimo para hacerlo”.
Adams nunca pidió a los funcionarios del condado de Rockland su opinión sobre si el plan era o no una buena idea, dijo Day en una entrevista radiofónica el fin de semana.
“Bueno, ésta es mi respuesta”, dijo Day. “Sr. Adams, puede intentar atropellarnos. Le alcanzaré y le agarraré por el cuello por la gente del condado de Rockland”, dijo, sugiriendo que entre los migrantes que entran en EE.UU. podría haber “violadores de niños, delincuentes” y “MS-13″, una banda criminal internacional.
El plan de Adams también suscitó las críticas de los defensores de la inmigración, que tacharon de hipócrita el envío de migrantes fuera de la ciudad, después de que el alcalde hubiera criticado al gobernador de Texas, Greg Abbott, y al de Florida, Ron DeSantis, por enviar migrantes fuera de sus estados a ciudades del norte.
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