Bloomberg — Una de las familias más ricas del mundo ha recortado su participación en el gigante cafetero JDE Peet’s NV, al tiempo que reestructura sus inversiones en el sector de las bebidas que hizo su fortuna.
Alejandro Santo Domingo y su familia vendieron 166,7 millones de euros (US$184 millones) en acciones de la propietaria de Peet’s Coffee desde principios del año pasado hasta comienzos de mayo, reduciendo su participación a más de la mitad, según consta en los registros.
También vendieron parte de una participación de unos US$1.000 millones en Keurig Dr Pepper Inc. durante ese periodo y aumentaron su apuesta por Flying Embers, fabricante de cócteles enlatados.
La dinastía latinoamericana ha estado recaudando efectivo mediante el apalancamiento de participaciones cotizadas más pequeñas sin tocar su principal activo: una participación en el fabricante de Budweiser Anheuser-Busch InBev SA, que todavía constituye la mayor parte de su fortuna.
La familia más rica de Colombia tiene ahora un patrimonio neto de unos US$12.000 millones, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg.
Un portavoz de Bevco, una empresa con sede en Luxemburgo que gestiona las inversiones de los Santo Domingo, declinó hacer comentarios.
La familia se asoció en la última década con inversores como BDT Capital Partners, de Bryon Trott, para ayudar a crear Keurig Dr Pepper y JDE.
Los Santo Domingo tenían una participación de alrededor del 0,5% en JDE a principios de mayo, después de poseer previamente suficientes acciones para estar entre los 10 principales inversores declarados de la empresa con sede en Ámsterdam, según las cuentas de Bevco presentadas recientemente en 2022.
Todavía poseen unos US$990 millones de KDP, con sede en Burlington (Massachusetts), y también son accionistas a largo plazo de la inmobiliaria española Inmobiliaria Colonial Socimi SA, donde anteriormente pignoraron acciones para obtener efectivo.
Las acciones de JDE han caído más de un 25% desde principios de 2021, año en que la familia hizo pública su participación, mientras que las de KDP apenas han variado.
Alejandro, de 46 años, se convirtió en el máximo responsable de la fortuna de su familia tras la muerte de su padre en 2011.
La composición actual de la riqueza de su familia comenzó a tomar forma cuando vendieron su participación en la cervecera colombiana Bavaria a la británica SAB Miller en 2005 a cambio de acciones.
AB InBev adquirió SAB Miller en 2016, y Alejandro se convirtió en uno de los principales negociadores de la operación, denominada Megabrew, por valor de US$103.000 millones.
La familia se ha expandido a otros negocios de consumo en los últimos años a través de firmas de capital riesgo, incluida 3G Capital, de Jorge Paulo Lemann, junto con la apuesta por negocios de alcohol más pequeños.
Los Santo Domingo lideraron una ronda de US$10 millones para Flying Embers en 2020 y asignaron más capital durante la ronda de recaudación de fondos de serie C de US$20 millones de la empresa estadounidense a principios del año pasado.
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