Buenos Aires — El Gobierno y las empresas del sector hidrocarburífero anunciaron avances en obras que permitirán aumentar la evacuación del gas y petróleo que se produce en Vaca Muerta, el yacimiento no convencional que hoy explica cerca de la mitad de la producción argentina.
Esta semana la Secretaría de Energía informó que los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta alcanzaron la producción de 305.000 barriles diarios en septiembre, el mayor registro histórico en esta formación y un hito relevante en el objetivo de alcanzar el millón de barriles diarios en los próximos años. El shale gas ya había marcado un récord en agosto, mientras que en Latinoamérica se entusiasman con la producción de estos bloques para reducir la importación de GNL.
La producción de petróleo no convencional marca un crecimiento del 2,7% respecto a agosto y del 18,1% en la variación interanual. En el segmento de shale gas, en septiembre alcanzó los 67 millones de metros cúbicos diarios y aumentó el 23,9% respecto al mismo mes del año anterior, aunque recortó el 1,6% contra agosto.
Respecto a esa producción en Vaca Muerta, con información de la consultora Economía & Energía hasta agosto, los principales productores de petróleo son: YPF, VISTA, Shell y PAE. En el gas no convencional, estas fueron las principales productoras en agosto: Tecpetrol, YPF y PAE.
La producción no convencional ya representa casi del 50% de la producción total de hidrocarburos en Argentina y en el Gobierno creen que continuará aumentando en los próximos años, producto de las obras que permitirán una mayor evacuación.
El rol de la producción argentina en Latinoamérica
“Argentina tiene potencial para ampliar significativamente su producción de gas natural, lo que reduciría las importaciones netas de la región de Latinoamérica y el Caribe”, dice el World Energy Outlook 2023 publicado esta semana por la International Energy Agency. Según el informe, “una mayor producción en Argentina compensaría la menor producción de otros productores”.
Balanza energética
Según los cálculos del Gobierno argentino, la balanza comercial energética pasará de ser negativa en US$4.400 millones en 2022 a un moderado superávit de US$100 millones en 2023.
Para 2024, la funcionaria proyecta un superávit comercial de US$3.800, mientras que para 2030 cree que ese número podría ascender a US$18.000 millones sin incluir los proyectos de Gas Natural Licuado (GNL).
